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Repartidor ejecutado con su propia arma en Colón

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Eran poco más de las 13:00 horas de ayer sábado, cuando Javier Soria (40) entregaba un pedido en un pequeño almacén de Aparicio Saravia y Camino Lecocq. El dueño lo atendió, como siempre a través de una reja, que puso luego de sufrir varios robos a pocos meses de instalarse en la zona.

“En un momento me pongo a mirar la boleta y siento que Javier está forcejeando con alguien. Los perdí de vista, pero enseguida sentí dos tiros. Cuando salí para afuera lo vi a él tirado en el piso”, cuenta el comerciante a quien el repartidor le había hecho el último pedido.
Según otros testigos del hecho, uno de los tres delincuentes que llegó a la puerta del comercio, tomó por sorpresa al trabajador, que siempre iba armado. Le sacaron por detrás el arma y tras un breve forcejeo en el cual le exigían la entrega del dinero, Soria salió corriendo.
“Tirale de una vez”, dijo uno de los delincuentes al que había robado el arma. Este, sin dudarlo apretó el gatillo dos veces. 

Uno de los disparos dio en el marco de una ventana, a los fondos del terreno donde cayó el trabajador. El segundo disparo dio en la nuca de Soria, y salió por la garganta. 

Los asaltantes salieron corriendo luego de balear al trabajador, pero se cruzaron con un camión de reparto de helados, que llegaba a la zona.
El chofer del camión entreparó primero, pero al ver que uno de los delincuentes tenía un arma, apretó el acelerador a fondo y escapó del lugar. Los delincuentes fugaron.

Vecinos de la zona, que por temor prefirieron dejar su testimonio a El País de forma anónima, dijeron que la Policía demoró cerca de 25 minutos en llegar, desde que se realizó la primer llamada.
“Acá estábamos todos llamando, y la Policía no venía”, dijo una vecina que trabaja en un puesto de verduras.

Sin embargo, no solo se quejaron de la demora policial. “La ambulancia demoró mucho más”, dijo otra vecina que cerca de las cinco de la tarde hacía las compras en la zona.

“No son menores. Acá varios vecinos saben quiénes son. Y son pibes de acá a la vuelta”, dijo el comerciante que vio por última vez con vida a Soria.

El mismo comerciante desmintió versiones que surgieron en horas de la tarde de ayer, respecto a que los tres delincuentes que intentaron asaltar al repartidor y que lo terminaran matando, hubieran llegado en moto al lugar del robo. “Eso es mentira. Vinieron caminando y lo mataron con su propia arma”, afirmó el comerciante.

Los asaltantes no se llevaron nada. Para sorpresa de los vecinos que estaban en el lugar, la Policía incautó el dinero que el hombre tenía en el bolsillo. El mismo fue devuelto a la empresa, según indicaron desde Jefatura de Policía.

Vacaciones

Ayer sábado era el último día de trabajo de Soria, antes de salir de vacaciones. Con su esposa y su hijo, un joven de 12 años, se iban a ir de vacaciones a la costa, donde tenían ya alquilada una vivienda para pasar 15 días, contaron allegados al hombre.
Soria trabajaba hacía más de 10 años en el reparto de chacinados. Además, repartía fideos y arroz, para una empresa ubicada sobre la avenida Garzón.
“Él siempre contaba que estaba armado y que no se dejaba robar. Justo hace pocos días estuvimos hablando con el dueño de la empresa donde trabaja que esto podía pasar en algún momento, porque él no se deja robar”, dijo el comerciante.

Inseguridad

Los vecinos de la zona se quejan de la falta de vigilancia que hay en el barrio, sobre todo los sábados, en los que hay una feria. “Cuando arman la feria acá empiezan a aparecer cualquier tipo de especímenes. Y te roban todo lo que pueden”, señaló un trabajador de la zona.
“Hace unos días había un policía parado en la esquina (de Lecocq y Saravia) y unos metros para adentro habían robado cuatro automóviles. Cuando fuimos a denunciar el hecho el policía nos contestó que no estaba para eso”, agregó.

Desde el punto de vista policial, el caso está siendo investigado por efectivos de la Zona 4 de Jefatura.

Según señalaron fuentes policiales, varios vecinos dieron señales bastante concretas sobre los tres autores del homicidio. “Son gente de la zona, conocidos por los vecinos. Van a caer”, aseguró un efectivo policial a cargo del caso.

Mató a su mujer y se suicidó

Un hombre mató a su mujer y luego se colgó en la playa Brava de Punta del Este. El hecho ocurrió a las 6:00 de la madrugada del sábado en una vivienda del barrio Kennedy. El hombre estranguló a su mujer con una bufanda arrastrándola por el interior de la vivienda que compartían en el citado barrio esteño.

Luego usando la misma bufanda se suicidó.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Policía. Enfrenta muchos casos de “ajustes de cuentas”, algunos de una violencia inusitada. Foto: Archivo

inseguridadDIEGO CASTRO

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