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Puente: "No estoy de acuerdo con la repetición; no es sano para el alumno"

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“Ahora cambian las cosas. Voy a tener cinco años por delante. Es una situación distinta a la que tenía cuando me convocaron el año pasado”, dice a El País la directora general de Secundaria, Celsa Puente, que hace poco menos de un año, tras una conflictiva elección de horas, tomó las riendas.

Días atrás, tras acordar una bipartita con el sindicato, logró una elección de horas sin sobresaltos. Pero piensa en más reformas para “cambiar el ADN de la educación”, como prometió el presidente electo, Tabaré Vázquez. La más polémica, erradicar o cambiar el modelo de repetición actual. También está de acuerdo con que la oposición deje de integrar el Codicen.

—En pocos días se cumple un año desde que tomó las riendas de Secundaria, luego de que el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) le pidiera la renuncia a Juan Pedro Tinetto. ¿Hasta ahora, cuál cree que fue el mayor avance?

—Queda por hacer mucho, pero algunas cosas se pudieron lograr. Cosas de orden más organizacional que eran vitales. Y la expresión más clara de eso fue haber podido sacar un muy buen proceso de elección de horas. También se pudo lograr un buen vínculo con todos los centros educativos, con los 298 liceos que hay en el país. Se puso foco en los jóvenes y en lo pedagógico.

—La futura ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, ya confirmó su permanencia en el cargo. Al mismo tiempo, el presidente electo, Tabaré Vázquez, ha hablado de la necesidad de "cambiar el ADN" de la educación. ¿Se puede hacer esto manteniendo a los mismos jerarcas?

—Es que ya lo empezamos a cambiar. En el caso particular de Secundaria cambiar el ADN tiene que ver con cambiar esa mirada de que esta era para unos pocos. Todos tienen que cursar, en principio, el Ciclo Básico; pero también aspiramos a que así sea con el Bachillerato. Los profesores que tenemos cierta edad nos recibimos con una mirada de Secundaria que tenía que ver con recibir cierto caudal de matrícula. Hoy debemos pensar que tenemos que recibirlos a todos y que hay que ser creativos para dar respuestas. Acá no caben las quejas. Todos los niños que egresan de sexto de escuela, con sus características, deben poder acceder a un sistema educativo adecuado que les permita llegar a cumplir ciertos objetivos de desarrollo.

—El programa del Frente Amplio promete tasas de egreso en Ciclo Básico y Bachillerato de 100% y 75%, respectivamente, una vez finalizado el gobierno de Vázquez. Hoy los índices de repetición son de 30,9% en el primer ciclo y 40,8% en el segundo. ¿Es posible cumplir con este objetivo?

—Sí. Es cierto que tenemos que trabajar muchísimo. Que hay que buscar estrategias de trabajo colaborativo entre los subsistemas. Nuestra expectativa es que todos los uruguayos hasta los 17 años estén en la educación formal. Es un objetivo ambicioso, pero legítimo, que se relaciona con una agenda de derechos que este gobierno tiene muy claro.

—En sexto año de escuela el 98,5% de los alumnos logra promover. En cambio, en primero de liceo lo consigue solo el 70%. ¿Por qué los resultados son tan diferentes?

—Esto es así porque desde siempre Primaria estuvo pensada para todos y Secundaria tenía una concepción de recibir un cierto modelo de alumno. Entonces, cuando nosotros trabajamos desde el paradigma de los derechos y de la educación como derecho fundamental estamos pensando en que hoy por hoy todos deben llegar a Secundaria y también poder terminarla.

—¿Pero cómo se logra eso? ¿Se debe ser más tolerante con los alumnos para que pasen?

—Lo necesario es pensar en adaptaciones. No se deben comprometer los objetivos, en eso estoy de acuerdo, pero creo necesario trabajar desde Secundaria para entender que no todos los alumnos son iguales, que no se puede dar un único modelo de clase.

—¿Cree que debería erradicarse la repetición?

—Este es un tema escabroso. Yo no estoy de acuerdo con la repetición. Pero no porque tuvieran que pasar porque sí, tampoco creo eso. A mí lo que me preocupa de la repetición es que el alumno que no cumple con los objetivos repite, pero repite con lo mismo que no le sirvió. A mí no me importaría que repitiera si luego el sistema tuviera una oferta diferente para hacerle. Nadie repite porque sí. Cuando esto pasa lo que se demuestra es una falencia del joven, del sistema o de ambos. Entonces, cómo voy a pretender darle lo mismo y que le vaya bien. Es como darle a una persona una Aspirina y como no le saca el dolor de cabeza le doy dos. La solución no puede ser mágica. Con machaque no van a cambiar los logros. Por eso tenemos gurises que repiten tres o cuatro veces. Eso no es sano. Eso destruye la autoestima. Yo parto de la premisa de que todos somos educables.

