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Pulso firme

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LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN

El gobierno que asuma el 1° de marzo deberá hacer lo que debe hacerse. Y no esperar, de la otra vereda, tregua alguna. Porque no la habrá.

El Frente Amplio cuenta los días que le quedan en el poder y en la coalición de izquierda, así como en las “organizaciones sociales”, corporaciones y demás colectivos que responden a esa fuerza política, no hay quien no advierta -un día sí y el otro también- que el Uruguay está mejor que nunca y que lo que sobrevendrá tras la asunción de Luis Lacalle Pou será un desastre de dimensiones bíblicas.

Ahora resulta que todos saben cómo se solucionan los problemas que, curiosamente, esas mismas personas no sólo no han solucionado sino -en muchos casos- ni siquiera encararon. Y entonces a Astori, que deja el peor déficit fiscal en 30 años, le inquieta el manejo de la economía y los recortes en el gasto público que supone realizará el nuevo gobierno. Y a Murro, que se va con una desocupación de casi el 10%, le preocupa que en los próximos años falte empleo. Y a Layera, el mismo que hace algunos meses admitió que íbamos rumbo a ser Guatemala, le desvela que Larrañaga no pueda combatir eficazmente la inseguridad.

El Pit-Cnt les hace, como siempre, el juego. La cúpula de la central sindical advierte que la Ley de Urgencia será “una fabriquita de conflictos” y antes que el nuevo gobierno asuma ya amenaza con paros, protesta social y hasta con juntar firmas para derribar algunas iniciativas mediante un referéndum. Y los sindicatos no se quedan atrás. El de Ancap no quiere cambiar nada. El de la educación, tampoco. El de los funcionarios públicos, menos. Mientras tanto, preparan un “homenaje” al presidente Vázquez. Independencia de clase, que le dicen.

Los “analistas” y las corporaciones hacen el resto. Anticipan que las reformas en materia de seguridad “harán colapsar las cárceles”. ¿Acaso no están colapsadas hace rato, sin que ellos digan esta boca es mía para no generarle problemas al gobierno de su partido? ¿Y qué proponen? ¿Dejar de perseguir a los delincuentes? ¿No mandar a la cárcel a los que violan la ley? Se les suma el gremio de los fiscales, que advierte que si no se cambia la Ley de Urgencia todo el sistema se verá desbordado. ¿No están desbordados ya? ¿No les preocupa el aumento del delito y la demanda social de más y mejor Justicia? ¿No deberían plantear qué necesitan para trabajar más eficazmente, en lugar de reclamar que nada cambie?

El país reclama cambios con urgencia. Por eso los uruguayos votaron como votaron. Porque el tiempo de hacer la plancha frente a algunos problemas pasó. Y porque es hora de hacer. De enfrentar algunas realidades y de dar la pelea para transformarlas.

La máquina de obstaculizar cualquier cambio, queda claro, está aceitada. Los que esperaban que 15 años de gobierno cambiaran la forma de hacer oposición del Frente Amplio pueden abandonar toda esperanza.

El gobierno que asuma el 1° de marzo deberá hacer lo que debe hacerse. Y no esperar, de la otra vereda, tregua alguna. Porque no la habrá. Habrá interpelaciones, paros, huelgas, ocupaciones, recolección de firmas y “pueblo en la calle”, como a algunos les gusta decir. Los líderes de la coalición gobernante tendrán que mantener la calma y, por sobre todo, el rumbo claro y el pulso firme.

El futuro del país estará en juego.

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