Un gerente del ente declaró que fue una “especie de cumbre presidencial”.

El gerente de Comunicación Institucional de Ancap, Pablo Bernengo, dijo que el precio de la fiesta de inauguración de la planta desulfurizadora de La Teja realizada en 2013 se multiplicó por cinco por los requerimientos solicitados por el entonces presidente del ente, Raúl Sendic.

"Nosotros trabajamos con una planilla con diferentes momentos en donde se modificaron los ítems y los presupuestos. Las modificaciones fueron muchas. Por ejemplo, el rubro de la comida", declaró Bernengo el jueves 2 en el Juzgado Especializado en Crimen Organizado. Enseguida agregó: "El primer precio que tengo (de la fiesta) es de 72.500 dólares. Fue un presupuesto máximo para ver en el entorno de lo que íbamos trabajando. Después se fue modificando en la revisión rubro por rubro".

Al interrogar al testigo la jueza Beatriz Larrieu preguntó: ¿el costo de la fiesta comenzó en US$ 72.500 y terminó multiplicándose por cinco?

Bernengo: Sí.

Larrieu: ¿De ese aumento, el Directorio estaba en conocimiento?

Bernengo: La Presidencia (Raúl Sendic) seguía día a día la planificación (de la fiesta) en su organización y presupuesto.

Consultado por la abogada de Unidad Popular, María del Carmen Dávila, sobre las afirmaciones de Sendic de que tuvo una sola reunión con Bernengo y después agregó que él no estaba para organizar fiestas, el gerente de Ancap contestó que se reunía a menudo con Sendic o con su secretario, Daniel Fernández. "Sendic estaría buscando el título o mintiendo", dijo el gerente de Ancap.

Los abogados defensores de Sendic, Ignacio Durán y Gumer Pérez, le preguntaron a Bernengo si tenía un enfrentamiento personal contra Sendic.

"Usted recién se mofó a viva voz ante la Sede y los presentes del vicepresidente de la República", dijo Durán en la audiencia.

Bernengo respondió: "Dije que a lo mejor estaba buscando su título, no me mofe".

Pérez inquirió a Bernengo si tenía alguna forma de demostrar con documentos sus afirmaciones sobre que Sendic estaba al tanto de la evolución del gasto de la fiesta. El gerente de Comunicación Institucional de Ancap respondió que tenía mails con el secretario de Sendic y reuniones con el entonces presidente de Ancap que "no están documentadas".

En otro tramo de su declaración, Bernengo dijo que la gerencia de Comunicación trabajaba con una lista inicial de 800 invitados, autoridades nacionales, internacionales, personal de embajadas, empresarios, directores de empresas del Estado, Directorio del Banco República. "Eso no lo decidimos nosotros. Esa es una primera lista que luego se va actualizando hasta llegar a los 1.800 invitados", insistió Bernengo.

Señaló que, cuando no pensaban colocar una carpa en la refinería de La Teja, se enteró que a la fiesta concurrirían los entonces presidentes José Mujica (Uruguay) y Cristina Fernández (Argentina) y cambió el esquema de seguridad.

"Estas cosas comienzan a moverse cada tres o cuatro días, un primer presupuesto comienza a estirarse hasta que llegamos al gran problema de los 1.800 invitados", reiteró el gerente de Ancap.

Las condiciones cambiaban y la presidencia de Ancap decidió que se debía instalar una carpa con piso en la refinería de La Teja.

La Gerencia de Comunicaciones, por un tema de seguridad, decidió que no hubiera un lunch. Sin embargo, dijo Bernengo, el Directorio resolvió que se sirvieran platos calientes y ello aumentó el presupuesto en otros US$ 60.000 más.

"Todo eran gastos. Incluso tuvimos que resolver el tema de la alfalfa de los caballos de los Coraceros —encargados de la seguridad— e incluso teníamos un tanque de guerra escondido; no son cosas para realizar en una refinería", dijo Bernengo.

