ACTO POR EL DÍA DE LA INDEPENDENCIA

El agua se aguantó hasta poco rato después de comenzado el himno patrio. Por eso el presidente Luis Lacalle Pou rechazó dos veces los paraguas que le intentaron acercar sus asesores. Mantuvo su mano pegada al corazón y rechazó el paraguas mientras siguió cantando el himno. Él ya había advertido a los organizadores que el acto no se suspendía ni con lluvia torrencial. El “aguazo” de ayer en Florida fue más bien un chaparrón: corto, pero bien intenso. Lo justo para empapar al presidente, y al resto de los desprevenidos que no llevaron paraguas.

El jefe de Estado encabezó el acto conmemorativo por un nuevo aniversario del Día de la Declaratoria de la Independencia, en la Piedra Alta. Ayer el gobierno se animó a realizar el primer acto patrio de lo que va del mandato, ya que en las anteriores fechas patrias solo organizaron una pequeña colocación de ofrenda floral, producto de la pandemia de coronavirus instalada en el país.

Por eso la ceremonia fue preparada con anterioridad. A lo largo de toda la plaza se marcaron con pintura blanca los lugares donde se pararían los invitados. Y en el entorno la Intendencia de Florida se ubicaron unas 20 personas que conformaron: “la guardia sanitaria”. Identificados con chalecos amarillos fluorescentes repartieron tapabocas a quienes no tenían y ofrecían alcohol en gel para las manos.

Varios manifestantes se organizaron en los alrededores con carteles en contra de la instalación de la segunda planta de UPM. Quien llevó la voz cantante de los activistas -megáfono en mano mediante- fue el abogado Gustavo Salle.

“No a la contaminación, no a la entrega del país al capital extranjero. No a la corrupción que se lleva millones de dólares contra el pueblo uruguayo. Declarar nulo y sin ningún valor los lazos colonialistas con UPM”, gritaba Salle.

A unos cinco metros, en primera fila, se ubicó Lacalle Pou, quien se dio vuelta para pedirle silencio durante los discursos. “Vamos a respetar cuando usted pida que empiece el acto, respetamos el acto”, le respondió el abogado por el megáfono logrando el aplauso de los presentes a lo que el presidente le dio su “pulgar para arriba”.

Pero la “barra” de Salles se aguantó hasta la mitad del discurso de la intendenta de Florida, Andrea Brugman. Cuando la jerarca dejó de hablar de la Independencia para repasar de forma muy detallada las obras del gobierno departamental blanco, desde las grandes obras hasta las cuadras bituminizadas.

“Los patriotas cumplieron hace ya 195 años y por tanto hoy nosotros queremos asumir la tarea y salir a buscar inversiones para generar desarrollo y fuentes de empleo”, dijo la intendenta y estallaron los activistas reclamando “trabajo digno”.

Por el gobierno, Lacalle Pou encomendó al ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, pronunciar el discurso. El ministro dijo que en el siglo XXI, “luchar por la independencia” es recuperar la política exterior. “Que no esté fundada en afinidades ideológicas, ni en amistades circunstanciales, sino en la defensa de nuestros intereses permanentes”, dijo. Salles volvió a intervenir gritando que se está “regalando la patria a las multinacionales”.

El griterío se mantuvo en momentos en que el presidente y la intendenta colocaron una ofrenda floral. Incluso durante el toque de honor de la diana, donde se hace silencio. En ese momento a los manifestantes se sumó el intenso ladrido de un perro callejero que se acercó. “Bueno, bueno”, dijo Lacalle Pou para intentar calmarlo. “Parece Salle”, comentó bromeando un funcionario de la Intendencia.

Pero a Lacalle Pou los reclamos no le molestaron. “El pueblo viene a conmemorar y hacerse oír. Capaz que cuando están los discursos, le hice una sugerencia (a Salle), pero en las manifestaciones de espacio público, cada uno sabe lo que hace”, declaró.

En ese momento Salle y sus compañeros intentaron mantener un diálogo a distancia con los ministros.

