En medio de la ciudad de Artigas, en las calles Quaraí y Paraguay, funciona desde 1998 un zoológico privado. Se trata de un predio de seis hectáreas a pocas cuadras del centro. Debido al desarrollo errático que ha tenido la ciudad, el lugar está rodeado de viviendas por un lado y, por otro, de una importante área descampada.

El emprendimiento se encuentra a cargo de Javier Ferreira Fraga y su familia. Desde el año pasado, el proyecto cuenta con personería jurídica, por lo que pueden contar con socios colaboradores para hacer frente a las erogaciones necesarias para alimentar a los ejemplares alojadas.

La administración está a cargo de una sociedad civil sin fines de lucro. Ferreira también es funcionario municipal a cargo de los animales autóctonos que la Intendencia de Artigas tiene en el parque Piedra Pintada, por lo que cuenta con un grado de especialización que le permite brindar buenas condiciones de vida en cautiverio a las distintas especies. Prueba de esa capacitación es el adecuado entorno que se observa en el lugar, con abundante sombra y espacios verdes.

Los vecinos y turistas pueden visitar el lugar sábados y domingos. El precio de la entrada es de $ 50 para adultos y 40 para menores de 12 años. Durante la semana, previa coordinación, reciben delegaciones de escolares y liceales.

Ferreira sostuvo que no cuentan con exoneraciones, "ni siquiera la contribución inmobiliaria".

El zoológico artiguense cuenta con un total de 42 especies. En las próximas semanas incorporarán un león donado por el zoológico de Salto, y a tales efectos están construyendo una jaula de proporciones, para que el animal "tenga comodidad".

La incorporación del felino "se ha demorado por razones económicas. Construir el recinto supuso un importante gasto, que se financia con lo que recaudamos mes a mes", aseveró Ferreira.

Con el paso de los años comienzan a verse los primeros éxitos del zoológico y reserva de fauna. En este lugar lograron la reproducción en cautiverio de un agutí y de un yacaré, contando actualmente con cinco pichones de un año y otros dos de dos. Con relación al agutí, roedor "que se parece a un apereá grande", Ferreira anotó que se trata de una especie en extinción, y "haber logrado su reproducción fue una verdadera alegría". Ferreira manifestó que "primero vino el macho, después la hembra, ahí nos hicimos la ilusión de lograr que se reprodujeran, pero nunca creímos que se fuera a lograr en un año y medio".

El zoológico artiguense también ofrece la posibilidad de ver aves de distinto tipo, monos, cabras enanas de Gabón, ciervos, llamas y ñandúes. Además, el lugar cuenta con una pareja de yacarés que ha logrado reproducirse, algo que requirió mucho tiempo para la preparación. Ambos llegaron al lugar como una donación de particulares.

Construyen jaula especial para que tenga “comodidad”