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Represalia de Israel sobre Uruguay por voto en ONU

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Protagonistas: Nin Novoa y Netanyahu en una relación que ha cambiado. Foto: MRREE
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Benjamin Netanyahu ordenó reducir relaciones al mínimo con doce países.

Como en 2014, la histórica relación entre Uruguay e Israel atraviesa problemas. El gobierno de ese país convocó a los embajadores de los países que integran el Consejo de Seguridad de la ONU (entre los que está Uruguay) para apercibirlos por su apoyo a la resolución que el viernes declaró ilegales las colonias judías en zonas que también reclama la Autoridad Nacional Palestina.

Uno tras otro, los representantes de China, Francia, Rusia, Gran Bretaña, España (que preside el Consejo este mes), Egipto, Japón, Ucrania, Uruguay y Angola fueron visitando a sus interlocutores en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalén para una "reunión de clarificación", según fuentes diplomáticas consultadas por la agencia EFE.

Las fuentes explicaron que debido a que ayer fue Navidad —el diario progresista Haaretz comparaba la situación con "convocar a un diplomático israelí en Yom Kipur", el día más sagrado del judaísmo— algunos de los embajadores no se encontraban en el país, por lo que asistieron a la convocatoria sus segundos o encargados de negocios. Por Uruguay fue el encargado de negocios de la Embajada, Miguel Moro.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a sus ministros que durante las próximas cuatro semanas, hasta que asuma como presidente de Estados Unidos Donald Trump, se abstengan de viajar a los 12 países que, como Uruguay, votaron a favor de la resolución de condena a los asentamientos judíos, así como de reunirse con representantes de sus respectivos gobiernos. La decisión es evidencia clara de la molestia (que tiene larga data) de Netanyahu con la Administración de Barack Obama. Netanyahu quedó muy molesto con Obama cuando este llegó a un acuerdo con Irán respecto al arsenal nuclear de ese país.

La oficina de Netanyahu también convocó al embajador de Estados Unidos, Dan Shapiro, con la intención de "reprocharle" la abstención de su país en la ONU, según el servicio de noticias Ynet. Como miembro permanente de la ONU, Estados Unidos podría haber vetado la resolución, pero no lo hizo. La convocatoria a Shapiro es algo sin precedentes en la historia diplomática de las relaciones entre Estados Unidos e Israel. Estados Unidos ha sido el principal aliado de Israel, desde que este país fue creado.

Uruguay también tiene una larga relación con Israel y votó a favor de su creación en la ONU, hace ocho décadas.

Aprobada por 14 a favor, ninguno en contra y la crucial abstención de Washington, la resolución exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.

La resolución condujo a un choque frontal entre Israel y el presidente Barack Obama, al que Netanyahu ha acusado de "abandonar a su suerte" a Israel en una "resolución antiisraelí vergonzosa".

Ayer, en su acusación más explícita, el primer ministro israelí dijo al comenzar la reunión semanal del Consejo de Ministros: "De la información que tenemos, no nos cabe duda de que la Administración Obama estuvo detrás de su gestación (de la votación), la apoyó, coordinó su redacción y exigió su aprobación".

Horas antes el ministro de Medio Ambiente, Zeev Elkin, reveló que había constatado con las autoridades de Ucrania que Washington le exigió el voto a favor, cuando el gobierno de Kiev se inclinaba por la abstención.

Los únicos países que no han sido convocados a "clarificación" han sido Venezuela y Malasia, con los que Israel no tiene relaciones diplomáticas, y Nueva Zelanda y Senegal, que no le han enviado un embajador. Estos cuatro países impulsaron la resolución después de que Egipto, redactor original, la retirase de la mesa del Consejo por presiones de Israel. Netanyahu llamó ayer a consultas a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal y suspendió a este último país toda ayuda financiera, una medida también aplicada a cuatro organismos de la ONU.

La Cancillería uruguaya no hizo ayer comentarios.

Apoyo a cancillería.

La resolución domina la agenda política israelí, con llamamientos como el del ministro y líder de un partido procolonización, Naftalí Bennet, para anexar las denominadas zonas C de Cisjordania, que representan más de la mitad de Palestina.

En Uruguay, el diputado socialista Roberto Chiazzaro, que preside la comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja, dijo a El País que "acá no hay ninguna sorpresa" porque Uruguay "hace muchísimos años" que condena los asentamientos judíos y propugna la coexistencia del Estado de Israel con uno palestino.

"Uruguay siempre ha tenido excelentes relaciones con Israel. Fuimos de los primeros países en reconocer la independencia de Israel. Este Estado siente que le está faltando el apoyo de Estados Unidos, que siempre lo ha apoyado. Respecto a nosotros, sería bueno que hubiera una rectificación israelí. No se ataca a los amigos porque los amigos nos hagan ver los errores que cometemos. El Estado de Israel está convencido de que en la región puede hacer lo que quiere y no es así", sostuvo.

La senadora nacionalista, Verónica Alonso, que integra la comisión de Asuntos Internacionales del Senado, dijo a El País que es verdad que los asentamientos no se ajustan a la legalidad, pero consideró que se debe ver el conflicto palestino-israelí "como un todo" que debe abordarse con una negociación que ponga "todos los temas arriba de la mesa" y que contemple la coexistencia de dos Estados. Alonso recordó que Israel "es la única democracia de la región" y que también deben condenarse los abusos de países como Irán.

Cortocircuitos en la relación.

El mal momento en la relación con Israel viene pocas semanas después de que el canciller Rodolfo Nin Novoa visitara el país y de que recibiera el Premio Jerusalén que otorga la Organización Sionista del Uruguay. El canciller agradeció en ese momento la distinción y dijo que Jerusalén ha sido un lugar donde para muchas religiones han sucedido milagros, y ahora debe ser el lugar de "un milagro de paz que deben poder hacer los hombres" entre los pueblos de Israel y Palestina. En Israel Nin Novoa se reunió con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Otro mal momento se produjo cuando, durante 2014, el expresidente José Mujica consideró que las acciones de Israel en la franja de Gaza constituían un caso de genocidio. En parte para subsanar lo ocurrido, el nuevo gobierno nombró a Bernardo Graiver, funcionario judío, como secretario general de Cancillería.

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Protagonistas: Nin Novoa y Netanyahu en una relación que ha cambiado. Foto: MRREE

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