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Seguridad social, la reforma a encarar durante el primer año del próximo gobierno

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Protesta de jubilados por regimen mixto. Foto: Fernando Ponzetto

LA RECTA FINAL

El déficit del sistema de seguridad social será uno de los mayores problemas estructurales que enfrentará el próximo gobierno, independientemente de su color político.

El gobierno que asuma en marzo de 2020, sin importar su color político, ya sabe que tiene un tema para negociar con la oposición: la reforma del sistema de seguridad social, nada menos que las jubilaciones de los uruguayos. Los cuatro partidos con mayor intención de voto coinciden en que es un asunto a encarar en los primeros doce meses de gestión, aunque no todos lo ven con la misma urgencia.

La economista Jimena Pardo, del equipo del frenteamplista Daniel Martínez, dijo a El País que debe buscarse una negociación “lo más amplia posible” en el primer año. “Luego, la posibilidad de acordar dependerá de la capacidad técnica de análisis de las propuestas”, consideró.

Para el Frente Amplio, hay “principios rectores” que deben estar en la base de estas negociaciones. Por ejemplo, mantener los niveles de cobertura actuales y el respeto de los derechos adquiridos. Puntos que tienen en común con otros partidos, como la creación de una jubilación parcial compatible con la actividad laboral.

Si bien el Frente Amplio asume el compromiso de encarar una negociación en el primer año de gobierno, esto no implica que el acuerdo se cierre en ese tiempo. “El país tiene espalda para hacer esto con el tiempo que requiere”, dijo Pardo.

Jimena Pardo. Foto: Marcelo Bonjour
Jimena Pardo. Foto: Marcelo Bonjour

De todos modos, el FA tiene clara la urgencia de atender a las instituciones que requieren mayor asistencia financiera, en particular la Caja Militar -“que en este período se consiguió una reforma relativamente magra”-, y el BPS “que es el que requiere mayores cuidados porque atiende a la mayoría de los trabajadores”.

“A lo que no estamos dispuestos es a hacer una mala calidad de reforma por apurarnos”, concluyó.

El Partido Nacional, por su lado, propone crear una comisión de expertos de primer nivel designados por los partidos políticos, “a los que se les dará un año para realizar una evaluación cuidadosa de la situación” del sistema jubilatorio.

El abogado laboralista Mario Arizti, del equipo del candidato blanco Luis Lacalle Pou, dijo a El País que “es necesario volver a poner el sistema en trayectoria de sustentabilidad a la brevedad posible”.

“Luego de la reforma de 1995, todos los estudios indicaban que el sistema estaba en una situación financiera razonable hasta 2040, aproximadamente. Sin embargo, el ministro (de Economía, Danilo) Astori, y diversos jerarcas de gobierno hace ya varios años se insisten en la necesidad de la reforma. (…). El gasto se disparó por muchas razones”, explicó.

Mario Arizti. Foto: Nicolás Pereyra
Mario Arizti. Foto: Nicolás Pereyra

Elevar la edad de jubilación no está en los planes del Partido Nacional. “Es una variable muy sensible que los países que tratan maduramente el tema lo hacen con anticipación de diez o quince años, como Dinamarca, por ejemplo. Otros países adecuan automáticamente las edades mínimas a la evolución de la esperanza de vida, siempre con mucha anticipación”, dijo Arizti.

El programa de Lacalle Pou incluye sí un aumento de la asignación familiar y una reducción de las tasas para préstamos a pasivos del BPS, hoy del orden del 30%.

“Son dos objetivos que aspiramos a poder lograr durante el período de gobierno, no en lo inmediato. La mejora de las transferencias hacia los hogares con hijos es para nosotros central”, dijo a El País la economista Azucena Arbeleche.

“Hoy la Asignación Familiar es mayor para el que no está en el mercado formal de empleo (Mides) que para quien lo está. Es una señal inconveniente porque desestimula el esfuerzo e interés de formalizarse, a la vez que injusta, en la medida que el padre que trabaja tiene menos tiempo para dedicar al cuidado de sus hijos y ello puede generar mayores gastos familiares”, explicó.

El Partido Nacional prevé financiar estas medidas a partir de las economías en la mejora de gestión del BPS. “Hay mucho para ahorrar con una mejor gestión, como lo han reconocido recientemente los tres directores sociales del BPS”, indicó Arbeleche, referente de Lacalle Pou en política económica.

