Quienes trabajan en la organización realizan varias tareas para ayudar a quienes lo necesitan.

Asisten a zonas marginales y de conflicto de las ciudades. Ofrecen alimentos y material de divulgación a las personas con direcciones y teléfonos de contacto de sus centros de acogida. Acude una furgoneta con un equipo de voluntarios, y las personas que deciden ingresar en el programa en ese mismo momento son trasladadas a sus centros de primera fase, donde se duchan, reciben ropa y comienzan su etapa de desintoxicación.

Al comenzar a trabajar en el mundo de la marginación social, resultó prácticamente imposible no encontrarse con personas en las que tienen incidencia los asuntos penitenciarios, ya que de forma especial en medios marginales se da una tendencia a la delincuencia, indica Remar Uruguay en una de sus publicaciones. Agrega que en la actualidad su trabajo dentro de las cárceles está funcionando en Montevideo y en tres provincias de Argentina.

A través de sus comedores sociales, Remar brinda asistencia alimentaria a las personas más desfavorecidas de la sociedad, entre ellas ancianos, niños y mujeres. Este programa surgió para intentar atenuar el grave problema que sufren muchos individuos que se ven sin comida, con carencia de alimentos, que tienen desnutrición. La organización tiene abiertos comedores y merenderos en muchas de las ciudades donde está presente.

A través de residencias de ancianos, Remar sostiene que procura subsanar la situación de soledad o descuido en la que viven muchas personas de la tercera edad y animarlas a participar en las actividades propias de la asociación, en la medida que puedan, con el fin de que se sientan útiles y necesarios. "Cuando se trata de ancianos en situaciones terminales procuramos ofrecerles en sus últimos días una vida digna y llena de afecto y cuidado", informan.

AYUDA A ADICTOS A LAS DROGAS