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Pablo Ferreri: "No hay que hacer de las auditorías un show mediático"

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Pablo Ferreri, exsubsecretario de Economía. Foto: El País

LA ENTREVISTA DEL DOMINGO

En materia económica asegura que “no hay un rumbo claro” y le preocupa la “motosierra” del director de OPP, Isaac Alfie. En líneas generales opina que la coalición de gobierno “es endeble”.

A pocos meses de haber dejado el Ministerio de Economía, Pablo Ferreri considera que se gastó “muy poco” por parte del gobierno para enfrentar las consecuencias sociales y productivas de la pandemia. En materia económica asegura que “no hay un rumbo claro” y le preocupa la “motosierra” del director de OPP, Isaac Alfie. En líneas generales opina que la coalición de gobierno “es endeble” y por eso no le augura una vida larga.

-Se cumplieron 100 días de gobierno de Lacalle Pou. ¿Qué nota le pondría?

-El gobierno en estos primeros 100 días se encontró con una situación inédita que fue la pandemia. No es la primera ni la última pandemia, pero sí de estas características. En este contexto hubo un manejo en materia sanitaria adecuado, que se sumó a un preexistente sistema de salud y a una gran responsabilidad del pueblo uruguayo. Luego en lo que tiene que ver con los aspectos económicos y sociales si bien se han tomado medidas, uno puede entender que están bien orientadas, pero son insuficientes y no tienen el peso que deberían para lograr el objetivo deseado que es sostener el entramado social y productivo y allí es donde podemos ver un problema ahora, pero con consecuencias negativas para el futuro. Junto con ello se suma una ofensiva política en materia legislativa con el abordaje de la LUC, que vulnera el espíritu con que se creó ese mecanismo y que en muchos aspectos es dar marcha atrás en avances sociales y que en algunos casos colocan a Uruguay con una mala imagen a nivel internacional y me estoy refiriendo al desmantelamiento de la inclusión financiera que produce un sesgo hacia la opacidad. Uno entiende que no era momento, en medio de una pandemia, de tratar 500 artículos, pero eso no deja de tener lógica porque estamos frente a una coalición que es endeble e inestable en cuanto a su confirmación y uno no sabe cuánto van a durar todos los socios juntos y eso hace que se quiera avanzar rápidamente en materia legislativa.

-¿A qué se refiere con inestable?

-Pruebas de inestabilidad la estamos viendo diariamente con declaraciones de algunos nominados a determinados cargos o por ejemplo con lo que hay en estas últimas horas del anuncio del canciller (Ernesto Talvi) de dejar en el corto plazo su cargo cuando recién asume el gobierno.

-¿Le ve una vida corta a la coalición?

-Cuando uno ve a un mes del inicio del gobierno, que el propio (Guido) Manini Ríos le pedía al gobierno que no aumentara las tarifas, a través de un video público, es que no hay una total sintonía entre los socios y eso hace augurar que no tendrá una vida demasiado larga y eso no es bueno para la institucionalidad del país (…) Por lo tanto ahí se vuelve más importante el papel de oposición responsable del Frente Amplio, porque es el partido político más grande. Ante una inestabilidad tan manifiesta desde la coalición, el FA a va tener un rol de tender puentes.

-También el FA tuvo diferencias, por ejemplo en economía y eso no determinó una fractura. ¿Por qué piensa que acá sí se podría llegar a dar?

-Porque uno ha visto una sucesión de hechos, en apenas tres meses de gobierno, con una intensidad y una virulencia que no ocurrieron en el caso del FA. El viceministro de Defensa insultando a sus colegas por las redes o lo de la venia del vicepresidente de la ANP.

-Estuvo al frente del Ministerio de Economía: ¿cómo evalúa hasta ahora la gestión del equipo de Azucena Arbeleche?

