ENTREVISTA
El presidente del INAU dijo a El País que esas asistencias serán transitorias para permitir el derecho de los menores a “vivir en familia”
El presidente del INAU, Pablo Abdala dijo en entrevista con El País que “en las políticas de infancias y adolescencia el país se juega mucho” por eso el gobierno de la coalición multicolor decidió prioridad el presupuesto del organismo con incrementos significativos. Contratarán personal para mejorar los controles de programas y aumentarán las asistencias a familias que por temas económicos no pueden ejercer la patria potestad. El jerarca dijo que esas asistencias serán transitorias para permitir el derecho de los menores a “vivir en familia”
-Es de los “privilegiados” que recibió el dinero que pidió en el Presupuesto Quinquenal. ¿Cómo se están administrando los recursos en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU)?
-En las políticas de infancias y adolescencia el país se juega mucho. El éxito o el fracaso de lo que llamamos “el sistema INAU”, condiciona la realidad presente y futura de nuestra sociedad. Uno de los contenidos que más me entusiasman de la ley presupuestal es la creación de los Consejos Honorarios Departamentales. En cada departamento va a funcionar uno presidido por el INAU. Allí van a participar desde los gobiernos departamentales a todos los organismos que tengan alguna incidencia en la realidad de niños y adolescentes en cada comunidad. Esto se va a ir instrumentando y permite tener un trabajo bien específico a nivel territorial.
-Y hablando en plata, ¿cuánto tienen para diseñar nuevos planes?
-El Poder Ejecutivo ha puesto a las políticas de infancia en el centro de las políticas públicas. El gobierno que yo integro ha privilegiado estas políticas. Recibimos un presupuesto deficitario de la administración anterior, 600 millones de pesos. Tuvimos que gestionar un refuerzo presupuestario este año, en noviembre, porque el dinero era insuficiente para cubrir todos los compromisos. En el presupuesto para el quinquenio tuvimos un incremento significativo de 642 millones de pesos en el global. Esto nos va permitir mantener y mejorar las prestaciones ya existentes, pero además vamos a poder innovar.
-¿En qué cosas?
-Vamos a invertir en las familias. Vamos a poner el centro en el niño como sujeto de derecho. Vamos a dinamizar el régimen de adopciones a través de una reestructura del área, y esto entre otras cosas implica la incorporación de recursos humanos. Queremos ensanchar el sistema de acogimiento familiar. Hoy hay cerca de 2.000 familias de acogida, queremos que haya muchas más y para eso tenemos recursos. Vamos a mejorar las transferencias a las familias de acogida, pero también vamos a generar una nueva prestación: asistencias a las familias de origen, a la familia biológica. Porque muchas veces ocurre -y está estudiado que es una realidad que abarca al 25% de los niños que están en el sistema de amparo de protección del INAU- que ingresan por carencias económicas de las familias biológicas. Va a haber una prestación específica para contener estas situaciones.
-¿Esto es para bajar la cantidad de niños que entran al INAU?
-Es una asistencia nueva, que hoy no existe, que sí la tienen otros países, pero que en Uruguay nunca se había implementado. El objetivo es que haya menos internaciones. Queremos avanzar en la desinternacion, menos niños viviendo en residencias de 24 horas del INAU y más niños viviendo en familias de acogida, o con sus propias familias, y por eso queremos darles una ayuda económica, porque muchas veces la razón para la que no pueden seguir con sus hijos es económica. Es decir, para padres y madres que quieren cumplir con los deberes de la patria potestad, y no pueden hacerlo por una razón de penuria económica, implementaremos a partir de las próximas semanas una ayuda transitoria a esas familias. No será un subsidio permanente.
-Fue muy crítico de la gestión del Frente Amplio, ¿con qué se encontró en el INAU?
