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Radicales al FA y al Pit: “Manga de traidores”

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Contra acto de Unidad Popular. Foto: Francisco Flores.

ACTO “CLASISTA”

El acto fue convocado por un grupo de sindicatos que integran una central paralela llamada Confederación Sindical y Gremial del Uruguay.

Hay menos de 20 cuadras de distancia entre la Plaza Mártires de Chicago, donde se realiza desde hace años el acto del Día de los Trabajadores del Pit-Cnt, y la esquina de 18 de Julio y Ejido. Allí, algo más de 100 militantes -en su mayoría cincuentones en un clima distendido, muy lejano a la euforia del acto oficial que en ese momento llegaba a su fin- esperaban ayer a las 13 horas que se iniciara el acto “clasista”, convocado por un grupo de sindicatos que integran una central paralela llamada Confederación Sindical y Gremial del Uruguay.

Se trata en su mayoría de sindicatos escindidos del Pit-Cnt y de tendencia radical, apoyados por Unidad Popular. Entre la gente caminaban sonrientes el candidato a presidente Gonzalo Abella, el candidato a vice Gustavo López y el diputado Eduardo Rubio.

Había cuatro hileras de sillas frente a un pequeño escenario. Arriba, Jorge Pérez de la Corriente Sindical Clasista, habló de “la entrega del país al capital extranjero”, dijo que el “oportunismo en el seno del movimiento sindical pretende acallar las voces y las luchas” de los trabajadores, propuso una reforma impositiva que grave al “capital imperialista y de las clases dominantes” y criticó al “gobierno burgués” y “pseudo progresista”.

Aún más duro fue Miguel Fagián, del Sindicato de Ferroviarios del Uruguay, quien levantó uno de los mayores aplausos de la tarde cuando calificó de “manga de traidores” a los dirigentes del Pit-Cnt y a los integrantes del gobierno. Dijo que la central ha sido aliada “del gobierno privatizador”.

Las dirigentes Laura Gularte y Cielo Gutiérrez leyeron la proclama final, en la que se insistió en que el gobierno habla de agenda de derechos pero “cierran el instituto Cachón y el Hospital Filtro, niegan medicamentos de altos costos, desmantelan el Canzani, recortan los presupuestos sociales, niegan el 6% e imponen los programas neoliberales en la educación”. Y dijeron que “la uberización es parte de la superexplotación de los trabajadores, en esta nueva ofensiva de la burguesía contra nuestra clase”.

Una bandera de Venezuela y otra de Palestina se veían desde lejos y esas dos causas estuvieron en la proclama final y en varios de los discursos. Gularte y Gutiérrez condenaron “el golpe de Estado en Venezuela” y marcaron su “solidaridad incondicional” con el gobierno de Nicolás Maduro.

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