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Seguir al Jubilar con Impulso

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Desearía que como el Jubilar fueran todos los liceos públicos del país", sostuvo semanas atrás, en Radio El Espectador, la próxima Ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz.

Sus palabra no cayeron bien en ADES, el gremio de los docentes de Enseñanza Secundaria, desde donde se alzaron voces críticas hacia la aspiración de la futura Secretaria de Estado.

Sin entrar en consideraciones ideológicas o político partidarias que, sin dudas, encierran la reacción del gremio, vale la pena recordar qué es y a qué apuestan el Liceo Jubilar y el Liceo Impulso. Ambas instituciones están ubicadas en la Cuenca de Casavalle que abarca siete barrios, en los que viven más de 85.000 personas. Se trata de una de las zonas estigmatizadas de Montevideo, donde los niveles de pobreza y marginalidad son muy altos. Hablamos de siete barrios en los que vive más gente que, por ejemplo, en las ciudades de Paysandú o Salto.

Desde hace mucho tiempo, el Estado se ha mostrado incapaz de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, a través del instrumento clave que hace que las personas puedan superar la adversidad: la educación.

En 2002, y en momentos en que estallaba la crisis económica más dramática de la historia del país, el Jubilar, por iniciativa de la Iglesia Católica abrió sus puertas para educar de forma gratuita, en un lugar donde campeaban todos los males que la falta de educación acarrea. Desde entonces no ha dejado de crecer y de sorprender por los resultados que sus alumnos logran.

En el Jubilar, los jóvenes estudian en un local adecuado, en condiciones dignas, con docentes comprometidos con su vocación y que cuentan con los elementos necesarios para enseñar. Al día de hoy son 400 los alumnos que asisten a cursar secundaria, a recibir apoyo para poder acceder a enseñanza terciaria y también lo hacen adultos que, en horario nocturno, concurren a terminar el Liceo.

Desde hace tres años, un grupo de empresarios privados fundó el Liceo Impulso en la misma zona de Casavalle. Comprometidos con la sociedad en la que viven y convencidos de que solo a través de la educación se pueden lograr las verdaderas transformaciones que el país requiere, decidieron fundar una institución de características similares al Jubilar, gratuita, pero laica, que a la fecha cuenta con 300 alumnos. También en Impulso los resultados que se van obteniendo son sorprendentes, por no decir extraordinarios.

El gobierno que asumirá el 1° de marzo tiene en la Enseñanza su mayor desafío. ¿Por qué entonces impedir que se sigan los pasos de experiencias exitosas? ¿Puede haber un logro mayor para un docente que comprobar cómo sus alumnos se superan, progresan y logran las herramientas para salir adelante en la vida?

La columna

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