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La sangre del papa Juan Pablo II venerada en Melo

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NIños: alumnos de un colegio católico de Melo participaron de la veneración. Foto: N. Araújo

Relicario llegó desde Roma, a los 30 años de la visita papal.

Cientos de católicos procedentes de distintos puntos de Melo, alumnos de colegios católicos, profesores, público en general y hasta jerarcas del gobierno departamental y feligreses confluyeron ayer en la Catedral de Melo para honrar la reliquia de San Juan Pablo II, que recorre el mundo y llegó a nuestro país.

Desde muy temprano, las campanas de la Catedral repicaron en señal de fiesta por la presencia de una gota de sangre del Papa proclamado santo. En vida visitó dos veces Uruguay; en la segunda oportunidad, en 1988, estuvo en Melo.

Ayer miles de fieles visitaron la Iglesia Catedral durante las diez horas en que la reliquia permaneció en exhibición. Se trata de un pequeño tubo con gotas de sangre de Karol Wojtyla, el llamado "papa viajero".

"Es una ampolla que contiene gotas de sangre líquida del Papa santo, que está insertada en un relicario que tiene la forma de un evangelio", dijo el obispo de la diócesis de Melo y Treinta y Tres, monseñor Heriberto Bodeant.

"Estamos ante una reliquia de primer grado, que son aquellas que fueron parte del cuerpo físico del santo", dijo el obispo.

La sangre fue tomada durante uno de los últimos exámenes antes de su muerte en la clínica Gemelli, de Roma. La ampolla se conserva en un recipiente de vidrio con aumento y es la que viaja por el mundo.

Amigo

El obispo Bodeant calificó la llegada de reliquia como "el retorno del amigo".

"De esta forma vuelve a Melo el Papa que visitara por primera vez Uruguay hace 30 años, con la histórica misa celebrada en Tres Cruces el 1° de abril de 1987. El próximo año se cumplirán 30 años de su visita a Melo, el 8 de mayo de 1988, con su mensaje al mundo del trabajo en la explanada de la Concordia", recordó Bodeant.

Esta reliquia llega a través de una congregación religiosa que llegó hace poco al país para instalarse en la Diócesis de Minas.

"Ellas trajeron desde Roma esta reliquia y han querido comenzar aquí la peregrinación, que continuará por otros países de América", sostuvo Bodeant.

Cinco de estas religiosas visitaron Melo ayer, entre ellas la fundadora de la congregación, Adela Galindo. Ellas animaron los momentos de oración en torno a la reliquia.

Alumnos del Colegio Diocesano María Auxiliadora fueron los primeros en llegar minutos después que las hermanas llegaran con la reliquia.

Allí pasaron de a uno; cada joven apoyaba la mano sobré el vidrio y sobre ella la cabeza, y disponían de 15 segundos para la oración.

Esto se repitió durante todo el tiempo que duró la muestra y no solamente con los colegios sino con todos los que se acercaron. De fondo se podía oír una tenue música y además la voz de Juan Pablo en sus homilías pronunciadas en diversas recorridas por Uruguay.

Las hermanas tomaron objetos como rosarios, anillos, medallas, crucifijos, los bendecían y los pasaban por el vidrio que guarda la sangre, por lo que decenas de personas regresaron a la casa en busca de alguna pertenencia para bendecir.

La reliquia, que ya estuvo en Uruguay en junio de 2015, se expondrá también en Montevideo mañana miércoles en la Catedral Metropolitana, y el jueves 30 de marzo en el Santuario del Señor Resucitado, en Tres Cruces.

En ambos lugares la reliquia estará expuesta entre las 10:00 y las 18:00 horas.

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