MINISTERIO DE DEFENSA

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, informó que el jueves 15 de octubre volverá a llevarse a remate el avión presidencial comprado durante la administración de Tabaré Vázquez. La subasta volverá a hacerse en la Asociación de Rematadores y a diferencia de la anterior se hará sin base.

García dijo que frente a la situación generada por la pandemia se está “trabajando para dar todas las facilidades para todas aquellas personas que quieran venir de otros países a ver el avión y estar presentes en el remate”.

“El próximo lunes el avión va a ir a Buenos Aires a realizarse la inspección que corresponde, de forma tal de que esté en condiciones óptimas de vuelo”, agregó el secretario de Estado.

Como diera cuenta El País, la primera subasta del avión presidencial, realizada el pasado 15 de julio, duró solamente 4 minutos y quedó trunca por falta de oferentes.

El piso fijado de US$ 350.000 (la tercera parte del precio al que fue comprado), no sedujo a ningún comprador nacional o extranjero. El valor de base había sido fijado por el Ministerio de Defensa, con asesoramiento de la Asociación de Rematadores, que será la encargada de volver a pasarlo bajo el martillo.

“Vamos a convocar a otro remate. Fue inútil y cara su compra, y más caro es mantenerlo”, anticipó inmediatamente después el secretario de Estado.

El avión es de la marca Hawker, modelo HS-12-700 A y si bien se compró como transporte presidencial, fue presentado como “avión multipropósito”, ya que puede ser adaptado para funcionar como vehículo aéreo de rescate.

García ha dicho que menos del 10% de los vuelos realizados por la aeronave fueron de carácter sanitario. Indicó que se trata de un avión discontinuado, sin respaldo y con un costo “absolutamente desproporcionado” para el Estado, que pagó 1 millón de dólares por él.

En algo más de 2 años, se gastaron 1,6 millones de dólares en mantenimiento, combustible e instrucción.

García dijo que el gobierno tenía dos posibilidades: ofrecerlo con una base menor, o sacarlo sin base.

“De acuerdo a lo que nos decían los rematadores, si se pone una base, cualquiera sea ella, cualquier persona que ofrezca un peso por arriba de esa base hay obligación a rematarlo. Cuando uno no pone base queda en manos del rematador, que está representando a quien lo ofrece, para garantizar que el precio por el cual se vende, es un precio adecuado”, aclaró el ministro.

Consultado sobre si hay algún “plan B” en caso de que vuelva a fracasar la subasta, García indicó: “Hay cosas que han sucedido desde la primera convocatoria. Hasta ahora ha habido diferentes consultas, a los rematadores, en el Ministerio y por lo tanto eso nos da la impresión, nos hace prever que no hubo oferentes para la base que estaba fijada pero seguramente para otro precio lo habrá. A todos aquellos que han consultado les hemos dicho que un solo camino es el que garantiza transparencia y publicidad y está a la vista de cualquier escrutinio, que es la subasta pública, el camino que hemos elegido”.

El ministro dijo que se llevará adelante el mismo procedimiento de publicidad nacional e internacional para vender la aeronave, tanto por los medios tradicionales como por los electrónicos.

“Lo otro que fundamenta la expectativa que tenemos es que al día siguiente de la subasta anterior había consultas, que han continuado en las semanas que han transcurrido. Iban todas dirigidas a que se presente a la subasta pública. Eso es lo que nos hace ver que están dispuestos a participar no con las condiciones pasadas, sí con condiciones diferentes y nuevas”, señaló García.

“Hemos garantizado que esté en las mejores condiciones para poder ser subastado sin aumentar el costo de mantenimiento de US$ 1.600.000 en dos años”, agregó.