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Pelear contra el COVID-19 en Nueva York: la carta de una médica uruguaya

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Clara Giambruno, pediatra uruguaya en Nueva York. Foto: Gentileza Reaching U

PANDEMIA

“Ver en pocos días una cantidad tan grande de pacientes con insuficiencia respiratoria fue traumático”, escribió la pediatra Clara Giambruno.

Clara Giambruno, es uruguaya, pediatra y vive en Nueva York.  Desde hace años atiende niños internados en CTI de hospitales de esa ciudad. Uno de ellos, el SUNY Downstate Medical Center University Hospital se convirtió en el  centro de atención para pacientes con COVID-19.  Giambruno atendió pacientes y también se contagió la enfermedad. Decidió escribir una carta sobre lo que vio y sintió trabajando en la primera línea de batalla contra el virus. 

Estimados todos:

Les escribo para compartir mis vivencias durante la epidemia de Covid19 en la ciudad de Nueva York. Normalmente trabajo como médico atendiendo a niños internados en el CTI de varios hospitales en la ciudad de Nueva York. En particular en SUNY que fue uno de los más afectados al ser designado como centro de Covid en el estado de Nueva York.

Mi vida y la de mis colegas cambió drásticamente a raíz de la epidemia. Tanto los pisos de pediatría como los CTI pediátricos donde trabajábamos pasaron a llenarse de adultos con Covid, algunos muy graves. Los enfermos que vi iban de los 28 a los 75 años. Hace semanas que no veo a un niño. Todo se llenó en pocos días y no dábamos a basto. Los pacientes graves desbordaban los CTI y preparamos como mejor pudimos salas de intermedio.

Ver en pocos días una cantidad tan grande de pacientes con insuficiencia respiratoria fue traumático. Se sentía en el autoparlante un llamado a los anestesistas para entubar un paciente a cada rato. Lo que más me impresionó fue mi visita a la sala de emergencia cuando intenté encontrar una de nuestras enfermeras que había llegado enferma con gran dificultad respiratoria. Fue imposible encontrarla en ese mar de pacientes que desbordaban las salas y llenaban los corredores y al verte pasar te pedían ayuda. Una imagen de desesperación que aun trato de sacar de mi mente. Desgraciadamente ella también terminó entubada, aunque por suerte ya respira sin ayuda.

Algo muy triste y creo en algunos casos injusto fue que estos pacientes fueron aislados de sus seres queridos por precaución. Hice lo posible por hablar con cada familiar de mis pacientes por teléfono para ponerlos al día y a veces pude ponerlos en contacto por WhatsApp para que se vieran. Pero era difícil para ellos comunicar porque estaban muy enfermos y en algunos casos entubados. Sentí la angustia que pasaron todos los familiares. En especial me pesa que algunos no pudieron despedirse de sus seres queridos.

Todos los médicos, enfermeras y técnicos respiratorios de los distintos departamentos trabajamos juntos durante todo esto. No importaba tu especialidad. Varios nos enfermamos con Covid y tuvimos que aislarnos por un tiempo. Por suerte llegaron de otros estados enfermeras, médicos y técnicos que nos ayudaron y apoyaron enormemente. Había un espíritu de solidaridad enorme. Nos llegaban también donaciones de comidas y de tapabocas y gorros para protegernos. Es sorprendente que no tuviésemos la protección necesaria pero nos adaptamos estirando el uso de las mascaras y túnicas, y limpiando las protecciones plásticas faciales todos los días al terminar de ver los pacientes. Desde hace una semana que se percibe una mejoría. Tenemos menos ingresos en el hospital. Hay pocos llamados por el parlante para entubar. Estamos todos más serenos. Parece que fue un sueño toda esa locura que vivimos.

La ciudad de Nueva York sigue medio desierta. En el subte somos pocos y todos con mascaras. En los ómnibus te hacen entrar por atrás para no exponer al chofer y no se paga. Más de una vez me e ha tocado un rebelde que grita y protesta sin mascara. Me han dado ganas de explicarle que esto es real. Que la gente esta muriendo, pero aun no lo he hecho. Toda esta gente que protesta las medidas tendría que pasar un día en el hospital. Creo que es difícil entender hasta que vez el sufrimiento, las muertes, los tráiler para los cadáveres.

Queda la incertidumbre de cómo y cuándo volveremos a una cierta normalidad. Aprendimos y estamos aprendiendo sobre distintos medicamentos y sobre el comportamiento del virus. Pero no tendremos una vacuna por al menos 12 a 18 meses. No podremos evitar que el virus avance pero sí podemos enlentecerlo y proteger a los más frágiles hasta que salga una vacuna. Habrá otras olas de contagio pero si tomamos medidas serán menores y manejables por el sistema de salud.

Yo al principio vivía pensando cada día que iba a trabajar si ese seria el día en que me contagiaría. Hasta que ocurrió y por suerte tuve un caso leve. Si bien aun no se entiende bien por cuanto tiempo podrá durar la inmunidad, me siento mas tranquila cuando veo enfermos con Covid. En pocos días espero hacerme el test para ver mis anticuerpos. Es este el test que espero se realice en gran escala pronto y que determinara quien ha tenido Covid y probablemente tiene anticuerpos que lo protegerán. Estoy convencida que existe un numero muy grande de personas en Nueva York que lo han tenido sin saberlo.

Me despido y espero que todos Uds. y sus seres queridos estén bien.
Un abrazo, 
Clara

Giambruno es además, es directora de ReachingU, una fundacio?n que financia y co-crea programas de educacio?n de calidad para nin?os y adolescentes en situacio?n de vulnerabilidad en Uruguay.

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