Marisa Koifman no para. No deja un solo detalle sin revisar una y otra vez. Marisa es directora de Mk’comunicación, la principal firma de relaciones públicas, marketing y de organización de eventos en la región. Durante la temporada en curso agitó la agenda del verano con múltiples acontecimientos. Desde la apertura del Grand Hotel pasando por la coordinación de la visita de Eric Trump (hijo del magnate estadounidense Donald Trump) hasta la presentación de diversas marcas Premium que eligieron a Punta del Este para darse a conocer.

—¿Cómo recibiste el 2015?

—Muy bien. Con mis padres. Tienen 87 años y los disfruto mucho. Los traje con mi esposo y mis hijos. Punta del Este es un lugar maravilloso; uno realmente disfruta de sus hermosas playas, paisajes divinos y este aire de relax y diversión.

—No solo vienes a pasar con familia y amigos. También a trabajar, ¿cómo es trabajar estos días en Punta del Este?

—Estoy muy contenta con el equipo. Estamos con mucho trabajo. Presentamos en el museo Atchugarry la propuesta del grupo The Releated de Miami, con la construcción de la torre Armani y compraron esculturas para sus edificios de Miami...

—¿Cómo ves a Punta del Este este verano?

—Maravillosa. Estoy sorprendida de la cantidad de gente que hay, veo más que la temporada anterior. Vienen en períodos más cortos pero cada vez son más los que eligen Punta del Este; no solo argentinos sino norteamericanos, europeos y de todo el mundo.

—¿Por qué elegís a Punta del Este para que tus clientes presenten sus propuestas?

—Ellos eligen Punta del Este porque ofrece seguridad y tranquilidad. Pueden encontrar un público de muchos países, un público internacional que está relajado y con tiempo para ser agasajado. De hecho, hicimos una cena para la colección de relojes de alta gama de Christian Dior y asistió el Brand manager de París.

—En esta temporada se nota una mayor presencia de marcas Premium...

—Sí, antes del verano había cierta inquietud por lo que estaba pasando en Argentina y hubo marcas que no se decidieron. Pero los pronósticos fallaron, y con creces.

—A tu regreso seguro que les vas a decir, "Ven, yo les dije".

—Sí, les advertí.

—La temporada pasa muy rápido. ¿Cómo es el proceso de preparación de la marca para presentarse en Punta del Este?

—Empezamos en agosto a presentar propuestas interesantes y diferentes y pedimos reuniones a los clientes. En setiembre, cuando se empieza a vislumbrar la temporada, venimos a Punta del Este para llevar adelante relevamientos de todo tipo. Ahí terminamos las propuestas más formales.

—¿Esperan a último momento para definirse?

—Bueno, sí, por más que uno no quiera tardan en definirse. Pero esta vez, en noviembre teníamos todo encaminado. En el caso de Trump hablamos con las directoras de marketing sobre los detalles de su vista, desde dónde iba a almorzar o cenar hasta un mapeo de todos los lugares que debían conocer, especialmente su esposa que era la primera vez que venía.

—¿Qué problemas enfrentas al preparar una temporada así? ¿Presupuestos? ¿Trabas?

—La gente tiene que entender que éste es un lugar internacional donde los presupuestos son en dólares. Son presupuestos de alta temporada. Tienen que poner en su cabeza que el presupuesto es alto. Pero con los años nos hemos hecho de muy buenos proveedores. Trabajamos con gente muy profesional aquí en Punta del Este, desde los catering hasta la técnica.

—En los últimos tiempos Punta del Este también ha sido seleccionada para lanzar propuestas de otros destinos, como Miami...

—Miami y Punta del Este tienen puntos en común. Comparten el mismo público. A Miami van cuando hace frío acá. Por eso, organizamos los eventos para que ese mismo público pueda incorporar distintos proyectos para invertir. Se los hacemos conocer acá para que cuando vayan a Miami estén bien informados.

—¿Qué propuesta harías para la baja temporada en Punta del Este?

—Habría que realizar inversiones de contenido. Hay que definir una agenda invernal. Esto pasó con la prueba de Fórmula E donde trabajamos para la marca Tag Heuer. Si hubiera contenido que atrajera un público internacional, se podría armar una agenda invernal. Sería muy bueno que hubiera circulación de turistas, que no estén solo en el verano.

—Mucha gente asegura que le faltan cosas a Punta del Este...

—Sí, falta un poquito. Por ejemplo, Miami creció mucho a nivel cultural. Hay más museos, traen espectáculos internacionales. Los barrios van creciendo con más atractivos. Esto hace que la gente, que en principio tenía idea de que el lugar era solo playas y compras, se va encontrando con atractivas propuestas culturales. Eso va agregando valor.

Marisa Koifman es empresaria y se la reconoce como una de las figuras más destacadas del Río de la Plata en materia de organización de eventos de lujo e instancias de presentación de firmas prestigiosas. Licenciada en Relaciones Públicas egresada con honores de la Universidad de Palermo, su nombre se vincula directamente con Mk Comunicación, consultora de comunicación estratégica que creó y preside, centrada en el mercado de alto nivel de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Perú, México, Paraguay, Colombia, Panamá y Miami. Casada y con dos hijos, cada verano cruza el Río de la Plata para descansar con sus padres, de 87 años de edad. El verano lo combina con presentaciones y eventos de clientes. Koifman es, asimismo, expresidente de la Campaña Unida Judeo Argentina, representación en su país de la principal ONG de Israel. Consultada sobre lo que la llevó a aceptar este cargo, tiempo atrás Koifman respondió que un viaje a Polonia e Israel la hizo caer en la cuenta de ser parte de una familia mundial y de un pueblo milenario.

Marisa Koifman