-Nos encontramos con un organismo muy grande. Es el quinto organismo del Estado y administra un presupuesto mayor al del Ministerio de Transporte. Tenemos una gran presencia territorial, que como tal tiene fortalezas y debilidades. Una de esas claras fortalezas es el compromiso de los trabajadores, y lo digo con total convencimiento, no es demagogia. En cuanto a las debilidades hay, por ejemplo, carencias en los controles. Hay 900 convenios que se financian con la mitad del presupuesto del INAU. Creamos una unidad específica para controlar esos convenios. Nos encontramos con que algunos de estos tenían mucho atraso en sus rendiciones de cuentas. No necesariamente me refiero a situaciones de deshonestidad, aunque también encontramos cosas más complejas que derivaron en denuncias penales. Ya se han presentado cinco denuncias penales contra cinco instituciones que en su conjunto totalizan casi 150 millones de pesos de recursos que su destino y aplicación se desconocen.
-En medio de la pandemia fue clave la participación de funcionarios que controlan los espectáculos públicos, los cueles son muy pocos. ¿Pudieron reforzar esa área?
-Es otra de nuestras debilidades: el control de los programas. Necesitamos supervisores. Para 550 centros de primera infancia tenemos 38 supervisores en todo el país. Para 160 clubes de niños, 11 supervisores. Es una carencia enorme. Lo mismo pasa con la división de espectáculos públicos, que tiene apenas 22 funcionarios y tiene que detectar posibles casos de explotación sexual; deben controlar los boliches, los centros nocturnos, las discotecas, y ahora las posibles aglomeraciones por el coronavirus. Ya destinamos recursos y vamos a incorporar unos 60 funcionarios para distribuir en esas áreas.
-¿Cuántas denuncias recibió el INAU en 2020?
-Es un tema muy preocupante. Las cifras de 2020 son alarmantes. Se han dados casos de violencia en el más amplio sentido: malos tratos, abusos sexuales y hasta situaciones de explotación sexual. Se dio un crecimiento preocupante. La Línea Azul recibió en el año 13.000 llamados, que se terminaron convirtiendo en 3.800 denuncias que fueron atendidas por el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia. Por otras vías se recibieron más denuncias que totalizaron las 4.500 en todo 2020. Queda claro que esta es la cifra conocida, pero todos los técnicos están de acuerdo en que hay un subregistro. Existe una cifra oculta. Por supuesto que todos reconocemos la gravedad de la violencia de género, y sin pretender un falso dilema, lo que advierto es que la violencia contra los niños es la menos visibilizada. Entre otras cosas porque los niños cuando la experimentan no la exteriorizan. Y la terminan naturalizando. Incluyendo el abuso sexual. Todas las víctimas de violencia, sin duda, son inocentes, pero desde algún punto de vista creo que los niños, entre los inocentes son los más inocentes de todos.
-¿De esa cifra qué magnitud tiene hoy en día la explotación sexual?
-El año pasado se atendieron más de 400 casos, ahí tenemos una diferencia amable con el fiscal de Corte, Jorge Díaz, porque él dice que son muchos menos. Son menos los que se judicializaron, es cierto. Yo creo que se tendrían que judicializar más. Lo que pasa es que muchas veces no se tienen las suficientes pruebas. Hay casos en los que faltan elementos, que son comúnmente los de adolescentes. Aunque la enorme mayoría son mujeres, en el último informe de noviembre aparece un proceso de masculinización (del abuso sexual), y de los 400 unos 50 son varones. Yo creo que en cualquier caso donde haya indicios o presunción simple de que hay una posible situación de explotación sexual hay que ir a la Justicia.
-¿Cómo se trabaja para prevenir en este tema?
-Ahí es donde estamos mal o muy mal. Estamos bastante mejor en la respuesta frente al hecho consumado. Sin duda hay que avanzar en campañas de concientización, campañas en medios, y seguir trabajando con Unicef.
-¿Notan una escalada de estos delitos?
-Sin ninguna duda hay una escalada.
-¿Por qué se da?
-No hay una sola respuesta. Hay diferentes casos, y es un proceso complejo de analizar de forma lineal.
-¿La sobreexposición en redes sociales puede colaborar a ese escenario?
-No tengo la menor duda. Incluso los técnicos señalan que la utilización de redes -que también tiene aspectos positivos- ha sido un factor dominante por la cantidad de riesgos que hay.