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Pobre de él

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La Columna de Pepepreguntón

Desde que el gobierno decidió avanzar en forma acelerada hacia la "inclusión financiera" quedó claro que, si querían hacerse de dinero en efectivo, los delincuentes deberían tomar mayores riesgos o buscar nuevos nichos de negocios.

Empezaron los asaltos a blindados y a remesas. Los atracadores demostraron tener un poder de fuego mayor al de policías y guardias de seguridad, y dejaron bien claro que estaban dispuestos a todo. Por lo pronto, en recordados atracos en un centro comercial y en un supermercado se registraron furiosos tiroteos que solo por casualidad no costaron vidas de inocentes. Y en otros, más recientes, quedó de manifiesto que algunos blindados de pequeño porte son atravesados con facilidad por las municiones que usan algunas bandas, convirtiéndose en una trampa mortal para los que viajan en ellos.

Casi simultáneamente comenzaron las explosiones de cajeros automáticos. Las primeras sorprendieron a todos. En escasos minutos y con poca logística, los delincuentes se hacían del dinero, y se largaban antes de que alguien les cerrara el paso.

Las explosiones se sucedieron. Las autoridades decidieron que algunos cajeros operasen con el sistema de entintado de billetes. Pero siguieron explotando. Algunos incluso en estaciones de servicio, con el riesgo de desastre que ello supone.

¿Y las autoridades? Bien, gracias. Solo se les ocurrió disponer que muy pronto los cajeros que no tengan sistema de entintado de billetes no podrán operar. Los privados (que se enteraron de la medida por los diarios) tendrán que asumir ese costo. Y los usuarios serán los afectados, porque seguramente algunas zonas quedarán con menor cobertura que la que ya tienen.

¿Pero para qué tenemos una Policía? ¿Es posible que nadie haya previsto que esta modalidad, que ya estaba en la región, llegaría a Uruguay de la mano de la inclusión financiera? ¿No intercambian información con sus colegas de la región? ¿Por qué siempre corren de atrás a la tortuga que, invariablemente, se les escapa?

¿Cuántos cajeros automáticos hay en Uruguay? ¿Cuántos quedan hoy operando? ¿Es tan difícil, en medio de una ola de explosiones de cajeros, disponer un plan que no solo los custodie sino que, además, permita atrapar a los responsables?

Hay cámaras para multar por exceso de velocidad. Para encontrar a deudores de patente. Cámaras que permiten atrapar, en el día, al trasnochado militar retirado que, en un acto incalificable, ensució una de las Marcas de la Memoria. Y para los cajeros, ¿no hay cámaras que permitan una respuesta policial rápida?

Antes, sin tanta tecnología, sin el Guardián y con mucho menos presupuesto, la Policía tenía informantes en todo el país que, cuando las papas quemaban, hablaban y permitían a las autoridades tomar la delantera.

¿Es que la Policía ya no investiga o que de tanto usar el Guardián se olvidaron de cómo hacer su tarea?

¿Esta es "La Nueva Policía" con la que tanto se han llenado la boca el ministro Eduardo Bonomi, el hermano del presidente y el director Mario Layera?

Pobre del que venga atrás de esta gente a enmendar años de inacción, omisiones y fracasos. Pobre de él.

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