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Raincoop en una agonía sin freno

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Unas 600 familias dependen de la continuidad de la cooperativa. Foto: A. Colmegna
Movilizacion de omnibus por Av. 18 de Julio hacia la IMM, protesta de trabajadores de la gremial de Raincoop porque el Brou les nego prestamo, Paro sorpresivo de transporte, Mvdeo., ND 20151216, foto Ariel Colmegna
Archivo El País

Cada mes hay menos ómnibus en las calles; se recauda para el combustible y poco más.

Raincoop es la única cooperativa de transporte colectivo que perdura entre aquellas conformadas por consecuencia de la desaparición de Amdet. En la actualidad continúa sin poder superar varios problemas acumulados.

La última asamblea del 20 de diciembre de 2015 votó a favor del ingreso de una gerenciadora que, según varios socios, no invierte ni siquiera en repuestos.

"El taller está totalmente deteriorado y entonces, claro, los coches van cayendo, se van a fundir. Desde hace seis meses no se les hace el cambio de aceite, hace tres meses que no tenemos agua antirrefrigerante, cargamos agua de la canilla. La gerenciadora prometió traer quince coches de Coetc, desafectados por esa cooperativa. Primero iban a ser comprados y después arrendados, a mes vencido", dijo a El País Ricardo Fitipaldi, un socio de Raincoop que se desempeña como chofer.

"Aparecieron dos ómnibus en una primera instancia y la semana pasada llegaron tres más, que se están acondicionando, pintando a rodillo. Hay que ver si la Intendencia permitirá reempadronar esas unidades desafectadas, que pasan los 20 años de funcionamiento, son de 1992", agregó Marcelo Quintas, otro socio de la cooperativa que trabaja como micrero o conductor-cobrador en líneas suburbanas.

Bajas.

Raincoop tiene cerca de 60 ómnibus fuera de servicio, en una flota de 152. Algunos se fundieron y otros hasta se incendiaron. Antes de la llegada de la gerenciadora, "en el mes de junio del año pasado había doce coches parados, lo cual no afectaba mucho. Con los que descansaban, que estaban de guardia, se cubría el servicio. En diciembre había más de treinta. El micro de la D10 que viaja desde la Ciudad Vieja a Géant tiene diez unidades que van y vienen al día; llegaron a estar las diez paradas", dijo Marcelo Quintas, quien en 2015 integró una comisión de talleres para mejorar la gestión mecánica y del estado vehicular en general.

"Hay días en que es normal que falten cuatro ómnibus por línea y en la inter el pico llegó a dieciséis coches, cuando la media puede andar en diez, algo bravísimo porque son las que más dinero dejan", señaló Fitipaldi.

Atrasos.

En tres meses, la gerenciadora tampoco aportó el millón y medio de dólares prometido ni recuperó el sobregiro de trece millones de pesos del Banco República. "Eso hace que técnicamente Raincoop sea una empresa cerrada, porque sin crédito no va a ningún lado", sostuvo Quintas.

"Los veintisiete inversores que iba a traer la gerenciadora, a los pocos días, se convirtieron en veintisiete acreedores", comentó Ricardo Fitipaldi.

Raincoop tiene guardas en las líneas 2, 21 y 76. En las demás trabajan solo los llamados micreros o conductores cobradores, que representan un 43% —según lo reglamentado por la Intendencia de Montevideo— y cobran un 20% más que el chofer común.

Los socios trabajadores de Raincoop tienen un atraso de dos meses y medio de sueldos, y también de un aguinaldo y medio. Además se adeudan los vacacionales de quienes salieron de licencia este año.

Según los declarantes, hasta ahora tampoco hay una proyección cierta de la fecha en que se saldarán esas deudas. El Banco República le cerró la cuenta a Raincoop y los directivos tienen suspendidas sus firmas por seis meses. Por si fuera poco, el pasado lunes se pidió un aplazamiento para los pagos en el BPS porque no se consiguen prestamistas. Los socios trabajadores están donando tres jornales al mes.

Reclamos.

"Estamos hartos de los tiempos políticos, se nos está cayendo gente infartada, compañeros internados, gente que pierde la vivienda, que se ha separado, que pasó al Clearing o tiene juicios porque no puede cumplir con el pago de la parte del ómnibus que compró", denunció Fitipaldi.

Esa participación en un ómnibus que hace tres años costaba US$ 32.000 hoy vale US$ 17.000 o menos, de acuerdo a las urgencias del propietario. Quien quisiera vender tendría muchas dificultades para recibir además el capital integrado, una cifra cercana a US$ 10.000. El próximo 24 de abril habrá una nueva asamblea de la cooperativa.

Competencia.

Más allá de lo que puede adjudicarse a desaciertos de la gestión, lo cierto es que Raincoop no tiene las mejores líneas del transporte colectivo. Hay cinco céntricas que compiten directamente con Cutcsa (14, 21, 77, D10 y la CA1 que es compartida con la sociedad anónima mencionada). La menor venta de boletos se agudizó asimismo con la aparición de la tarjeta del Sistema de Transporte Metropolitano y los boletos de una o dos horas que permiten combinaciones entre todas las compañías y hacia cualquier zona urbana.

