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Recordando a Daniel Hugo Martins

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Daniel Hugo Martins. Foto: Archivo EL PAÍS
INES GUIMARAENS

Hoy 5 de julio se cumple el primer mes que este gran ciudadano que honró al país y a sus instituciones, nos dejó.

Amó profundamente el Derecho, al que se sintió inclinado desde su juventud, como forma de asegurar el más adecuado relacionamiento entre las personas y un funcionamiento democrático en la sociedad.

Fue uno de los más importantes administrativistas en la historia del país y en su vida publicó una variada producción bibliográfica con decenas de libros y centenas de artículos publicados en el país y el exterior.

Docente nato desde su inicio como aspirante a Profesor de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho. A lo largo de las décadas se desempeñó en la Cátedra de Derecho Administrativo hasta su retiro. Pese a ello, prosiguió ofreciendo sus conocimientos en brindar cursos, seminarios, talleres en beneficio de los estudiantes. Con su generosidad proverbial colaboró también con las nuevas Universidades del país. Sin embargo, la Universidad de la República, mostrando su sectarismo para con los hombres que piensan distinto al dogmatismo imperante en la UDELAR, se negó a otorgarle el título de "profesor emérito". Fueron sus alumnos, los que lo condecoraron con la distinción de maestro del derecho.

Fue un convencido municipalista, entroncando con la rica tradición del nacionalismo iniciada por el Presidente Berro en favor de la descentralización territorial y por ende, fue un gran defensor de las autonomías departamentales.

Su padre era nacionalista y se sintió muy conmovido cuando el golpe de Baldomir de 1942 y con apenas 15 años, decidió adherir al nacionalismo y dentro de éste al Herrerismo. Se vinculó a la Lista 51 liderada por Daniel Fernández Crespo y contribuyó a la fundación del Movimiento Popular Nacionalista en 1954 y posteriormente, en 1956 a la Unión Blanca Democrática. Durante la dictadura fue contrario al gobierno de facto, y en los años 80 adhirió al Herrerismo liderado por Luis Alberto Lacalle Herrera al que perteneció hasta el presente. En su casa tenía una réplica del monumento ecuestre de Manuel Oribe, como manifestación de simpatía al fundador de la República y del Partido Nacional.

Ocupó diversos cargos en la administración pública: Concejal por la mayoría en Montevideo entre 1959- 63; Concejal por la minoría en 1963-67. En mayo de 1964 asumió como Ministro de Hacienda y presidió la C.I.D.E., trabajando junto a Enrique V. Iglesias, Juan E. Pivel Devoto, Wilson Ferreira Aldunate. A fines de 1965 fue Vicepresidente del B.R.O.U. Fue el primer presidente del Banco Central del Uruguay en 1967. Luego fue designado miembro del Directorio de ANCAP, cargo del que fue cesado cuando el gobierno de facto en 1973 intervino los entes. Restablecida la democracia, se desempeñó como Vicepresidente en el Banco Central (1991-93) y luego Ministro de Defensa Nacional (1993-95) y finalmente volvió en febrero de 1995 al Ministerio de Economía y Finanzas, cerrando una larga y prestigiosa carrera en diferentes cargos públicos al servicio de la nación.

Fue un gran amigo, un señor que nos honró con su amistad y que nos permitió disfrutar de sus anécdotas de su transitar por más de 60 años en la vida de la nación.

Mientras que lamentamos su pérdida, también afirmamos ¡qué afortunado fue el Uruguay en contar con un hombre de la jerarquía ética y moral de Daniel Hugo Martíns!

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Daniel Hugo Martins. Foto: Archivo EL PAÍS

A UN MES DE SU MUERTE

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