ELECCIÓN DE AUTORIDADES

Las elecciones internas del Partido Nacional que se celebraron el pasado sábado sirvieron para mostrar al mismo tiempo dos cosas. Por un lado, la consolidación del sector Todos, el grupo mayoritario que reúne a varios sectores encolumnados detrás del presidente Luis Lacalle Pou. Y por el otro, que el esfuerzo del senador Jorge Gandini -de aprovechar el espacio de crecimiento que hay dentro del ala no oficialista- comienza a verse reflejado en resultados: obtuvo tres cargos en el directorio, para sorpresa de todos, incluso la propia.

La nueva integración del directorio de los nacionalistas, luego de una semana intensa de negociación para la concreción de una lista de consenso -que fue la que compitió y se impuso ante la de Gandini-, quedó conformada con nueve representantes de Todos: cinco de Aire Fresco -el sector del primer mandatario-, dos del herrerismo, uno del Espacio 40 y otro del grupo Mejor País, que es nada más ni nada menos que el presidente del órgano de conducción de los blancos, Pablo Iturralde.

Del otro lado, además de los tres directores de Por la Patria (sector de Gandini), hay un cargo para Todo por el Pueblo -ocupado por el propio senador Juan Sartori-, y los dos de Alianza Nacional, sector que tras el fallecimiento del exministro Jorge Larrañaga quedó sin un líder claro.

A diferencia de la integración del directorio anterior, el grupo oficialista ganó dos bancas más -pasó de siete a nueve, contando a Iturralde-, y el bloque por fuera de Todos perdió una (de siete bajó a seis), aunque con una diferente distribución de fuerzas, ya que Alianza Nacional se debilitó al pasar de cinco lugares a dos.

“Yo creo que el partido está bien, al gobierno le va bien, y el sector mayoritario sigue siéndolo y quizás se esté consolidando”, dijo Gandini en diálogo con El País. Y agregó: “También necesita consolidarse la otra corriente, no es solo una cuestión del ala mayoritaria”. A grandes rasgos, Iturralde coincidió con esa lectura. “Hay una consolidación del sector oficialista, que logró una presencia importante”, aseguró.

La estrategia de Gandini, a quien le hubiera correspondido una banca en el directorio si acordaba con la lista unitaria (según los votos de las elecciones de junio de 2019), fue un factor relevante para también explicar dos cosas: la histórica concurrencia de los convencionales a los distintos circuitos del país para definir una elección competitiva, y la débil expresión del sartorismo, si se compara con la fuerza demostrada dos años atrás, cuando su líder irrumpió como un outsider y se postuló como precandidato a presidente. Es que según indicaron fuentes partidarias a El País, el “batacazo” de Gandini se debió en buena medida al apoyo de más de 30 convencionales que formalmente integran el sartorismo, y que no estaban dispuestos a dar su voto por la lista unitaria, de la que el empresario formaba parte. Muchos de los militantes se distanciaron del sartorismo ante la ausencia del líder en los asuntos políticos cotidianos.

Sin entrar en ese detalle, Gandini atribuyó su buena votación a la “cosecha” de un largo proceso de trabajo, aunque reconoció que fue votado tanto por “gente afín” al sector como por otros que hoy lo miran “con cierta expectativa”.

Se sabía que tenía asegurado al menos un lugar en el directorio, que se consigue con más de 30 convencionales -33,3 si votan los 500-. Pero tenía esperanzas de alcanzar dos y con ese fin hizo campaña desde febrero de este año, cuando anunció que no integraría el acuerdo global. “La cosecha”, entonces, significó recoger 90 votos, cuando partió de los 21 convencionales que respondían formalmente a Por la Patria, obtenidos en los comicios de junio de 2019, cuando formaba parte del grupo de Larrañaga. Para eso, está claro, no solo se valió de convencionales sartoristas, sino también de aliancistas de distintos departamentos, y también algunos de Mejor País, señalaron las fuentes.

“Veníamos trabajando desde hace mucho tiempo para generar una expresión nueva del Partido Nacional, y queríamos hacerlo en un acto electoral”, sostuvo Gandini.

Sobre su aspiración de aquí en más con este piso logrado, afirmó que no pretende liderar el ala wilsonista pero sí “ser parte y ayudar a que exista”. “No tenemos pretensiones de liderazgo”, insistió. “Nuestro objetivo es fortalecer y ser parte de un espacio más grande, más inclusivo y que todavía no existe”, explicó el senador.

Por otra parte, el nivel de votos registrados es histórico al menos desde el retorno a la democracia, según Iturralde. La cifra récord fue de 464 convencionales -casi el 93%- que decidieron votar en una elección que llevó por nombre “Jorge Larrañaga”, en homenaje al ministro fallecido. De esos votos, dos fueron anulados y tres en blanco, por lo que el total de votos válidos fue de 459.

“Fue algo muy bueno, porque al haber más de una opción se generó una gran participación y se pudo construir un directorio con grandes desafíos”, concluyó Gandini sobre la elección del pasado sábado.