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De roles inesperados a cambios por la LUC: el COVID-19 y su influencia en la política local

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De roles inesperados a cambios por la LUC: el COVID-19 y su influencia en la política local

CORONAVIRUS

La llegada de la pandemia trastocó la agenda de gobierno e impulsó figuras sorpresivas en la coalición mientras el FA vuelve a la oposición. Tres profesionales analizan el impacto en Uruguay.

"El gobierno que hoy comienza carga con un compromiso electoral, un compromiso electoral que es un contrato con los orientales; es un contrato basado en un diagnóstico de la realidad nacional y, además, un conjunto de medidas concretas que ofrecimos a la ciudadanía”, manifestó el presidente Luis Lacalle Pou el 1 de marzo en la Asamblea General, en la jornada que asumió como nuevo presidente de la República.

Lo que el presidente no tuvo en cuenta, o al menos no esperaba con tal impacto, es que tan solo 12 días después tendría un gran e inesperado contratiempo: el coronavirus.

El viernes 13 de marzo Uruguay confirmó los primeros cuatro casos de esta enfermedad en el país y se sumó al largo listado de afectados por esta pandemia. La llegada de la enfermedad y sus características hicieron que los planes expresados el 1° de marzo durante la asunción se vieran afectados, al menos por un tiempo.

¿Cuánto afecta una pandemia en los primeros pasos de un gobierno? ¿Qué cambios genera? ¿Cómo ha sido esta experiencia en Uruguay?

“Influye en que es un evento inesperado y condiciona toda la actividad política parlamentaria, es un evento fortuito que se estaba desarrollando en todo el mundo pero hubo que tomar previsiones. Fijate que trastoca la agenda de gobierno”, explicó el politólogo Alejandro Guedes a El País.

Jorge Lanzaro, doctor en Ciencias Políticas y profesor titular del Instituto de Ciencia Política, analizó: “Esta emergencia tiene la parte estrictamente sanitaria, que es el incendio que hay que apagar, organizar un cortafuegos y tiene también un fenómeno de regulación a un aspecto que es propio de la emergencia, aunque viene de atrás, que es la situación económica, la situación social, que ya venía con cierto deterioro y que se complica con el confinamiento”. 

Según Mariana Pomiés, directora ejecutiva de Cifra, el gobierno tiene "seria y genuina preocupación por la salud de la población pero no deja de ser un gobierno como cualquier otro". Por esta razón todas las medidas tomadas tienen sus costos políticos y también es una situación a la que se le presta atención a la hora de tomar decisiones. "El gobierno sabe que se está jugando mucho en las decisiones que se toma, que si las cosas no salen como están previstas o no salen tan bien, son cartas que se las van a cobrar en el futuro”, dijo.

Conferencias diarias y una figura que irrumpió: Álvaro Delgado

Además de las políticas sanitarias, económicas y sociales que deba impulsar el gobierno, la sociedad también exige información y buena comunicación sobre la pandemia. Por esta razón el gobierno asumió el rol de ser la voz oficial sobre la enfermedad y su avance y realiza reportes por medio del Sistema Nacional de Emergencias.

Las actualizaciones son diarias y en un comunicado difundido por medios oficiales. Además el gobierno convoca a conferencias de prensa en Torre Ejecutiva. Participan Lacalle Pou, la mayoría de sus ministros y una figura que se ha consolidado: la de Álvaro Delgado, secretario de Presidencia.

En los 52 días comprendidos entre el 13 de marzo y el 4 de mayo, Delgado es el político que más apariciones tuvo en estas conferencias: 17 y la mayoría como responsable principal.

Incluso fue el encargado de confirmar el primer fallecimiento de una persona a causa de esta enfermedad en Uruguay. Si bien seguramente también influyó que ocurrió poco después de una conferencia y la noticia estaba comenzando a circular en medios, también es una señal de la confianza del presidente.

Lanzaro analizó que "el papel de Álvaro Delgado es un papel extremadamente relevante que digamos va más allá de lo que podría hacer las funciones de un secretario de la Presidencia o de una jefatura de gabinete". 

Además, sobre la imagen que proyecta en la sociedad, agregó: "No hay ninguna duda de que cuando habla Delgado la gente siente que habla con el respaldo del presidente y con la autorización expresa o tácita de alguien que tiene la confianza presidencial”.

Guedes, por su parte, afirma que la comunicación que logra Delgado es más política que técnica y que Lacalle Pou lo está usando como vocero. "Lo que se está apelando es tratar de tener una comunicación bastante clara y sobre todo con bastante empatía. Eso sólo lo permite un político. La información técnica sabe traducirla políticamente para la ciudadanía y a su vez tiene sus propias virtudes que hemos visto en cuanto a su capacidad de comunicar y generar confianza: usa las palabras adecuadas y si se quiere ha sido exitoso en ese modelo”.

Lacalle Pou y salidas al público estratégicas

El presidente de la República, hasta el 4 de mayo cuando dio una conferencia virtual para medios del interior, era el cuarto miembro de gobierno en apariciones en conferencias de prensa con 11, por detrás del prosecretario de presidencia, Rodrigo Ferrés, y del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas.

Esto, según especialistas, forma parte de una estrategia comunicacional adoptada por el gobierno. El presidente debe medir sus intervenciones públicas y ser criterioso.

“Hay muchos manuales sobre qué tienen que hacer los líderes en épocas de crisis. Sin dudas tienen que liderarlas pero salir todos los días a decir 'buenos hay tantos casos y tantos enfermos' creo que no es lo esperable del presidente, para eso están las otras figuras”, explicó Pomiés.

