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No oye, no ve

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LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN

Una reciente encuesta de la consultora Cifra establece que el 48% de los uruguayos cree que el desempeño del Mides ha sido “malo”.

Un 36% considera que el trabajo de ese ministerio ha sido “bueno” y un 16% que no sido “ni bueno ni malo”.

La siempre verborrágica ministra Marina Arismendi no tardó en salir al cruce de estos datos. Además de manifestar su descreimiento respecto de las encuestas, sostuvo que las críticas hacia su gestión provienen de “los mismos que dejaron a miles en la calle” cuando eran gobierno.

Hagámosle caso a Arismendi y dejemos de lado las encuestas. Pongamos la mirada en la realidad. ¿Cuánto hace que no veíamos a tantos compatriotas, de todas las edades, durmiendo en las calles? Probablemente desde la crisis de 2002. Pero en aquel entonces el país enfrentaba la peor de las tempestades. El desempleo rozaba el 20% y los que habían logrado mantener su trabajo habían a rebajas salariales de hasta 50%.

¿No le dice nada eso a la señora ministra? ¿No le parece raro a Arismendi que, si el Uruguay creció durante 16 años consecutivos como sostiene el gobierno que integra, haya más gente que nunca durmiendo a la intemperie y en el piso, cobijados bajo un techo de un edificio o un puente, y cubiertos con diarios y cartones a falta de abrigo?

¿No le indigna, como ministra y como comunista, que haya que vallar el edificio 19 de Julio del Banco de la República para evitar que decenas de personas puedan cobijarse en su fachada por las noches? ¿Se acercó en algún momento a hablar con esas personas, a conocer sus peripecias?

¿No advierte acaso la ministra que en Montevideo hay más gente que nunca antes revolviendo en los contenedores de residuos en busca de algo para comer? ¿No le duele que muchos de los que hacen esa tarea sean niños?

¿No es eso una verdadera tragedia para la señora ministra?

¿Es que la ministra no sale a la calle y ve lo que todos vemos?

¿Es que ni siquiera tiene la curiosidad de mirar por la ventanilla del auto oficial en que se traslada? ¿O es miedo de encontrarse con lo que se prefiere no ver?

¿O es que la ministra no quiere ver lo que la rodea ni escuchar tampoco a funcionarios de su mismo gobierno, como el sociólogo Gustavo Leal, que ha sido especialmente crítico con lo que el Mides no hace allí donde debería estar más presente?

Para colmo, además de lo que el Mides no hace están las cosas que sí hace y que han motivado gravísimas denuncias de la oposición, que el Frente Amplio se ha negado a investigar. ¿Por qué tanto temor a la transparencia? ¿Hay algo que los contribuyentes, que con nuestros impuestos pagamos el sueldo de la ministra y su equipo, y financiamos los programas del Mides, no deberíamos saber?

Pobre ministra. Cree que su función es simplemente repartir dinero ajeno a diestra y siniestra, sin rendir cuentas a nadie y sin preocuparse de si esos recursos van donde deben. Cuando deje el auto oficial y tenga que volver al llano, se encontrará con la realidad que no ha visto, o no ha querido ver, durante tanto tiempo.

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