El número de refugiados sirios que huyen de una devastadora guerra civil alcanza a más de cuatro millones. Turquía encabeza la lista de países que más sirios acoge, con 1,8 millones.

Los vecinos Líbano, Irak, Jordania, Egipto y otros países del norte de África se reparten el mayor número de sirios que han cruzado la frontera, según documentó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en su último informe.

Por estos días, familias de Polonia reciben refugiados y han sembrado un importante debate en el país. Un 70% de los 38 millones de polacos son reticentes a acoger refugiados de Oriente Medio.

El gobierno polaco, de acuerdo con la sociedad, rechazó la idea de la Comisión Europea de fijar cuotas de refugiados a cada país miembro de la Unión Europea e insistió en el carácter voluntario de esta acogida, con el objetivo aparente de reducir su número al mínimo. Sin embargo, la primera ministra Ewa Kopacz tuvo que dar su visto bueno a la llegada de un primer grupo de 60 familias, después que la fundación protestante Estera solicitara al gobierno acoger a 1.500 cristianos sirios.

"Cuando el gobierno polaco me dijo que lamentablemente no había presupuesto para acoger a los refugiados sirios en 2015, comprendí que debía conseguir yo misma todo el dinero", explicó Miriam Shaded, presidenta de la fundación.

En Siria, aún hay 7,6 millones de personas que se encuentran atrapados dentro del país, que vive una guerra civil con polifacéticos frentes y que encamina su quinto año de intensos combates. La ayuda internacional es de vital importancia y este año tan solo se ha recibido el 24% de los 5.500 millones de dólares que Acnur estimó necesarios a comienzos de 2015 para hacer frente a la gran crisis. Si la ayuda sigue llegando a cuentagotas, países como Turquía y Líbano pueden quedar desbordados y estallar la inestabilidad, advierte el documento. A esto se suma la vida de los refugiados que es cada vez más dura. En los campos de refugiados de Jordania, por ejemplo, el 86% de los sirios viven por debajo del umbral de la pobreza. Esta situación no solo limita el acceso a necesidades básicas como el agua o los medicamentos, sino que alimenta la mendicidad y los matrimonios entre menores.

Hay cuatro millones de sirios en diferentes zonas del mundo