Basándose en varias consultas realizadas por Cifra, Pomiés expresa que además es una estrategia acertada porque Lacalle Pou está generando una imagen positiva en la sociedad. "Logra transmitir confianza en la población", expresó.

Para hablar sobre la estrategia adoptada por Lacalle Pou, Lanzaro parafrasea una frase que dice que un presidente es "prisionero de sus palabras y dueño de su silencio". "Me parece que ahí está otro de los temas de regulación del presidente. Este tiene que salir y ha salido y al mismo tiempo tiene que regular lo que dice y cuántas veces sale y para qué cosa sale,  debe tener una escala de prioridades”, explicó.

Guedes mantiene la línea que expresó Lanzaro y agrega que, cuantas más salidas, el presidente corre más riesgos de perder reputación en algún evento. "En el momento que perdés la reputación perdés credibilidad ante la ciudadanía y los distintos actores”, dijo.

La coalición: del protagonismo de Talvi a los desmarques de Manini Ríos

Lacalle Pou lidera un gobierno de coalición en el que participan cinco partidos: Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido de la Gente y Partido Independiente. Con representación en distintas partes del gobierno, los actores forman parte de un mismo equipo pero también dejan ver que no pierden de vista su futuro político.

"Agrega una complejidad", dice Lanzaro sobre los gobiernos de coalición, y comenta: "está probado que, en el caso de América Latina, los centros presidenciales que han tenido más necesidades de desarrollarse desde el punto de vista del uso de sus instituciones y funcionarios son aquellos que tienen que lidiar con coaliciones".

Ernesto Talvi, una de las figuras del Partido Colorado y actual canciller, ha sido uno de los protagonistas más participativo de estos primeros meses de gobierno. Debido al operativo Todos en Casa, encargado de repatriar uruguayos que se encontraban varados en el exterior, ha visto favorecida su imagen, como también por el corredor humanitario permitido a los pasajeros del crucero Greg Mortimer para volver a su casa.

"Ahí hay una cooperación importante, muy leal, pero también con la mirada de reojo acerca de que quiere tener un desempeño que le sirva para una competencia, donde mira hacia la posibilidad de una nueva candidatura presidencial", afirma Lanzaro.

Otro de los partidos más fuertes dentro de la coalición es Cabildo Abierto. Guido Manini Ríos ha tenido algunas acciones durante estos dos meses que demuestran que integra la coalición pero que también marcan la cancha de donde esta parado su partido, explican los especialistas.

Su desmarque ante la suba de tarifas en el contexto de la pandemia y sus críticas a la Justicia por casos relacionados a la dictadura en la media hora previa a una sesión del Senado demuestran que también marca la agenda política, explican.

"Cabildo Abierto está marcando presencia y está marcando posición. No lo hace en un círculo discreto de conversación con los otros socios y con el presidente o si lo hace así pero también lo hace públicamente para marcar posición", analiza Lanzaro. 

El Frente Amplio, de un comienzo tolerante a la confrontación por la Ley de Urgente Consideración

Junto con la asunción de Luis Lacalle Pou como presidente también ocurrió un hecho que llevaba 15 años sin darse: el Frente Amplio pasó a ser oposición.

Para Guedes el Frente Amplio tuvo dificultades a la hora de pasar la página y abandonar el oficialismo tras tres períodos. Además en un contexto de pandemia algunas figuras políticas integran el grupo de riesgo ante la enfermedad, como es el caso de José Mujica , al menos de forma presencial y otras deben asumir ese rol.

A pesar de haber temas en la agenda del gobierno que anunciaban diferencias sustanciales, el contexto de emergencia sanitaria generó una cierta flexibilidad de parte del Frente Amplio con respecto a las críticas.

“Creo que el Frente Amplio tomó una postura bien recibida por sus votantes y de cierta manera apoyar para que el barco siga a flote, no poner tantos palos en la rueda”, dijo Pomiés sobre el comienzo del FA como oposición. Luego, el ingreso del proyecto de urgente consideración cambió la tónica. "En la Ley de Urgente Consideración hay temas que para el Frente Amplio son muy sensibles", explicó.

El 17 de abril Lacalle Pou anunció el ingreso del proyecto de ley al Parlamento y el jueves 23 se hizo efectivo.

Este fue un punto de inflexión entre oficialismo y oposición. El Frente Amplio cambió su postura y salió a confrontar.

“Esta confrontación se ve a partir de que el gobierno retoma lo que es su agenda política y naturalmente como es esperable en toda democracia hay confrontación de ideas y posicionamientos distintos. Además cuando hay un proyecto de ley que va en sentido bastante opuesto a lo que tenía el gobierno anterior. Es esperable que ahora se empiece a ver al Frente Amplio entrar una actitud de oposición a lo que comienza a hacer el gobierno”, afirmó Guedes.

Para Lanzaro, por su parte, una de las "urgencias" de impulsar la ley de urgente consideración también refiere a la unidad de la coalición. "Lo que es urgente es legislar antes de que la coalición se desparrame o se complique mucho digamos", afirma.

Un gobierno de coalición que transita sus primeros meses buscando equilibrios, un partido que pasa de ser gobierno durante 15 años a ser oposición. Una pandemia global y una emergencia sanitaria que nunca nadie imaginó. El 2020 se transformó en un año bisagra para la sociedad y también será clave para el lugar que los políticos y partidos uruguayos jueguen en un futuro

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