Informe de la Ucudal recomienda en 2016 flexibilizar las pautas oficiales para evitar una alta conflictividad.
El año que está cerrando fue el de mayor conflictividad laboral desde que el Frente Amplio está en el gobierno, y 2016 será similar a menos que se flexibilicen los lineamientos salariales y permitan incrementos adicionales en varias ramas del sector privado. Así advierte el informe "Las relaciones laborales en 2015 y perspectivas para el 2016" elaborado por el Instituto de Relaciones Laborales de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay.
Juan Manuel Rodríguez, uno de los autores del trabajo, explicó a El País que en los acuerdos alcanzados y ya publicados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social "hay de todo" pero destacó que la amplia mayoría respetó los lineamientos que había dado el Poder Ejecutivo al comienzo de la ronda salarial aunque faltan unos cuantos por cerrar.
Para Rodríguez, en términos generales los trabajadores del Estado (reunidos en COFE, la Mesa de Entes, la educación pública) salieron mejor parados que los asalariados privados que en su mayoría verán un estancamiento de sus remuneraciones o incluso una caída.
Los trabajadores de sectores que se autoclasificaron en problemas "pierden seguro", los intermedios "empatan" y los que se desempeñan en sectores "dinámicos" podrían ganar "algún puntito", señaló Rodríguez.
Los convenios privados que aparecen como más favorables son los de la metalúrgica, la bebida y la salud privada, señaló. "Hay una cantidad de convenios todavía sin firmar porque hay visiones diferentes sobre el momento económico", explicó Rodríguez.
"El año próximo en el segundo semestre se negociarán alrededor de 105 convenios sobre todo del sector del comercio y los servicios donde las remuneraciones son bajas. Para que la ronda no sea compleja deberá haber flexibilidad y partidas fijas, que los sindicatos van a pedir", sostuvo Rodríguez.
El experto señaló también que en ningún convenio se incluyó el concepto de productividad. Advirtió que en lo que queda de la década, dado lo complejo del panorama económico internacional, no podrá haber mejoras reales relevantes en los salarios de los trabajadores si estos no se vinculan a mejoras en la productividad, por lo que en algún momento debería incluirse. El analista señaló que los lineamientos preveían que la inflación se desaceleraría en 2016, algo que no ocurrirá, debido a que seguramente el dólar subirá en Uruguay y eso tiene un efecto inflacionario.
Rodríguez consideró que la conflictividad en el año fue "altísima" y que el gobierno negoció "con fuerza" y se mostró "bastante rígido". También comentó que es difícil por ahora que se pueda modificar la normativa de negociación salarial tripartita como reclaman las gremiales empresariales para que abarque menos aspectos. "La OIT dice que hay que cambiar la ley en cuatro puntos pero también dice que hay que hacerlo negociando y por consenso pero el Pit-Cnt se opone. Es difícil encontrar un punto medio", señaló.
El estudio de la universidad hace una advertencia respecto a 2016: "Si la inflación no desciende y el gobierno no modifica los criterios de negociación, los aumentos desde el primer año serán inferiores a la inflación anual (incluso en los sectores dinámicos que están creciendo a más del 4%). Para el movimiento sindical esto será difícil de aceptar. Una alternativa posible, de no modificarse las pautas, es tener una postura flexible y aceptar aumentos adicionales por los que se podría lograr crecimientos salariales", aconseja. El instituto también advierte que la situación del mercado laboral es "claramente desfavorable" y que los beneficiarios del seguro de paro llegaron en octubre pasado a 43.475, una cifra que es 29% a la del mismo mes de 2014.
Balance de la ronda de salariosJUAN PABLO CORREA