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Socialistas admiten las bajas, golpes e indisciplinas internas: ¿cuáles fueron?

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Gonzalo Civila. Foto: Leonardo Mainé.
Nota a Gonzalo Civila, candidato a la presidencia del Frente Amplio, en la sede del Partido Socialista en Montevideo, ND 20211118, foto Leandro Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

“LOS GOLPES FUERON MUCHOS”

En un balance de su gestión al frente del sector, el diputado Gonzalo Civila reconoció los “cimbronazos internos”.

"Nadie puede acusar a esta dirección de haber ‘hecho la plancha’”, señaló el secretario general del Partido Socialista Gonzalo Civila en un documento donde defiende su gestión al frente del sector que ha sufrido cortocircuitos (entre renovadores y ortodoxos) y del que se fueron más de 400 dirigentes en los últimos años.

En la antesala del congreso, que tendrá lugar en julio y de la elección del nuevo secretario general que será en agosto, Civila mostró su rendición de cuentas a toda la militancia. En el documento, al que accedió El País, defendió la orientación a la izquierda del sector y los cambios realizados, que según dijo “no podían no generar grandes cimbronazos internos”.

“Los golpes fueron muchos”, reconoció Civila y nombró: la conformación de nuevos grupos fuera del Partido Socialista, las bajas en las listas, “candidaturas de compañeros socialistas por fuera de las resoluciones partidarias”, desafiliaciones e indisciplinas. Aunque no fue explícito, sí hizo alusión así a la falta de apoyo a la que fue su candidatura como presidente del Frente Amplio por parte, por ejemplo, del exintendente de Montevideo Daniel Martínez o de los exsecretarios generales socialistas Eduardo “Lalo” Fernández y Mónica Xavier.

“Conscientes de esta realidad promovimos marcos de flexibilidad en la aplicación de las normas referidas a la disciplina partidaria y desalentamos la resolución de cualquier conflicto político por la vía punitiva”, señaló Civila sobre la decisión de no remitir a ninguno de los dirigentes antes mencionados al Tribunal de Disciplina del sector.

Con respecto a documentos de los renovadores -en los que lo cuestionan abiertamente por su candidatura a la presidencia del FA y la baja votación obtenida por el sector en las últimas internas- el diputado restó trascendencia al señalar que “el Partido es un espacio de debate permanente”.

Como luces de su gestión destacó: una línea política crítica, marcadamente socialista “no diluida ni matizada en el progresismo”, el ordenamiento de las finanzas partidarias y el “estilo de conducción no caudillista ni corporativo”.

Entre las sombras, en tanto, ubicó: las diferencias sustantivas y públicas sobre la orientación partidaria, la persistencia de dinámicas basadas en personalismos y círculos de afinidad, la incapacidad de equilibrar viejos y nuevos liderazgos, y “el compromiso escaso de algunos compañeros”.

En otros de los documentos que circulan de cara al congreso, un grupo de socialistas, entre los que se encuentra el dirigente Manuel Larguarda, se reconoce el “vaciamiento del que nadie quiere hacerse cargo”, en alusión a la pérdida de dirigentes y de simpatizantes del partido.

Allí sostienen: “en los últimos tiempos nuestro Partido ha caído en una crisis política que se ha traducido en lo electoral en una pérdida sistemática del apoyo popular desde 2004 a la fecha”. A eso agregan que el 2019 se llegó a un “punto crítico” en el que se perdió prácticamente el 50% del apoyo popular.

En ese marco, analizan la lógica de enfrentamiento interno que sufrió en los últimos años el Partido Socialista. Indican que “se volvió cada vez más funcional a intereses de grupos de poder en pugna constante por la conducción del Partido, obteniendo como resultado un Partido cada vez más pequeño, cerrado sufriendo un desgaste tal entre compañeros”.

“Es necesario asumir que todos hemos cometido errores y omisiones en los últimos años que han llevado al Partido a donde está”, sostuvieron. ¿Cómo salir de la crisis?, preguntaron. Y se contestaron: “Para comenzar a reconstruir al Partido necesariamente además de reconocer todo lo anterior y hacer la catarsis necesaria, debemos proyectar propuestas y generar compromisos que podamos sostener a largo plazo”.

El Partido logró equilibrar sus cuentas

Después de la profunda crisis financiera que tuvo que atravesar el Partido Socialista, se logró abatir en gran parte la deuda “en base al sacrificio de las acciones partidarias”, sostiene el balance financiero del sector frenteamplista. Con respecto a la campaña de Civila a la presidencia del FA se informa que costó $ 509.000 (unos US$ 12.000), que representó el 56,57% de los aportes. Mientras que en octubre del 2019 gastaron US$ 28.000 para la campaña.

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