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Cada día ASSE recibe 231 llamadas para asistir casos policiales

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Las ambulancias de SAME 105 cumplen diferentes servicios de atención médica, como emergencias y traslados de pacientes. Foto: Leonardo Mainé

ASISTENCIA DE EMERGENCIA

Rapiñas, copamientos y hasta tomas de rehenes: un día con un equipo médico de SAME 105.

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Romina tuvo que ser trasladada de apuro a Montevideo desde el norte del país por un quebranto de salud. Elvira llamó al 911 por un cuadro infeccioso. Santiago protagonizó un siniestro de tránsito en Paso Molino y fue llevado a un hospital público.

En la Avenida 8 de Octubre y Agustín Abreu, un especializado equipo de médicos, paramédicos, enfermeros, choferes y telefonistas evacúan consultas médicas, derivan llamadas de emergencia y urgencia y hasta coordinan los traslados sanitarios aéreos de un extremo a otro del país. Allí funciona la mesa de coordinación de llamadas del Servicio de Atención Médica Extrahospitalaria (SAME) 105, la red de ambulancias de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

Son las nueve de la mañana, y en la mesa de coordinación -una sala acondicionada con un call center- un pediatra, un médico general y al menos cinco telefonistas atienden consultas y derivan emergencias. De las casi 700 llamadas que responden a diario, 231 provienen del sistema cerrado del 911. Es que mientras el equipo trabaja y pasa las llamadas a las ambulancias o autos en toda la ciudad, un comando recibe específicamente las alertas de la Policía.

Rapiñas, copamientos y hasta casos de toma de rehenes son cuestiones de todos los días en la mesa de entrada. “Hay de todo, mirá”, dice a El País el responsable de gestionar las llamadas policiales y muestra la computadora. “Esta es una rapiña pero hasta que la Policía sanitaria no nos solicite asistencia médica o no haya heridos, no podemos hacer nada”, explica después.

SAME 105 cuenta con 37 ambulancias y 14 automóviles para atender la demanda sobre todo en Montevideo y la zona metropolitana. Las ambulancias parten de distintas zonas o bases en centros de salud en diferentes barrios montevideanos, desde el Prado al Cerro.

El pedido de ayuda llega a la mesa de coordinación, se despacha y rápidamente la solicitud se traslada a la ambulancia en la que aguarda un médico, un enfermero y el chofer del vehículo. “Hay ocasiones en las que nos pasan llamados toda la mañana, hay otras en las que durante horas estamos con el mismo paciente, esperando a que se liberen las camas para su internación”, cuenta a El País una médica que trabaja en una de las ambulancias de ASSE.

Y dice que la rutina suele ser la misma casi todos los días, excepto cuando hay un politraumatizado grave o un hecho que requiera especial cuidado.

“Atención unidades, toma de rehenes en Carlos Tellier”, reporta la radio operadora de la mesa de control.

En cuestión de minutos, el equipo de una de las ambulancias que realizaba un recorrido junto a El País llega al lugar, incluso antes que el negociador del Ministerio del Interior. Se trata de un hombre de 27 años que se atrincheró en una vivienda del complejo habitacional del BPS en Tres Ombúes, entró a la fuerza a un apartamento, golpeó a su propietaria, una mujer de 72 años, la amordazó y la mantuvo como rehén varios minutos.

Rehén: una anciana de 72 años fue secuestrada durante minutos. Foto: Leonardo Mainé
Rehén: una anciana de 72 años fue secuestrada durante minutos. Foto: Leonardo Mainé

Al final el secuestrador, que liberó a la anciana, se entrega a la Policía luego de una hora de negociaciones con efectivos policiales. La mujer es asistida por el médico y enfermero de SAME 105 que, minutos antes de ingresar al complejo, había notificado por radio que no ingresarían al predio hasta que no estuviera garantizada su seguridad. Ya con apoyo policial, el personal de salud ingresa al predio, atiende a la víctima y la traslada a un centro de salud tras constatar que había sido golpeada y amordazada.

Zonas rojas.

Si bien en ASSE prefieren no llamarle “zonas rojas” a los barrios periféricos en los que resulta difícil trabajar dado el aumento de robos, lo cierto es que así se los conoce en el ambiente médico. El año pasado se registraron más de diez casos de robos a choferes y personal médico de las ambulancias públicas y privadas.

Cuando ocurre un caso como estos, se activa automáticamente el protocolo con “Clave 1”, es decir, solo atienden las emergencias reales e ingresan a las “zonas rojas” o de riesgo con el apoyo de un móvil de la Policía.

El director de SAME 105, François Borde, señaló a El País que aplican el protocolo: “Si hay una balacera, se envía a la Policía, no es que no vayas”.

En julio del año pasado una médica del móvil 104 de SAME 105 envió un audio de WhatsApp a otros colegas, donde relataba: “Asaltaron a mi chofer con una cuchilla de unos 20 centímetros, le abrieron el auto y le pusieron una cuchilla en el tórax, estamos bien”.

En menos de 24 horas, dos móviles de emergencia médica habían sido asaltados. El primer caso ocurrió en el barrio Plácido Ellauri a cuadras del Borro y el segundo en pleno Casavalle. La grave situación llevó a los médicos a activar el protocolo de seguridad. Por eso, durante estas horas, los equipos médicos se encuentran en “Clave 1”.

En esa oportunidad, el SMU manifestó su preocupación por los “sucesos con algunas modalidades nuevas” como por ejemplo la agresión mediante un arma de fuego a personal de las ambulancias solo por el hecho de estar identificadas como tales o por tener una sirena con luces. También el año pasado una ambulancia fue baleada en las inmediaciones de Mateo Cortés y Veracierto, en Flor de Maroñas.

El disparo alcanzó la parte delantera del vehículo y, si bien no dio en el conductor de la ambulancia, atravesó su asiento. No hubo una explicación lógica para ese ataque. Suponen que les dispararon porque confundieron las luces de la ambulancia con las de un patrullero.

El hecho desencadenó que la cámara de emergencias decidiese aplicar un nuevo protocolo para los móviles con sirenas y luces. Al final, la Intendencia de Montevideo aprobó el uso del color verde en las sirenas de las ambulancias en lugar de los colores rojo, azul y blanco. Estos generaban confusión dada su similitud con los que usan los patrulleros.

En 2018 se realizaron 50 vuelos sanitarios

El año pasado se realizaron 50 vuelos sanitarios de pacientes con problemas de salud, informaron en SAME 105 a El País. Su director, François Borde, explicó que los traslados se pueden hacer con helicópteros y con aviones y avionetas de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU). Por ejemplo, para el traslado de pacientes graves ya se ha utilizado en varias ocasiones el denominado “avión presidencial” (C-29 Hawker).

La cantidad de vuelos sanitarios realizados viene en ascenso, dado que en 2017 se registraron 43 de ese tipo. “Pasamos de ser una emergencia prehospitalaria a un centro regulador de emergencia, en el que la ambulancia es un elemento más pero no es el único, a diferencia de las privadas, donde el producto es la ambulancia”, dijo Borde.

Hasta agosto del año pasado, el avión había sido utilizado más veces para el traslado de autoridades que como un avión para movilizar pacientes, según un informe que presentó el ministro de Defensa Jorge Menéndez al senador Javier García.

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