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Un vacío difícil de llenar en el Frente Amplio

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Cortejo fúnebre de Tabaré Vázquez. Foto: Fernando Ponzetto.

LUTO

Tabaré Vázquez supo sintonizar con la gente y eso lo convirtió en un líder de proximidad. No se propuso nunca ser político, pero terminó llevando a la izquierda a lo más alto.

Un “pibe de barrio” que encarnó lo popular y sintonizó con la clase trabajadora como nunca antes lo había hecho el Frente Amplio. Tabaré Vázquez no se propuso nunca ser político, pero terminó llevando a la izquierda a lo más alto: fue intendente de Montevideo y dos veces presidente.

No fue un outsider, pero tampoco el militante que hace toda una carrera política para escalar posiciones y llegar al poder. Su gran pasión fue la medicina, y en particular la oncología, por eso llegó a la política con casi 50 años, luego de ser propuesto por el exitendente Mariano Arana.

“Yo cuando pasaba en el 125 por acá pensaba si iba a poder entrar a la Facultad de Medicina algún día, lo que nunca pensé era que iba a entrar como presidente de la República”, confesó una vez Vázquez a sus más cercanos, contó a El País el exsubsecretario de Salud, Miguel Fernández Galeano.

Fue un “antes y después” para el Frente Amplio y se convirtió en el líder indiscutible, aquel a que todos querían consultar. Así resumió el secretario político de la coalición, Rafael Michelini, a Vázquez. Su partida “deja un vacío que costará llenar”, señaló.

Todo sucedió muy rápido desde aquel primer discurso en la campaña de 1989, en el que no tenía ninguna experiencia política. Sin propónerselo, creó su propio estilo de oratoria paseándose de un lado al otro del escenario, como lo hacen los líderes religiosos. “¿Acaso miento uruguayos y uruguayas?”, preguntaba en una especie de diálogo con todo aquel que lo iba a escuchar. Se bajaba del escenario a besar, abrazar, firmar autógrafos y sacarse fotos con todo el que se lo pedía.

Sepelio de Vázquez en el Cementerio de La Teja. Foto: Fernando Ponzetto
Sepelio de Vázquez en el Cementerio de La Teja. Foto: Fernando Ponzetto

Lo que siempre lo caracterizó fue la conexión con la población. “Tabaré permitió llegar a gente que la izquierda como tal no había llegado”, recordó Fernández Galeano. Le habló al trabajador, al hijo de un obrero como él y a la gente de barrio, como supo ser.

Nunca abandonó sus orígenes: su amor por el club Progreso, el carnaval y La Teja. Era común verlo en los actos tocando el tamboril, comiendo torta fritas en plaza Lafone y charlando mano a mano con los vecinos. En época de campaña electoral, terminaba agotado de tanto abrazar, pero nunca decía que no al militante del FA.

Su gusto por lo popular, producto de su origen humilde, lo llevó a ser “uno más” para mucha gente que se identificó con él. Sus fotos empezaron a aparecer colgadas en la puertas de las heladeras o mezcladas con los portarretratos familiares. Así empezó a expresar el frenteamplismo de a pie, de esos militantes anónimos que ayer lo fueron a despedir en La Teja con lágrimas en los ojos y bajo el cántico de: “Y ya lo ve, y ya lo ve, el presidente es Tabaré”.

“La primera característica que vimos en Tabaré Vázquez fue esa capacidad de llegada a la ciudadanía”, reconoció ayer el exministro de Economía Danilo Astori (Asamblea Uruguay) a Canal 12. Vázquez ejerció un “liderazgo de proximidad que transmitió la idea de autenticidad”, recordó Fernández Galeano.

“Sensibilidad por la justicia social” y “apego a las causas populares”, son algunos de los conceptos que se manejan en la izquierda como legado de Vázquez. “Entre dar un vaso de leche y arreglar un pozo, la prioridad es el vaso de leche”, dijo Vázquez, cuando ya era intendente de Montevideo. Así fue que marcó su perfil como hombre de izquierda, enfocado “en los que menos tienen”, como él decía en sus discursos.

Cortejo de Tabaré Vázquez. Foto. Francisco Flores
Cortejo de Tabaré Vázquez. Foto. Francisco Flores

Desde la intendencia, Vázquez construyó un “adelanto” de lo que podía ser la izquierda en lo nacional. Demostró que la llegada al poder del Frente Amplio “no iba a ser un cataclismo”, indicó Fernández Galeano. Además demostró una capacidad para la construcción de un equipo basado en la “confianza personal”, pero dejando las manos libres para actuar, algo que siempre caracterizó su estilo de liderazgo.

Tanto durante su pasaje por la presidencia del FA como en su primer mandato, Vázquez recurrió a las cabezas de los sectores para afianzarse como líder. Fue así que supo conciliar sus diferencias tanto con José Mujica como con Astori, poniendo por encima la unidad de la izquierda a la que tantas veces llamó a cuidar. Así consiguió que el líder del MPP fuera su ministro de Ganadería y que Astori llevara las riendas de la Economía.

Lo otro que quedará marcado para la izquierda es el compromiso de Vázquez con el programa de gobierno, que se convirtió en su “hoja de ruta” en la gestión. A pesar del religioso respeto que le tenía al programa, nunca dejó de repetir que siempre debía estar dentro de la institucionalidad del país. “En una mano el programa y en la otra la Constitución”, repitió varias veces en sus discursos.

“Fue un hombre muy pragmático”, resumió el analista político Óscar Bottinelli de Factum. “Vázquez no fue un conductor permanente, tomaba decisiones en determinados momentos y dejaba hacer mucho”, explicó. Señaló que cuando había confrontación interna “arbitraba” y también era capaz de retroceder cuando se daba cuenta que no tenía el respaldo popular.

Su “cable a tierra” fueron las consultas en La Española, dijo Bottinelli. “Yo lo había cuestionado y él me dijo que era su cable a tierra. Como que él necesitaba eso, el contacto con las personas de carne y hueso y ese pragmatismo fue lo que le permitió hacer ajustes en su gestión”, dijo el analista de Factum.

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Sus dos renuncias

A Vázquez no le temblaba el pulso y eso lo sabía cualquiera en el Frente Amplio. En 1997 ya lo demostró cuando renunció a la presidencia de la coalición, luego de un enfrentamiento con el entonces edil del MPP Jorge Zabalza, que se negó a votar la concesión del Hotel Carrasco. “Se fue porque se le había quitado el respaldo”, recuerdan en el FA. Y en 2008 rompió con el Partido Socialista cuando se lo criticó por haber vetado la ley del aborto. Las dos se enfrentó a una parte del FA, pero eso no le quitó apoyo y no impidió que siguiera siendo un líder respetado por todos.

“Supo llegar a la gente”

“Fue una de esas figuras que durante su vida supo llegarle a la gente con una inigualable capacidad para transmitir su pensamiento y además para escuchar todas las aspiraciones”, dijo el exministro Danilo Astori sobre el expresidente Tabaré Vázquez.

“Estuvo con el pueblo”

“Tabaré Vázquez es un hombre que fue frenteamplista desde el principio y héroe hasta el final. Un hombre que nos decía a todos ‘no te rindas’. Nos deja el mensaje de estar siempre con el pueblo”, dijo la intendenta Carolina Cosse.

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