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La presencia femenina, un eterno debe en el Parlamento

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Cámara de Diputados. Foto: Gerardo Pérez

NIVEL DE PARTICIPACIÓN 

En 1985 no había mujeres entre los diputados; hasta ahora no se superó el 25%.

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En tiempos en que se habla de políticas de género y se aprueban leyes para fomentar en la política la participación igualitaria entre los sexos, en el Parlamento parece vivirse otra realidad: desde 1985 al presente en la Cámara de Representantes nunca se pudo superar el 25% de presencia femenina en las bancas, a pesar de la ley de cuota de género aprobada en 2009 y que ha regido en las dos últimas elecciones y en la que tendrá lugar ahora.

Al cierre de esta Legislatura de 99 bancas en la Cámara de Diputados, solo 22 son integradas por mujeres, cifra correspondiente al 22,2% de la integración del cuerpo, de acuerdo con un informe que elaboró la presidencia de la Cámara de Representantes, titulado “Participación de la mujer, un lento camino a la paridad”.

El informe señala que desde el año 1830, solo tres veces la Cámara de Representantes estuvo presidida por una mujer. En el año 2005 tocó el turno a la diputada Nora Castro, en 2010 a la diputada Ivonne Passada y en 2019 a la diputada sanducera Cecilia Bottino, siendo ella la primera representante del interior del país en ocupar este cargo. Las tres son frenteamplistas.

Las presidencias de la Cámara se resuelven para los cinco años de la Legislatura en la bancada del partido que gana las elecciones, llegándose a invitar a otros partidos. En el Senado no hay rotación: los cinco años preside el vicepresidente de la República.

Desde el retorno de la democracia, en 1985, la incorporación de mujeres a la Cámara de Representantes se ha dado paulatinamente. De acuerdo con este relevamiento, el primer período legislativo posterior a la dictadura, es decir entre 1985 y 1990, estuvo integrado solo por hombres.

En las Legislaturas sucesivas se fueron incorporando mujeres al cuerpo pero nunca alcanzaron a superar el 25% de la integración total de legisladores. Así, en la Legislatura que comenzó en 1990 hubo un 6,1% de mujeres. Cinco años después (1995 a 2000) subió apenas a 7,1%. En el quinquenio siguiente, de 2000 a 2005, subió bastante, registrándose un 13,1% de presencia femenina.

En la Legislatura que comenzó en 2005, ya con el gobierno del Frente Amplio, la cantidad de mujeres como titulares de bancas cayó al 11%. Fue entonces que los partidos comenzaron a pensar en la conveniencia de aprobar una ley estableciendo la cuota fija para incorporar mujeres al Parlamento, en una negociación que llevó mucho tiempo y que tuvo reparos, y en la que una de las impulsoras fue la fallecida exsenadora Martha Montaner.

Lo que se logró con la ley fue que para la Legislatura electa en 2009 la cantidad haya trepado al 15,2% del total de la Cámara de Representantes.

La de 2014 fue la segunda elección en la que rigió la ley de cuotas, es decir una mujer cada tres lugares en todos los cargos electivos. Ese año la Cámara de Representantes quedó compuesta por 17 mujeres y 82 hombres en cargos titulares. Esto corresponde a una participación femenina del 17,2% del total de los integrantes del cuerpo.

Desglosando por partido, de las 17 mujeres que ingresaron en 2014, 10 pertenecían al Frente Amplio, cuatro al Partido Nacional y tres al Partido Colorado. Ni el Partido Independiente ni el Partido Unidad Popular tenían representación femenina en sus bancas.

“La paridad en la democracia ha de ser un tema en donde abunden los consensos. Pues de ella deviene una mejor democracia, con mayor representatividad y participación. Esto tiene que darnos herramientas para reflexionar colectivamente y poder torcer la histórica subrepresentación de las mujeres en la Cámara de Representantes”, sostuvo Bottino en la presentación del informe.

“La presencia femenina aún es muy baja. Si bien tenemos una buena presencia en las comisiones, aún resta reforzar el acceso a la presidencias de las mismas”, añadió la titular de la Cámara.

Hoy en día, los partidos se apuran a definir los lugares en las listas. Ya está resuelto que la actual vicepresidenta Lucía Topolansky vaya en un segundo lugar en la lista del MPP al Senado y la ministra Liliam Kechichian en Fuerza Renovadora. Lo habitual es que las mujeres sean terceras.

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