Fue una de las estudiantes más jóvenes que logró el título en una facultad privada de Punta del Este.

Casi 14 años después de su primera aparición televisiva en Teletón, Nicole Correa, la primera embajadora que tuvo la fundación, se recibió de abogada en la Universidad Claeh ubicada en Punta del Este.

Esta joven de 26 años padece una agenesia del cuerpo calloso, un problema del desarrollo embrionario, que le implica un 70% de las neuronas muertas, según contó su madre Clarisa Fuentes en más de una entrevista con el programa televisivo.

Nicole fue una de las principales impulsoras del centro en Uruguay, al que ya conocía por haber recibido tratamiento en Chile. Por eso su nominación de "niña Teletón" en 2003.

En diálogo con El País, contó cómo fue el proceso para lograr su objetivo, la importancia que tuvo su familia para conseguirlo, cuál es la rama de la abogacía que más le interesa y cuáles son sus próximos objetivos.

—¿Cuándo decidiste dedicarte a esta profesión?

—Pensé en todas las profesiones como el típico niño. En algún momento pensé en ser veterinaria. Pero ya a los 15 años decidí que quería ser abogada. Hice toda la orientación de humanístico. Y estudié en una facultad privada de Punta del Este. Me recibí en tiempo y forma. Fui una de las más jóvenes en lograrlo.

—Tus padres en algún momento te veían un perfil más de asistente social, según dijeron en alguna entrevista.

—Sí, siempre tuve un enfoque en querer ayudar, poder ponerme en el lugar del otro. Después me decanté un cien por ciento por la abogacía.

—¿Tuviste algún beneficio por tu condición?

—No gocé de ningún beneficio por parte de la institución. Solo accedí a una beca del 30%, a la que concursé y me la otorgaron.

—¿Estás orientada en alguna rama del derecho?

—No estoy orientada hacia una rama específica. Voy a empezar haciendo de todo. Tengo una leve inclinación, por gusto, al derecho de familia.

—¿Ya estás trabajando?

—Ayer (por el lunes) juré en una ceremonia bastante emocionante. Fueron mis padres y amigos que me acompañaron. Y hoy ya estoy habilitada para ejercer la abogacía.

—¿Cuánto importó la Teletón en el proceso de estudiante?

—Durante el proceso no tuvo mayor incidencia, porque yo soy colaboradora. Yo no recibo más tratamiento desde los 18 años. Esto es vocación mía y apuntalamiento familiar.

—¿Durante el proceso sufriste algún tipo de discriminación?

—Lo que te puedo decir es que la sociedad no está preparada. Y estamos en vías de que pueda estarlo. Por eso sigo trabajando en campañas de concientización. Quiero colaborar para que la gente se concientice y esté preparada para ponerse en el lugar del otro.

—Pero querés ayudar no solo desde la Teletón...

—Yo elegí una profesión que la base es ayudar al otro. Luchar por sus derechos, cualquiera sean. Voy a defender a todo tipo de personas.

—¿Qué mensajes le das a personas que están en Teletón?

—Que pueden hacer todo lo que quieran. En mi caso es una carrera terciaria, pero cualquier cosa que decidan, lo van a poder hacer. Hay que ponerle muchas ganas y amor.

—¿Tu objetivo es trabajar allá o venir a Montevideo?

No estoy cerrada a ninguna posibilidad. Solo tengo el objetivo de trabajar y seguir estudiando. En mi criterio, un abogado tiene que estar siempre en proceso de formación.

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La Organización Internacional de Teletones (Oritel) y la Organización de Estados Americanos (OEA) trabajan en conjunto para desarrollar un programa continental de educación inclusiva, que busca tener impacto en 12 países, entre los que está Uruguay. El plan prevé capacitaciones a docentes y talleres con las familias de los niños y adolescentes con discapacidad.

JUAN PABLO DE MARCO

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