“Señor ministro de Educación, venga a explicar porque UPM condiciona el Presupuesto. Venga a hablar con el pueblo, y si piensa que soy un viejo mentiroso dígalo: Salle es un Viejo mentiroso. Pero venga a poner la cara”, gritaba por el megáfono.

En el final de la ronda de prensa se cruzó el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera con su hijo. “Hola Luis”, le dijo saludándolo mientras se sacaba selfies y saludaba a viejos amigos blancos.

“Te debo la corbata para San Cono”, le prometió a una señora de 90 años que será la encargada de llevar la ofrendada presidencial a la iglesia.

“Alvarito”, llamó Salle al Secretario de la Presidencia. “Recortale a UPM no al pueblo. Decile a Lacalle que se meta con los banqueros y no con su pueblo”, insistió. Delgado sonrió. Luego dedicó otras palabras para Graciela Bianchi. La senadora le respondió a la distancia haciendo el gesto de “loco” girando su dedo índice en torno a su sien.

La reacción de la legisladora llevó a otros manifestantes a cruzar dichos con otros dirigentes blancos. “Somos los mismos de siempre. Nosotros somos los locos. Y ustedes son los cuerdos que hacen toda esta guarangada”, dijo un joven del grupo de Salles.

“No me grites que está todo bien”, le dijo Bianchi con tapaboca del Partido Nacional. “Sí te grito porque está todo mal con ustedes”, arremetió el joven.

Antes de retirarse del lugar la intendenta Brugmanle obsequió un cuchillo al presidente, pero Lacalle Pou para cumplir con la tradición se lo compró a cincuenta pesos. “Para que no se corte la amistad”. Es que la tradición sostiene que un cuchillo no se acepta de regalo, sino que debe comprarse.

El presidente se retiró del lugar saludado por la guardia de Blandengues con el toque de diana habitual. Esta vez, se mezcló con los bombos de los manifestantes. De la Piedra Alta, viajó hacia el centro de la ciudad para plantar un ceibo en el lugar donde se firmó la declaratoria de la independencia.

El presidente se encargó de llenar el pozo con tierra, ante la atenta mirada de su esposa Lorena Ponce de León, que es paisajista, y le dio algunos consejos mientras lo hacía.

“En casa yo soy el ‘pión’ del invernáculo”, dijo bromeando el presidente.

“Vinieron a plantar eucaliptus para UPM o el árbol de la patria, esa patria que hay que reconquistar”, volvió Salle buscando la atención del mandatario. Pero sus gritos no surtieron efecto, y el presidente se retiró luego de colocar el árbol “Chau Luisito, vamo’ arriba”, lo despidió el intenso manifestante.

“Seguimos defendiendo con fuerza los grandes pilares sobre los que hemos elegido construir nuestra convivencia: Constitución, democracia representativa, división de poderes, respeto de la ley, sensibilidad social, tolerancia hacia la diversidad de opiniones y de forma de vida”, fue parte del mensaje emitido por el ministro Pablo da Silveira. El acto estuvo marcado por un par de chaparrones, y una protesta intensa de activistas en contra de UPM. Lacalle Pou lideró los festejos destacando que todos pueden expresarse.

Lacalle Pou contradijo a la Cepal por COVID-19

Lacalle Pou aseguró que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) “se equivoca” al afirmar que Uruguay es el país de la región que menos invirtió para combatir el COVID-19 y por tanto el gobierno pedirá que se revea.

“No es cierto, se equivoca la Cepal en el informe. Es más, tanto se equivoca que le pedimos al canciller (Francisco Bustillo) que le escriba una misiva para que revean lo que dijeron”, dijo el mandatario.

Lacalle Pou aseguró que “está mal analizado” y “mal estudiado”, y añadió que “estaría bueno en estos días hablar con el Ministerio de Economía para que les expliquen bien y fundamenten”, dijo.

“Cuando terminemos los números vamos claramente a informar cuánto dinero ingresó y por qué concepto al ‘Fondo Coronavirus’ y en qué lo gastamos, cada peso, porque no es plata nuestra, es plata de la gente”, aseveró el mandatario.