—El secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Secundaria (Fenapes), José Olivera, ya ha adelantado que 2015 podría ser un año de conflictos sindicales, debido a que se deberá negociar cómo se reparte el 6% del PBI que Vázquez pretende destinar a la educación. Los gremios piden que el aumento se vuelque exclusivamente para salarios. ¿Está de acuerdo con que esto se haga así?

—Vamos a lograr un diálogo intenso en el que se van a conseguir acuerdos. No puede ser solo para salarios. No puede ser porque nos quedaríamos sin recursos para poder sostener todo lo otro que requiere el desarrollo de la educación y que también tiene que ver con las condiciones de trabajo. En materia de salarios, a mí me importa mucho que los docentes y todos los funcionarios sean reconocidos... Pero creo que también tiene que haber una parte importante del presupuesto disponible para sostener los locales educativos, para generar condiciones de trabajo de mejor calidad, para los materiales, para innovaciones y para esto que estamos hablando, para que cuando algo veamos que no esté funcionando podamos tener chances de cambiarlo.

—Una resolución de Secundaria del 23 de octubre pasado, que está firmada por usted, determinó que todo lo referido a la elección de horas de los docentes debe realizarse a través de una bipartita con el sindicato. El consejero de la ANEP en representación del Partido Nacional, Daniel Corbo, ha sostenido que, de esta manera, se le entrega el gobierno de la educación, en gran parte, a los sindicatos. ¿Se cedió demasiado ante el gremio?

—Esto no es así. El procedimiento que se realizó fue el siguiente: yo empecé a indagar todo el proceso de elección de horas, que venía siendo muy inadecuado. Ahí vi que existían en el interior del país, en algunos departamentos, unas comisiones de designación de elección de horas conformadas por directores de las áreas departamentales, secretarios e integrantes del sindicato, que llevaban muy bien el proceso. Aprendimos de esto y quisimos replicarlo. Convocamos a los directores, a los inspectores, a los sindicatos y a la Asamblea Técnico Docente (ATD) de Montevideo y Canelones, y organizamos comisiones similares... Luego, Fenapes propuso la condición bipartita. La verdad es que a nosotros no nos pareció mal. Pensamos mucho, lo hicimos y la realidad nos dio la razón: la elección de horas se llevó adelante muy bien, fluyó con mucha naturalidad, permitió generar mucha transparencia, nos permitió prever dificultades.

—Pero también puede traer dificultades. Usted cuando asumió el cargo dijo que le gustaría que la elección de horas se realice cada dos años y no cada uno como se hace ahora. Para instrumentar esto, con esta bipartita, va a tener que negociar con el sindicato…

—Y sí, no sé si no nos vamos a poner de acuerdo, hay un antecedente precioso que se dio en Formación Docente.

—Pero es otra realidad la de Formación Docente, ya que los profesores estaban de acuerdo con el cambio...

—Sí, pero es un antecedente. Este año quiero hacer un estudio para ver cómo cambiaron los docentes, porque yo estoy segura que la mayor parte de ellos, por lo menos de los efectivos, no cambian de liceo cada año. Esto quiere decir que no es tan difícil pensar en una elección cada dos años.

—El cambio también presenta dificultades para que crezca la cantidad de profesores-cargo (que trabajen al menos 20 horas en un solo centro educativo), ya que el aumento de estos se deberá hacer siempre con el aval del sindicato. En 2014, de los 18.000 docentes, unos 5.900 eligieron solo entre 1 y 10 horas, 4.600 entre 11 y 19, solo unos 2.000 llegan a las 20 horas y 4.900 las superaron. ¿Cómo se va a negociar esto?

—Estas cifras son de 2014, hay que ver qué pasa en esta elección. Por lo pronto ya hemos solucionado un problema grave, que fue hacer que Formación Docente elija antes. Históricamente eligió después y es una oferta más tentadora, uno va a trabajar allí con gente más grande, que elige ser profesor, que no tienen problemas de disciplina y se paga más, entonces, lo que pasaba es que los profesores tomaban horas, después los elegían para Formación y se iban. Así que no sé si se repiten esos datos; si es así, habrá que tomar medidas.

—Pero para tomarlas ahora se van a tener que poner de acuerdo con el sindicato…

—Ah, y bueno, así será. Es que ponerse de acuerdo hay ponerse de acuerdo.

—Pero es difícil.

—Pero no imposible.

—Si se ceden espacios, no...

—Pero espacios siempre se ceden, una parte y la otra. Hay que ponerse de acuerdo, lo que no puede pasar es que una parte subordine a la otra. Ni la administración al sindicato, ni el sindicato a la administración. La subordinación no es sana. No es buena.

—Vázquez todavía no confirmó si va a haber un representante de la oposición en el Codicen. ¿Cuál es su opinión sobre esto?

—No es necesario que la haya. Hay dos consejeros elegidos socialmente por los colectivos de los trabajadores y ellos ya dan una mirada de lo social. Así que no me opongo, pero no lo creo necesario.

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