Publicidad

Preocupa cada vez más salud de Diyab

Compartir esta noticia
Diyab: un amigo dijo que en Uruguay veía "un callejón sin salida". Foto: EFE

La preocupación por la salud del refugiado sirio Jihad Diyab se incrementa a medida que extiende su huelga de hambre y el interlocutor del gobierno con los seis excautivos de Guantánamo, Christian Mirza, reconoció que tiene "cierto grado de deshidratación" y que "sigue con su medida" de no tomar líquidos ni comer.

Mirza dijo que "se están haciendo esfuerzos importantes ante varios países al más alto nivel y con discreción" para que alguno acepte recibir a Diyab. Líbano, Qatar y Turquía se negaron.

Ayer el canciller Rodolfo Nin Novoa se reunió con Mirza y con representantes de organizaciones sociales interesadas en Diyab. El abogado Pablo Chargoñia señaló que Diyab sufre de dolores de cabeza y tiene el ritmo cardíaco alterado, y advirtió que podría sufrir secuelas irreversibles.

El abogado de Diyab, Jon Eisenberg, comentó desde California que "podríamos estar en vísperas de algo trágico", y reconoció que le resulta difícil comunicarse con el excautivo.

Diyab dijo en un video grabado esta semana en el apartamento céntrico en el que se encuentra, que está dispuesto a morir si no se reencuentra con su familia.

Su esposa y tres hijas están en Ankara, la capital turca, a donde llegaron escapando de la guerra civil siria. En esa guerra murió un hijo de Diyab. El refugiado decía en el video que una de sus hijas se casará en breve y que quisiera poder ir a la ceremonia. E insistió en que no quiere quedarse en Uruguay, país al que regresó desde Venezuela donde estuvo detenido un mes. A Venezuela ingresó desde Brasil por vía terrestre. Antes se había presentado en el consulado uruguayo en Caracas buscando ayuda para reunirse con su familia.

Mientras Diyab ayunaba en un apartamento en pleno centro de Montevideo, en Washington se realizó una audiencia en el juicio que varios medios de comunicación estadounidenses le hacen al gobierno de Barack Obama, para que este difunda las imágenes de Diyab siendo alimentado a la fuerza durante su cautiverio en Guantánamo, que se extendió de 2002 a 2014. De las tres ventanas del apartamento en el que está, dos tienen las persianas siempre bajas y en la otra las cortinas impiden la entrada de luz.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Diyab: un amigo dijo que en Uruguay veía "un callejón sin salida". Foto: EFE

ESTÁ DESHIDRATADO

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad