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Denuncian condiciones de trabajo de médicos cubanos en mutualista de Treinta y Tres

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Varios médicos cubanos que trabajan en Comett denuncian también falta de insumos. Foto: Fernando Ponzetto

COOPERATIVA MÉDICA DE TREINTA Y TRES

La Federación Médica del Interior (FEMI) denunció ayer ante la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) la “precarización laboral” de unos 20 profesionales.

En la Cooperativa Médica de Treinta y Tres (Comett) hay médicos extranjeros que, para sobrevivir, tienen que hacer las veces de ginecólogos o de pediatras, pagar remedios de sus propios bolsillos o rezar para que no haya nuevos pacientes ingresados al centro de salud.

La Federación Médica del Interior (FEMI) denunció ayer ante la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) la “precarización laboral” de unos 20 médicos, la mayoría cubanos y venezolanos que no cobran sus salarios desde enero en la mutualista de Treinta y Tres, cumplen largas jornadas de trabajo y atienden a más pacientes de lo estipulado por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

En paralelo, los médicos denuncian la falta de insumos básicos, como jeringas, guantes, gasas, vendas y hasta fármacos para bajar la fiebre o tratar la presión de los pacientes. En un caso muy recordado, los profesionales contaron a El País que “para poder solucionarlo, esperábamos a que el recepcionista pudiese cobrar algo en la caja y generar el dinero para concurrir a una farmacia externa y comprar un poco de cada ítem”.

Incluso los exfuncionarios cuentan que si no fuera por diferentes acuerdos que la institución fue alcanzando con Casa de Galicia (primero) y luego con el Casmu, el servicio médico sería realmente nulo.

El integrante de la Unidad de Negociación de FEMI, Osvaldo Bianchi, dijo a El País que la denuncia ante el Ministerio de Trabajo se centra en las “condiciones laborales de los médicos, la precariedad laboral (todos en régimen de facturación) y deudas contraídas de la empresa con ellos por no pago de salarios desde enero”.

Para Luis Casals, un médico cubano que llegó a ser coordinador en Comett, “la no solvencia económica de la mutualista pone en riesgo la atención adecuada a los pacientes”. El profesional contó, por ejemplo, que hay pacientes “en una larga lista de espera de estudios especializados”, que en plena pandemia no había elementos de bioseguridad y que las ambulancias no contaban con combustible.

“Que una ambulancia no tenga el combustible disponible y que los choferes sean quienes tengan que en caso de una urgencia ponerle combustible por humanidad, es algo inaudito”, dijo Casals.

En junio, durante la visita del presidente Luis Lacalle Pou a Treinta y Tres por un nuevo brote de coronavirus que se registró en otra mutualista, la Asociación de Funcionarios de Comett transmitió su preocupación al mandatario que recibió una carta de los trabajadores. La misma fue respondida ese mismo mes por Presidencia en un mail al que accedió El País en el que se informó del traslado del tema al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas.

El caso está hoy a estudio de la Junta Nacional de Salud (Junasa) en Salud Pública. De hecho, El País accedió a un informe de la División Economía de la Salud en el que se afirma que la mutualista “mantiene en los últimos años una situación compleja, asociada al hecho de contar con un número de afiliados muy bajo, que pone en permanente riesgo el sostenimiento del sistema”. Por otro lado, la División detectó “una grave situación económico-financiera” tras realizar varios informes que así lo demuestran. “La institución posee patrimonio negativo y un endeudamiento superior a los US$ 4 millones”.

El País intentó comunicarse sin éxito con las autoridades de Comett.

En el gobierno evalúan situación de la institución

En el Ministerio de Salud Pública (MSP) y en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) están enterados de la situación que atraviesa la institución. De hecho, fuentes políticas y de la salud consultadas por El País coincidieron en que el gobierno ya manifestó en más de una oportunidad que no se descartaba asumir el control de la institución. Es que al MSP le preocupa la atención de los pacientes, sobre todo en tiempos de pandemia por el coronavirus.

En marzo de este año, Comett tenía 1.895 afiliados, constituyendo uno de los centros de salud con menos socios de todo el país. En la reciente apertura del “corralito” mutual que se dio en febrero, la institución perdió más de 300 usuarios que se cambiaron a alguno de los otros prestadores en el departamento.

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