GESTIÓN EN SALUD

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Casmu

está contratando a médicos y licenciados en enfermería para trabajar en el nuevo el CTI del hospital público de Treinta y Tres, que fue inaugurado por el ministro de Salud, Daniel Salinas, y el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, el martes 14 de julio.

Cipriani confirmó a El País que la mutualista se está encargando de la contratación de los profesionales del CTI y aseguró que es una nueva forma de gestión que permitirá importantes ahorros al Estado.

La Federación Médica del Interior (FEMI), la Agrupación Médica de Treinta y Tres, y la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) pidieron información por esta nueva manera de contratar. El presidente de SUMI, Luis Núñez, dijo a El País que solicitó un informe al Sindicato Médico del Uruguay porque “debería haber un llamado a concurso para los cargos y eso aparentemente no se estaría cumpliendo”.

Núñez considera que el acuerdo entre ASSE y Casmu para que la mutualista se encargue de la contratación de los médicos y licenciados de enfermería para el CTI público “se mantuvo con total ocultismo”.

“A la sociedad no se le dijo nada. A los médicos que se llamó (para contratarlos) se les pidió reserva. Además, la diferencia en el pago comparada con otros CTI de ASSE es atroz”, agregó el presidente del gremio de los intensivistas. Mientras que Casmu ofrece $ 1.400 por hora a médicos para trabajar en el CTI de Treinta y Tres, ASSE ofrece $ 800 por el mismo cargo en otros CTI públicos.

A su vez, la Agrupación Médica de Treinta y Tres hizo un pedido de información sobre el funcionamiento al director del hospital, Pedro Aldave, para conocer quiénes son los profesionales que están trabajando allí. Aldave explicó a El País que no cuenta con esos datos porque la contratación de médicos y licenciados de enfermería está tercerizada. “La parte de recursos materiales, el personal de enfermería y auxiliares de servicios sí la gestionamos nosotros”, agregó.

De las ocho camas inauguradas el 14 de julio por las autoridades hay cuatro disponibles, por falta de recursos humanos y por otro tipo de necesidades. El jerarca informó que no hay personas internadas en el CTI.

A su vez, dirigentes de FEMI se reunieron el jueves pasado con Cipriani y le expresaron su preocupación por la forma de contratar a los médicos. Fuentes del sindicato explicaron a El País que ni ASSE ni Casmu deberían pedir a los médicos que facturen, sino que deberían ser contratados.

El presidente de ASSE defiende la tercerización de los contratos por considerar que, cuando la pandemia avanzaba desde el norte, no tenía otra vía para aumentar la capacidad en CTI en esa región. “En esa zona ASSE no tenía CTI, lo que causaba que un paciente de Cerro Largo o Treinta y Tres tenía que ser trasladado muchas veces hacia Montevideo”, explicó Cipriani.

ASSE tenía un convenio con el Instituto Asistencial Colectivo (IAC) de Treinta y Tres, por el que se reservaba una de las seis camas de esa mutualista para pacientes del prestador público. “Con lo que pagábamos el día/cama (al IAC), por tener una cama de reserva, pagamos el personal del nuevo CTI”, agregó Cipriani, que estima en $ 50 millones el ahorro anual.

¿Por qué ASSE no se encarga de la contratación de médicos y licenciados para el CTI público, y lo hace una mutualista privada? “No tengo recursos humanos y eso sale del rubro cero, que es lo que se puede presupuestar. En ese rubro, no tengo la plata para hacerlo. Vamos a ver la viabilidad del CTI, cómo responde, y más adelante vamos a presupuestarlo. Pero la decisión fue operativa y práctica: tengo que tener un CTI operativo ya. De ahora en más con el Estado tenemos que empezar a trabajar así. Esto es eficacia”, agregó el presidente de ASSE.