Raincoop sufrió una caída de la venta de boletos de un 7% a un 5%, aproximadamente. "El de dos horas se vende muy poco. La única línea que tenemos que atraviesa la ciudad es la 2, y en cruces como Avenida Italia y sobre todo 8 de Octubre, la gente va a combinar casi siempre con Cutcsa y no con la 77", explicó Fitipaldi. Por su parte Quintas dijo que hay competencia desleal de Cutcsa, que por ejemplo coloca más de una unidad del 145 para "hacer un sándwich con el 2" de Raincoop, lo cual le resta muchos boletos. Lo mismo sucede con la 21, que debe soportar en minutos la presencia de tres coches de la 64 de Cutcsa, empresa ésta que no respetaría los horarios dispuestos por la IMM.

Edil hizo un pedido de informes por transporte.

El edil nacionalista Diego Rodríguez Salomón solicitó este mes que se cursara al intendente de Montevideo un pedido de informes referido al sistema de transporte colectivo. Entre otras cosas, se afirma que en 2013 el exdirector de Movilidad Urbana, Néstor Campal, había manifestado que la situación más comprometida dentro del sistema colectivo de transporte de pasajeros era la de Raincoop. Considerando eso y que en la actualidad la situación de la misma es muy delicada, debería explicarse qué asesoramiento se brindó a esta cooperativa por parte del grupo de trabajo creado en aquel mismo año para estudiar la situación financiera de las compañías. En el cuarto y último punto del pedido de informes, el edil dice que ante la situación de colapso de Raincoop revelada, debe ahora responderse acerca de lo recomendable para una reestructura de la cooperativa que dé respuestas a los reclamos que hacen los trabajadores.

Raincoop: 40 años de historia.

La cooperativa Raincoop (Rápido Internacional Cooperativo) nació el 13 de mayo de 1975, cuando por disposición del intendente de Montevideo, Óscar Víctor Rachetti, se disolvió la Administración Municipal de Transporte (Amdet), y se crearon tres cooperativas con el personal que aceptó integrarse a las mismas. Las otras dos fueron Cooptrol y Cotsur, hoy desaparecidas.

Raincoop inició sus actividades con 392 socios y 70 unidades Leyland del año 1962, con las que cubría las líneas 2, 14, 21, 71, 77 y 79, funcionando en el predio de 8 de Octubre y Villagrán que la Intendencia Municipal de Montevideo cedió en comodato. En 1992, gracias a un convenio del Gobierno, la Intendencia y el Banco República, la empresa pudo renovar la totalidad de su flota.

En ese mismo período, desaparecieron las otras dos cooperativas creadas tras la disolución de Amdet. En una asamblea general de socios, los trabajadores de Raincoop accedieron a recibir a 145 trabajadores de Cotsur, con las líneas 17 y 76. Raincoop, se recuerda en su página web, fue una de las primeras empresas en contar con una mujer conductora de ómnibus en Montevideo.

En la actualidad la empresa cuenta con 540 socios cooperativistas y 55 empleados (administrativos y mecánicos). En diciembre del año pasado, cuando se hizo pública la grave crisis, la Intendencia de Montevideo elevó una propuesta de salvataje que incluía la redistribución de los permisos a las restantes cooperativas de transporte a cambio de la absorción de 490 cooperativistas de Raincoop.

DÓLARES Y PESOS.

Cuando se prometió salvar a la cooperativa.

A fines de 2015 se conoció un informe interno de Raincoop, que señalaba que la compañía de transporte debía US$ 15 millones a la DGI, al BPS y al Banco República. El documento se hizo público en el muro de Facebook de Lourdes Carbajal, la nueva "gerenciadora", según ella misma se definió desde entonces.

La mujer se presentó en la asamblea de socios de Raincoop para proponer formar un fideicomiso de más de un millón de dólares, manteniendo la cooperativa con su actual conducción, y montar un equipo de gestión de su confianza. La asamblea aprobó su propuesta por 324 votos a 165.

"Dicen que si el problema es el dinero, no es un problema. A veces uno se queda en esa chiquitez. Lo que nosotros hicimos fue golpear algunas puertas y juntar un capital que puede ayudar a que esta empresa salga adelante. No es gratis, es contra algunas propiedades y bajo un contrato", había explicado Carbajal a El País en aquellas fechas de renovación administradora.

Fuentes de la cooperativa explicaron que las garantías en juego son dos propiedades que Raincoop mantiene en la calle 8 de Octubre y la ex Propios, y el parking de la cooperativa ubicado en el barrio Maroñas.

Carbajal se negó, al asumir su responsabilidad, a identificar a los inversores que estarían dispuestos a poner dinero en Raincoop.

"Es un grupo de personas que está dispuesta a aportar porque además de trabajadores hay más de 400 proveedores de la empresa".

En el informe que Lourdes Carbajal hizo público se mencionaba como conclusión, tras la asamblea de Raincoop, que "el gran derrotado fue el sindicato, la Unott y el Pit-Cnt".

A fines de enero de este año Raincoop apostaba todas sus fichas a un fideicomiso de US$ 1.100.000 que pediría al Banco Central. Al Bandes le solicitaría un sobregiro económico por $ 13 millones, un préstamo que serviría para pagar sueldos y sería renovable cada vez que la cooperativa saldase la deuda con el banco.

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Unas 600 familias dependen de la continuidad de la cooperativa. Foto: A. Colmegna

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