Tras declarar sentirse orgulloso de que no hubo ningún incidente en la megafiesta, Bernengo dijo que se intentó coordinar agendas para que pudieran asistir todos los invitados y "fue una especie de cumbre presidencial".

Consultado por el fiscal, Luis Pacheco, sobre si el Directorio del ente estaba en conocimiento del monto total de este evento o si este fue subiendo de a momentos, Bernengo respondió: "No sé cómo trabaja el presidente (Sendic) con el Directorio. Puedo suponer, en este tipo de cosas, generalmente las resolvía la mayoría del Directorio y yo le iba comunicando por lo general a todos los directores vía email".

Consultado por el abogado del Partido Colorado, Jaime Sapolinsky, sobre que, en la Comisión Investigadora, Sendic dijo que las decisiones sobre la fiesta fueron adoptadas en la Gerencia de Comunicación de Ancap, Bernengo respondió: "Si usted es el padre de la novia habla con Mancebo y él le dice cuánto puede salir la fiesta y le da las condiciones. Aquí (en Ancap) yo soy el Mancebo y Sendic es el padre de la novia".

Durán, el abogado de Sendic, dijo ayer a El País que en la audiencia no se presentaron pruebas documentales que incriminen al vicepresidente de la República.

"A las cansadas Bernengo reconoció que podía tener un mail enviado al secretario de Sendic", dijo. Consultado por las afirmaciones de Pérez sobre que Sendic presentaría hoy una denuncia penal contra el entonces director blanco de Ancap, Carlos Camy, por el manejo de la publicidad cuando era jerarca del ente, Durán respondió que se evaluó tomar esa medida pero luego se descartó. "Nuestro enfoque fue centrarnos en la defensa de Sendic".

Una radio de Quebracho (Paysandú) solicitó una donación a Ancap de US$ 5.000 para la compra de equipos. El gerente de Comunicación Institucional de Ancap, Pablo Bernengo, declaró en la Justicia que, en ese momento, las decisiones la tomaba el entonces presidente, José Colla. "El pedido de la radio me lo trasmitió la secretaría de Colla. Le di para atrás", dijo Bernengo. La radio ofreció publicidad por US$ 5.000. Ancap accedió y la radio compró equipos. "Fue una compra indirecta de Ancap", dijo.

La organización de la fiesta (de inauguración de la planta desulfurizadora) de La Teja demandó una coordinación diaria con nuestros proveedores, con la presidencia de Ancap. Y yo me reunía casi diariamente con Sendic o con su secretario. Tuvimos que asumir un montón de gastos y lo primero que asumí fue que todos fueran a la misma factura".

La jefa del Área de Comunicaciones Corporativas de Ancap, Susana Pérez, dijo que la fiesta no obligó a su sector a pedir más recursos al Directorio del ente. "El gasto se aprobó dentro del Tocaf por el Directorio. Se puso en conocimiento público de todo el Directorio. Fue un acto proporcionado, se trabajó para que eso (la fiesta) saliera excelente", declaró.

El secretario General de Ancap Miguel Tato dijo que su cometido era preparar los materiales para las sesiones de Directorio del ente que se reúne por lo menos una vez a la semana. También asiste técnicamente a los directores al ser un funcionario de carrera. "No tengo poder de decisión en Ancap. Ninguna de las denuncias me vincula con ninguna decisión", dijo.

El director de la empresa Latin Design & Events, Marcelo Rodríguez, dijo que Ancap y La Diez, firma contratada por el ente, decidían los precios de la fiesta. "Las cosas se fueron modificando como la agregación de un banco. Para mí fue un desafío muy grande la realización de este evento por la magnitud y premura con que había que hacerlo", afirmó.

El director de La Diez, Pablo Álvarez, dijo que Ancap tenía conformidad con Latin Design & Events. También hubo otros proveedores menores. "Hay una realidad y es que ese evento iba cambiando sobre la marcha, se cambiaban los invitados, que venían presidentes, gente de La Cámpora y fueron requerimientos que hizo (Pablo) Bernengo", señaló Álvarez.

EDUARDO BARRENECHE

EN LA TEJAEDUARDO BARRENECHE