Para la economista Ana Inés Zerbino, del equipo del candidato colorado Ernesto Talvi, la reforma de la seguridad social también debe encararse en el primer año de gobierno.

“Primero, porque todas estas reformas llevan un tiempo importante implementarlas, y segundo, como se hacen respetando los derechos adquiridos, empiezan a tener efecto bastante tiempo después”, explicó.

Ana Inés Zerbino. Foto: Francisco Flores.
Ana Inés Zerbino. Foto: Francisco Flores.

Hay otros dos elementos que justifican la urgencia: un déficit del sistema de 6,5 puntos del PBI, y la tendencia sociodemográfica de aumento de expectativa de vida. “El primer año de gobierno hay que diseñar la reforma, lograr los acuerdos y tratar de aprobarlos. Si fuera el primer año, espectacular, si no a principios del año siguiente”, sostuvo.

“Lo principal que creemos que necesita una reforma es el pilar de reparto, el administrado por el BPS. Para eso planteamos una reforma completa, una modernización del sistema, un cambio sustancial. Si bien el sistema sigue siendo de reparto, en el sentido de que no es de capitalización, lo que proponemos es crear lo que se llaman cuentas nocionales, que son cuentas virtuales en las cuales los trabajadores pueden ir acreditando en forma virtual sus aportes, y esos aportes se van capitalizando a una tasa ficta que es la tasa de crecimiento del PBI a largo plazo”, explicó Zerbino.

Y subrayó tres ventajas de esta propuesta: “Primero, mejora la viabilidad financiera del sistema, porque da incentivos para el aporte; segundo, es más equitativo, porque la jubilación va a depender de lo que realmente aportan; y tercero, porque es dinámico, va incorporando las tendencias sociodemográficas”.

Esto hace que el sistema previsional sea “menos dependiente de las decisiones políticas”, explicó. “Los sistemas paramétricos en donde la edad de jubilación depende de una decisión política, ¿quién la sube? Nadie, porque tiene un costo político”, acotó.

Enrique Pees Boz, asesor económico de Manini Ríos. Foto: Francisco Flores
Enrique Pees Boz, asesor económico de Manini Ríos. Foto: Francisco Flores

Finalmente, para el economista Enrique Pées Boz, del equipo del candidato de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, el acuerdo interpartidario se impone porque “ninguno de los partidos aparece con mayorías como para llevar adelante un cambio a la seguridad social”.

La propuesta estrella de Cabildo Abierto es la eliminación gradual del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS), en la medida que las finanzas públicas lo permitan, reduciéndolo en un 50% en el período 2020-2025. También proponen la modificación del IRPF, pasando de un impuesto a la renta bruta hacia un impuesto a la renta neta.

Pero antes Cabildo Abierto quiere saber dónde están parados. “Nosotros no hemos sido ni gobierno ni oposición. Entonces, lo primero que tenemos que hacer es conocen los detalles, y para eso hay que hacer las auditorías”, sostuvo Pées.

Las principales propuestas

Frente Amplio

Reforma integral, priorizando a los sectores más vulnerables. Convocar a un gran acuerdo nacional. BPS como coordinador de las políticas estatales de Seguridad Social. Jubilación parcial compatible con una actividad laboral. Límites a las comisiones de las AFAP privadas apuntando a la extinción del lucro de manera gradual.

Partido Nacional

Comisión de expertos de los partidos políticos; en un año evaluación de la situación. Incentivo al ahorro voluntario. Revisión de la normativa que restringe trabajar luego de jubilado. Reducir progresivamente las tasas a los préstamos a los pasivos. Complementar el ingreso de quienes reciben las jubilaciones de menor monto.

Partido Colorado

Reforma del pilar de reparto. Los aportes se contabilizarán individualmente en una “cuenta nocional” y se capitalizarán a una tasa ficta. Las pasividades estarán atadas a la totalidad de la vida laboral, y no solo al promedio de sus últimos 10 años o los mejores 20 años. Incentivar el retiro gradual. Fomentar el ahorro voluntario en AFAP. 

Cabildo Abierto

Promover la inversión de las AFAP en nuevos emprendimientos que incorporen avances tecnológicos y creación de fuentes de trabajo de calidad. Eliminación gradual de IASS, hasta el 50% en el período 2020-2025. Para las pasividades que no alcancen el mínimo imponible, pago de un Bono Social anual.

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