Inteligencia estatal

El principal organismo castrense será comandado por un general muy cercano al presidente Tabaré Vázquez.

El Poder Ejecutivo ratificó que la conducción del Estado Mayor de la Defensa (Esmade) continuará en manos del Ejército, al disponer que su actual comandante, general Juan José Saavedra, será remplazado por el general Alfredo Erramun, de la misma fuerza.

Erramun es un general muy cercano al presidente Tabaré Vázquez. En su momento como coronel del Ejército fue edecán del mandatario y hasta ahora era jefe de la Casa Militar.

Pero tiempo atrás se vio envuelto en un episodio que políticamente tuvo mucho significado, tanto hacia dentro de la fuerza de tierra como a nivel parlamentario.

Hace poco más de dos años, a fines de 2016, el general Erramun concurrió al sepelio del dictador (1981-1985) Gregorio Alvarez. Lo hizo vestido de particular pero en un automóvil oficial. El hecho no provocó ninguna reacción del gobierno.

Tiempo atrás a nivel de la oficialidad se había manejado la posibilidad de que el Esmade rotara entre las fuerzas y ahora pasara a estar comandado por la Armada, pero finalmente el gobierno no atendió esa posibilidad.

Saavedra pasará a retiro por ley a partir del 1° de febrero, lo mismo que ocurrirá con el subjefe del Esmade, brigadier general aviador Ismael Alonzo.

El Esmade, creado a partir de la Ley 19355, artículo 121, es el órgano de asesoramiento del ministerio de Defensa Nacional en materia de planificación y coordinación de las actividades de las Fuerzas Armadas.

La relevancia de comandar el Esmade radica en sus funciones. Entre sus cometidos se destacan la elaboración doctrinaria y la planificación del concepto de operación conjunta de las distintas Fuerzas, el análisis y la valoración de escenarios estratégicos.

Asimismo, el Esmade tiene a su cargo la planificación logística de las Fuerzas Armadas a nivel ministerial, particularmente en lo referido a sistemas de armas, de comunicaciones, de equipamiento y de nuevas tecnologías.

Ahora bien, para un oficial general ser el jefe del organismo tiene dos consecuencias. Una es que deja de pertenecer orgánica y jerárquicamente al Ejército, en el caso de Erramun, pasando directamente a hacerlo del ministro de Defensa y del presidente.

Y la otra es que el oficial adquiere un status superior a sus colegas, ya que al ser nombrado pasa a ser un general de cuatro estrellas, nivel similar al del comandante en jefe de la fuerza general Guido Manini Ríos. El resto de los generales del Ejército son de nivel dos estrellas.

Antes del general Saavedra, el Esmade también estuvo en manos del Ejército, siendo su jefe el general Daniel Castellá.

Inteligencia.

En los últimos días del año 2018, el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un pedido de venia para designar al general del aire retirado Washington Martínez como director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado, un organismo que se creó recientemente como parte de la ley que unifica las tareas y organizaciones que se encargan de la inteligencia estatal.

Martínez fue comandante en jefe de la Fuerza Aérea y pasó a retiro obligatorio en febrero de 2015. En su lugar asumió el actual comandante en jefe Alberto Zanelli quien, precisamente el próximo 1° de febrero será también relevado por razones legales.

En los gobiernos del Frente Amplio siempre hubo buen concepto del general Martínez, por lo cual desde que pasó a retiro se especuló con que podría llegar a ocupar el cargo al frente de la inteligencia estratégica.

La vigente ley marco de inteligencia estatal estratégica define los organismos integrantes del nuevo sistema.