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Ricky fue capturado en Cerro Norte tras dos semanas fugado

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Ricky: Ricardo Astesiano, que hoy tiene 23 años, es padre de dos hijos. Foto: Facebook

Retorna al Inisa donde se encuentra recluido desde 2008 por homicidio y rapiña.

El delincuente conocido como Ricky fue capturado en la tarde de ayer por la Policía en Cerro Norte tras haberse fugado el pasado 18 de mayo durante una salida transitoria. El joven de 23 años volverá al Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) donde estaba recluido desde 2008 por homicidio, rapiñas y más de 15 fugas.

La jueza de Adolescentes Patricia Borges le concedió, el pasado mes de noviembre, autorización para salir a trabajar en el Puerto de Montevideo. Lo hizo pese a la oposición de la fiscal Nancy Hagopian y a informes desfavorables del Instituto Técnico Forense (ITF).

Para resolver a favor de la salida transitoria de Ricky, la jueza Borges se basó en informes del Inisa que sostenían que el joven se había recuperado. "Él se merecía una oportunidad", dijo en ese entonces a El País un jerarca del Inisa.

Consultada sobre su negativa para autorizar la salida transitoria de Ricky, la fiscal Hagopian dijo que se opuso a todos los pedidos realizados por el Inisa en favor del joven.

"Yo no autoricé la salida de ese interno. La jueza autorizó su salida contra la vista fiscal. Le dije a la jueza que los informes del ITF eran desfavorables. Además, yo entiendo que en los casos de asesinatos, los adolescentes deben cumplir la totalidad de la pena", dijo la representante del Ministerio Público a El País.

Según confiaron fuentes del Inisa, en la audiencia judicial Patricia Borges exhortó a todas las partes que no trascendiera a la prensa su decisión de otorgar las salidas transitorias al joven. Dentro del sistema, la sola mención pública del nombre Ricky genera alarma y la magistrada pretendía que el interno no fuera "estigmatizado".

El delincuente es uno de los 120 adultos que conviven con los menores recluidos en los centros de internación del organismo. Muchos de ellos cumplen penas por delitos que cometieron cuando eran menores pero que se han incrementado porque incurren en nuevos delitos cada vez que se fugan.

Antecedentes.

Ricky llegó a ser, a comienzos de esta década, uno de los adolescentes infractores más mediáticos. En 2010, cuando tenía 16 años, lideraba una banda de menores rapiñeros procedentes de un asentamiento de Malvín Norte y fue capturado. Pero poco tiempo después —en 2011— volvió a fugarse y prosiguió una carrera de delitos que incluyeron seis rapiñas y un homicidio a un guardia de seguridad del Discount Bank en el barrio Goes.

Fue arrestado más tarde y lo condenaron a más de 4 años, que se sumaron a las penas residuales que arrastraba por las fugas. Ricky confesó a la Policía haber participado con otros menores en ocho copamientos y el robo a varias entidades financieras y distribuidoras en el Cerro y el Paso Molino. También participó en asaltos a bancos y restaurantes.

Durante los últimos años en que Ricky permaneció recluido en establecimientos de adolescentes, escribió un diario. En algunos de los pasajes (a los que accedió El País), relata en detalle sus numerosas fugas de establecimientos del INAU y los delitos que cometió en los períodos en que estuvo libre.

"Estoy preso desde los 13 años. Siempre que estuve en la calle fue porque estaba fugado". Narra en las páginas los conflictos y penurias que sufrió durante su reclusión, y los motines en los que tomó parte. En el transcurso de su internación, a partir de 2014, cursó varios años de liceo y concurrió a talleres de albañilería y sanitaria. "Si me preguntan qué quiero hacer, me gustaría salir a trabajar. Que me dieran alguna licencia corta para acostumbrarme a la calle de a poco. Conseguir ayuda para poder ver a mi hijo. A veces siento miedo de mí mismo, de las decisiones que tengo que tomar cuando salga. Un funcionario me dijo una vez que va a ser lo mismo que un adicto a las drogas después de rehabilitarse: tendré que decir "no" todos los días. Y no sé si estoy preparado para eso".

A pesar de que está recluido desde los 13, el joven admitió que comenzó a delinquir cuando tenía 8 años.

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Ricky: Ricardo Astesiano, que hoy tiene 23 años, es padre de dos hijos. Foto: Facebook

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