El tema se comenzó a discutir a mediados de 2016: la voluntad de los partidos es prorrogar para una nueva elección, la de 2019, el sistema conocido como cuota femenina de participación, que establece que en todas las listas a cargos electivos de cualquier naturaleza por cada tres lugares debe haber al menos una mujer.

Sin embargo, más de un año después, el proyecto no consigue apoyo político para ser sancionado. Los meses pasan, las elecciones nacionales ya no están tan lejos y la iniciativa duerme en una comisión de la Cámara de Representantes del Parlamento.

En marzo, el proyecto de prórroga de la vigencia del sistema de cuota (fue creado en 2009 para las elecciones de ese año y de 2014) fue aprobado por unanimidad en el Senado y enviado a Diputados con la tarea pendiente de negociar en las internas del Frente Amplio y del Partido Nacional el ajuste al régimen de suplencias.

La idea es evitar que cuando una mujer sale de la banca esta la ocupe un hombre, lo cual ya ha sucedido en algunos casos luego de las elecciones de 2014. Lo que se quiere mayoritariamente en el Senado es que cuando una mujer deja el cargo lo ocupe otra.

"Espero que los partidos comiencen a poner mujeres como cabeza de lista", dijo la senadora del Frente Amplio —Casa Grande—, Constanza Moreira.

PODER LEGISLATIVO