-Al igual que todos los ministros ha tenido que poner especial atención en los coletazos de la crisis generada por la pandemia y eso ha sacado mucho tiempo de la gestión en otras áreas. Veo el fortalecimiento del rol de la OPP, pero en ambos casos se maneja un enfoque reduccionista del rol del Estado, que lo vemos incluso en las ayudas económicas y sociales en la pandemia. No nos comparamos con los países centrales, sino con América Latina. Un informe del BID indica que el promedio del gasto realizado por países de América Latina es de 2,7% del PBI y en el caso de Uruguay es de 0,7% del PBI. Es decir que estamos poniendo la cuarta parte de recursos del promedio de América Latina y es una cifra muy baja.

-¿Se gastó poco en la pandemia?

-Se gastó muy poco en enfrentar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, cuando además Uruguay tiene recursos para hacerlo. También podemos decir que todavía no hay un rumbo absolutamente claro en materia de política económica. Este gobierno por ahora carece de un rumbo, por ejemplo se dan pautas salariales donde se establece un año puente con caída del salario real que estará atado a la caída del PIB. En estas pautas se fija un aumento del 3% y no podemos juzgarlas por sí solas, esto tendría que venir atado a conocer cuál es la política en materia de inflación de este gobierno. En materia de política macro no conocemos cuál es la política de inserción internacional. Tenemos un conjunto de políticas que generará un efecto recesivo como el aumento de tarifas, aumento de impuestos y recorte generalizado del 15% en la administración central y empresas públicas. Un recorte al barrer muestra un desconocimiento de las diversas áreas y deja claro que no hay prioridades. Por ahora lo que hemos visto es cómo se mutila el presupuesto, por ejemplo en ciencia y tecnología, salvo en el caso del Pedeciba; (Isaac) Alfie con una motosierra dista mucho de ser una política económica integral y con rumbo definido.

El subsecretario del MEF, Pablo Ferreri, junto al ministro de Economía, Danilo Astori, este lunes. Foto: Gerardo Pérez
Ferreri junto a Astori en tiempos de gobierno del FA. Foto: Gerardo Pérez (Archivo)

-Dice que se puede gastar más, pero el déficit es del 5% y se acusa al FA de no ahorrar en tiempos de bonanza. ¿No es irresponsable el planteo de una renta básica para cuentapropistas?

-Primero que nada, los últimos años de gobierno del FA no fueron años de bonanza. Basta recodar que Uruguay navegó con estabilidad a pesar del incendio de la economía argentina y a pesar de que Brasil hace una década que no crece. Como decíamos, Uruguay gasta la cuarta parte del promedio de América Latina, cuando la situación de la mayoría de los países es peor. En este contexto, pudiendo acceder a recursos, finalmente es una decisión política si se quiere actuar o no. Si pudiendo acceder a las líneas de crédito no se actúa con mayor intensidad y por lo tanto aumenta la pobreza, ese aumento de la pobreza pasa a ser una opción política. Creo que es una pésima opción política.

-Integrantes del gobierno dijeron que la pandemia hizo caer el mito del FA sobre el crecimiento económico porque a los pocos días se estaban armando ollas populares. ¿Qué contestaría?

-Ese comentario es ignorar la realidad de miles de familias uruguayas, que gracias a que pudieron conseguir un empleo pudieron salir de la pobreza, pero no tenían capacidad de ahorro y por lo tanto si se hace un parate total de la economía, que fue lo que pasó, y esas personas no pueden acceder a su ingreso, obviamente al otro día pasan a estar en una situación muy complicada.

-Desde que asumió este gobierno ha planteado la realización de auditorías sobre la gestión del FA. ¿Está de acuerdo o le parece que mejor sería que se concentran en gobernar?

-Creo que lo más importante es concentrarse en gobernar. Ahora si hay cuestiones que deben ser revisadas o si hay algo que investigar, creo que es sano que se investigue. Sí creo que una cosa es analizar si hubo errores o actuación fuera de lugar y otra cosa es hacer un show mediático del tema. No me parece bueno judicializar la política ni hacer de las auditorías un show mediático.

