OCUPARÁN LICEOS
Uno más y van cuatro. Los sindicatos de docentes de los liceos de Montevideo reclaman la apertura de más grupos, de cara al año que viene, y se oponen a la propuesta que les hizo llegar el Consejo de Educación Secundaria (CES).
Es por eso que ocuparán desde el martes el liceo n.º 9, en Colón, y el n.° 74, en Lezica. Otros dos, el n.° 11 y el n.° 72, se declararon en conflicto y el resto espera la resolución de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes).
En la mañana de hoy, y en una reunión que se espera lleve varias horas, la asamblea general de delegados de Fenapes resolverá qué medidas conjuntas tomará el colectivo docente para ejercer presión sobre el CES.
La aspiración de las comunidades educativas, tras una recorrida que hizo Secundaria, era la creación de 256 nuevos grupos en todo el país. Las tres cuartas partes de estas nuevas clases eran pensadas para bachillerato, que es donde se está modificando más la demanda.
En primer año, sin embargo, la idea era reducir el número. Es que, por la baja de nacimientos que se dio hace unos años, serán unos 2.200 menos los que se matriculen este año respecto al año anterior. Sin embargo, no en todos los liceos acompañan este recorte.
"Aún cuando baje la matrícula, es importante no reducir los grupos así se puede tener clases con menos alumnos y trabajar mejor en la enseñanza", explicó Luis Martínez, dirigente de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (Ades Montevideo).
En la capital, Secundaria pretende reducir 32 grupos de primer año. A cambio, estaría creando algunos específicos para alumnos de extraedad, con planes de estudio que no reciben el apoyo de la asamblea docente. En segundo año de Montevideo, el saldo de clases quedaría igual que ahora, aún creciendo la matrícula, y ya para tercero habría ocho nuevos grupos.
La creación de un solo grupo implica, en promedio, $ 1,4 millones. Sin embargo, Secundaria arrastra un déficit presupuestal que superará los $ 250 millones al término de este año.
Un ahorro previsto será la eliminación de los talleres de adolescentes, lo que implica una reducción de unas 5.000 horas de clase, y la baja en horas de uso del laboratorio de informática.