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La semana Franco-Belga en Tienda Inglesa

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La Fiesta Franco-Belga de Tienda Inglesa dura hasta el sábado 25 de junio, y es una propuesta única de productos gourmets europeos. La variedad incluye más de 700 productos diferentes que van desde vinos a quesos, cervezas de toda especie, chocolatería, mermeladas, tés, galletitas y espumantes de primer nivel. Una oportunidad imperdible.

Hasta el sábado 25 de Junio continúa la Fiesta Franco-Belga en Tienda Inglesa, una invitación única con productos gourmet europeos que completan el invierno montevideano. La propuesta presenta más de 700 productos diferentes que incluyen vinos, quesos, cervezas de toda especie, chocolatería, mermeladas, tés, galletitas y espumantes de primer nivel. Y con este motivo, los salones de los supermercados están ambientados con exhibiciones especiales, degustaciones, y con el plus adicional de un show con bailarines que hacen una performance especial con música de revista francesa inspirada en el Lido.

Y entre tanta oferta de productos, la estrella son los quesos franceses. En este contexto, la Fiesta Franco-Belga se convierte en una oportunidad única para cultivar el paladar y conocer un poco más sobre esta histórica delicia.

Los quesos franceses vienen de una larga historia de cultura gastronómica de varias localidades de este mismo país. Son el resultado de tradiciones y técnicas modernas que aseguran una amplia variedad y alta calidad de los productos. Francia es conocido como el país de los 1000 quesos; los fabrican con todo tipo de leche (de vaca, cabra u oveja, con leche cruda o pasteurizada), con un control estricto de calidad. Existe una inmensa variedad, entre los que podemos encontrar quesos de pasta blanda, prensados, frescos, azules, fundidos, y una amplísimo etcétera. De hecho, Francia es el único país del mundo que tiene tanta variedad de quesos.

Francia, país de los quesos.

Desde 2015, la comida gastronómica francesa entró en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Tanto como el vino, los quesos franceses son una “vitrina” mundial de la gastronomía francesa. Es un orgullo nacional y representa la manera de vivir “a la francesa” (art de vivre). Por lo tanto, el queso es considerado como un patrimonio gastronómico francés y es parte de la historia nacional. En promedio, los franceses consumen más de 23 kilos de quesos anualmente. Junto con los griegos, los franceses son los mayores consumidores de este producto a nivel mundial.

Los quesos forman parte de la historia francesa desde hace varios siglos. Tradicionalmente se consumen al final de cada almuerzo/cena (de “antipostre”) en un tabla de quesos, y cada región tiene sus propios quesos tradicionales, recetas y costumbres. Al día de hoy, el consumo es más diversificado y adaptado a los nuevos modos de consumo. Por ejemplo, se sirven también como snacks y acompañamiento para cocinar.

Francia cuenta con entre 350 y 400 quesos distintos. Por eso se dice que los franceses pueden elegir un queso distinto para cada uno de los 365 días del año. Pero en realidad, este país cuenta con más de 1.200 quesos distintos en varias categorías. Las categorías y “familias” más famosas son los quesos de pasta blanda (Brie, Camembert Caprice des dieux), los quesos de pasta prensada (Fol Epi, Emmental, Comté, Baby Bel), los quesos azules (Roquefort, Saint Agur y Bresse Bleu), los quesos de cabra (fresco y Saint Maure) y los quesos frescos (como Tartare), así como también los procesados (La vache que ri).

Todas las regiones de este país tienen sus propios quesos; a veces estos llevan el nombre de la región o de la zona o pueblo donde fueron fabricados. Por ejemplo, el queso Comté viene de la región Franche Comté, el Camembert de Normandía, y el Roquefort solo puede ser fabricado y madurado en el pueblo de Roquefort sur Soulzon, en el sur de Francia.

Por dónde empezar.

Los quesos franceses son tan distintos y variados que a un novato se le recomienda arrancar con los más clásicos y accesibles a nivel gustativo. Los quesos de pasta blanda (Brie, Camembert, Caprice des dieux), los de pasta prensada (Fol Epi) y los quesos frescos de cabra (Chavroux) son un buen punto por donde comenzar. Luego, el consumidor ya más interiorizado, puede ampliar su paladar y elegir quesos más complejos y “fuertes”, como los azules Saint Agur y Roquefort.

Para degustar este manjar de la mejor forma, se recomienda una tabla con un queso de cada categoría: quesos de pasta blanda, de pasta prensada, fresco, azul y de cabra. Siempre se sugiere degustarlos comenzando por los de sabor más suave y de ahí a los más intensos. Por ejemplo, los franceses suelen empezar una comida con un queso fresco, siguen con uno de pasta blanda, luego el de pasta prensada, para finalizar la experiencia con un queso azul. Para reconocer un queso de calidad se recomienda apelar a todos los sentidos: el aspecto visual y olfativo, su textura, gusto y aroma.

Tradicionalmente los quesos franceses se consumieron como antipostre, acompañados de pan y vino. Pero hoy se consumen en cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, almuerzo o como aperitivo, aunque también se se sirven como un plato propio o condimento. Realmente no hay límites a la creatividad y al consumo de los quesos franceses porque se pueden combinar con todo. Se pueden acompañar de embutidos, frutas, pan, carnes, pescados, vinos, cervezas, la lista es infinita. En Asia, los quesos franceses incluso se combinan con el sushi y el sake, y en México no es inusual degustarlos acompañados de tequila.

Los quesos franceses son productos gourmet, pero también accesibles para todos. Constituyen en sí mismos toda una experiencia gustativa, y en este sentido, se considera aparte de lo que el consumidor puede “experimentar” con quesos más básicos. Para conocer más y sucumbir a sus encantos visite la semana Franco-Belga en Tienda Inglesa, donde saldrá más que satisfecho. ¡Nous vous attendons nombreux!

Camembert ile de France

Es uno de los quesos más exquisitos de pasta blanda. Es un producto elaborado con leche de vaca pasteurizada y crema que se destaca por su delicioso sabor y textura suave. Fue creado en Francia, en un pueblo del que tomó su nombre. Su consistencia cremosa es una de sus principales características, y su fama se expandió a muchos países.

Camembert Merci CHEF

Se encuentra entre los quesos preferidos de Francia, por su notable delicadeza y sabor a leche fresca de la mañana, de fácil aceptación y versatilidad para consumir en todas las comidas del día , ya sea en un desayuno con pan, acompañando una sopa o ensalada del mediodía, de entrada con fiambres, o de postre a la francesa.

Brie mon sire

Se trata de un queso semiartesanal, de gran cremosidad, suave y de sabores sutiles. Uno de los más preferidos por los uruguayos. Este queso francés cuenta con una perfecta combinación de notas frutales, nueces y avellanas. Su textura pastosa, recubierta de la tradicional corteza de moho, hace del Mon Sire un queso único.

Caprice des dieux

O ”el capricho de los dioses”. Fue creado hacia finales de los 50 por Jean Bongrain, y se caracteriza por su corteza blanca y su textura cremosa, con matices de nata. Uno de sus rasgos más reconocibles es la forma ovalada de su packaging. Se recomienda que esté a temperatura ambiente desde 30 a 40 minutos antes de su consumo.

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La Fiesta Franco-Belga dura hasta el 25 de junio. Foto: AFP

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