-Se vinculó al exdirector de la Ursec Nicolás Cendoya en la destrucción de documentos y se lo acusó de “favores” a distintos permisarios de ondas de radio. ¿Le parece bien que sea uno de los nombres propuestos por el FA para Antel?

-Al estar siendo investigado creo que el tema debe ser tratado por la Justicia y por tanto no corresponde declarar. Por ahora no hay hechos comprobados.

-Durante el debate de la LUC, el senador Guillermo Domenech de Cabildo Abierto planteó que la ley de inclusión financiera “es la rendición del sistema político a la banca internacional”. ¿Cómo rebate esto?

-Creo que esas apreciaciones son tan disparatadas que se rebaten por sí solas, prefiero no chapotear en el fango.

-Pero se dice que la ley favoreció a los bancos y no al trabajador

-Es un absoluto disparate, basta ver que gracias a la inclusión financiera todos los trabajadores pueden acceder a una cuenta bancaria gratuita y tenían derecho a que su salario se pague en un medio formal, reduciendo la informalidad laboral.

-¿Se puede decir que los bancos ganaron gracias a esta ley?

-No necesariamente, porque uno puede ver los balances de los bancos año a año y en algunos años ganaron y en otros perdieron; pero el foco de esta ley lejos estuvo de ser un negocio de la banca.

-La campaña departamental quedó congelada por el COVID-19 pero falta muy poco para las elecciones. ¿Cuál es el ánimo que percibe?

-Todavía no entramos en plena campaña y no falta tan poco. En todo ese tiempo nuestro foco estuvo puesto en poner el hombro para atender la pandemia haciendo mucho trabajo solidario. Creo que esta nueva realidad implica también cambios en materia de movilidad, utilización del transporte y de los espacios públicos. Hay muchas cosas que deben ser repensadas y en eso también ponemos el foco con Daniel Martínez, que con su experiencia ofrece una garantía para Montevideo en el camino de las obras, del trabajo en equipo y de la gestión.

-¿Cómo hará el FA para convencer de que no hay un “Montevideo olvidado”, como dice Laura Raffo, en el tema de la basura?

-Creo que hay cosas para mejorar, pero no se puede hablar de un Montevideo olvidado y ahí lo más importante es escuchar a la gente. La gestión de Martínez tuvo altos niveles de aprobación, eso indica que los montevideanos no se sienten olvidados; al contrario, aprecian el rumbo.

-Álvaro Villar dijo que Montevideo está sucia. ¿Le parece bien que las críticas a la gestión de Martínez se hagan desde el FA?

-En Montevideo hay cosas para mejorar, la basura también. Se ha hecho mucho, por ejemplo en contenedores y camiones, hubo avances notorios pero hay que operar en un cambio cultural. Creo que la campaña debe estar centrada en cómo generar las mejores propuestas.

“La gestión de martínez habla por sí”

-¿Hay riesgo de que el FA pierda en Montevideo?

-Creo que el FA tiene una ventaja que a primera vista parece indescontable, pero estos números hay que mirarlos con humildad y no desde la soberbia de que está resuelto hasta que la gente decida.

-¿Daniel Martínez no quiere debatir con Laura Raffo. ¿Esto no expone su punto débil que es la oratoria?

-No, no creo que tenga nada que ver. Nosotros creemos que la gestión de Daniel habla por sí sola y estamos concentrados en proponerle a la ciudadanía nuestras ideas.

-El FA no tiene liderazgo claro. ¿Por qué piensa que Martínez no está en ese rol?

-Primero hay que terminar el ciclo electoral para luego hacer una profunda autocrítica y una vez hecho ese análisis se puede hablar de los liderazgos. La autocrítica la tenemos que hacer todos los frenteamplistas y creo que empieza por casa; quienes estuvimos en cargos de gestión pudimos haber incurrido en una mezcla de ingenuidad y soberbia de pensar que haciendo una buena gestión eso iba a hablar por sí solo frente a la ciudadanía y por lo tanto a veces no tuvimos todo el contacto a lo largo del gobierno con la gente.

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