LA MARCHA DE LA PANDEMIA

Luego de días de desborde y sobrecarga, el sistema de salud empezó a percibir la relativa desaceleración de la epidemia que señalan con cautela los científicos. Los médicos vienen observando que la demanda en puertas de emergencia y en atención prehospitalaria en general es algo más manejable. Y si bien los pisos de internación están “llenos” de pacientes Covid, la voz de alerta por el colapso inminente redujo al menos su intensidad.

En los CTI las cifras se mantienen estables. Hay lugares con niveles de ocupación equivalentes a saturación, como el Hospital Español, Rivera en general, el Hospital de Las Piedras o el propio INOT, que ha utilizado todas las camas que ha abierto. Sin embargo, la ocupación global se ha mantenido en el entorno del 75%, e incluso ha bajado un poco: llegó a ser 79% el domingo, y ronda el 74% ahora. Esto pese a que la ocupación por Covid viene, en sentido contrario, en una tendencia de (lento) crecimiento.

La relativa contención de los CTI se explica por varios factores. Uno de ellos es la cantidad de fallecimientos registrados en estos días en unidades de cuidados intensivos. En ese sentido, ayer se dio la cifra más alta de muertes en CTI en lo que va de la pandemia: 36. Los decesos, junto con las altas (que ayer fueron 21), casi equiparan los 58 ingresos que hubo.

A su vez, los internistas están derivando muy selectivamente los pacientes a los CTI y se analiza “caso a caso” si es posible evitarlo dándoles asistencia alternativa y monitoreando su evolución.

Además, a pedido del Ministerio de Salud Pública los prestadores hicieron un “esfuerzo” por agregar más camas, y en la última semana se sumaron 58, según pudo relevar el intensivista Luis Núñez.

“Han aumentado las camas en todos lados. Entonces, como toman saturación solo con el criterio de ocupación de camas, no se ha llegado a eso en la mayoría de los lados”, dijo Núñez a El País.

El ministro Daniel Salinas dijo, por su parte, que “el aumento de camas completas es inocultable”.

Salinas explicó que el MSP les vende a los privados las camas a debitar en sus cuotas Fonasa. A los públicos se las entrega sin más y ellos las ponen en funcionamiento. “Facilitamos así la no especulación de costos excesivos por demanda”, justificó Salinas.

Además de las 50 camas adicionales, el jerarca hizo hincapié en el equipamiento adquirido y colocado (unos 200 equipos de ventilación, de los cuales hoy llegan otros 50).

En ese sentido, afirmó a El País: “Es impresionante el despliegue. Corremos contra el tiempo. Vamos a lograr un éxito parcial (en evitar la saturación). Tenemos capacidad de reacción y resolvemos”.

También mencionó los 2.900 enfermeros y 300 médicos formados para trabajar subordinados a un intensivista y “en función transitoria mientras estemos en ‘guerra’”. “Vamos a salir adelante, sépalo”, concluyó.