COVID-19
Están en cuarentena, realizando teletrabajo y a la espera de que pasen los días necesarios para realizarse un hisopado.
Un almuerzo del que participaron la semana pasada siete comensales es señalado como el origen de los casos de COVID-19 que por estas horas tienen a la Cancillería con más de 30 funcionarios en cuarentena, realizando teletrabajo y a la espera de que pasen los días necesarios para realizarse un hisopado que descarte o confirme la presencia de la enfermedad.
De ese almuerzo -del que dio cuenta El Observador este martes- participó la futura embajadora de Uruguay en España, Ana Teresa Ayala, quien el domingo se enteró que tenía coronavirus. También estuvo quien se desempeñará como embajador en Ecuador, Ricardo Baluga, cuyo positivo trascendió ayer.
Este martes, en tanto, el embajador designado en Sudáfrica, José Luis Rivas, dio positivo al test de coronavirus.
En un comunicado emitido por Cancillería en la tarde de ayer lunes se informaba que más de 20 funcionarios realizaban cuarentena, medida dispuesta en base al protocolo establecido. El caso de Rivas elevó esa cifra este martes a más de 30 funcionarios, según indicaron a El País fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En tanto, fuentes del Ministerio de Salud Pública (MSP) dijeron que la semana pasada hubo en Cancillería varias “reuniones” por “razones laborales”, y añadieron que en ninguna de estas instancias hubo más de ocho participantes.
El viernes Ayala estuvo con el presidente Luis Lacalle Pou y con el canciller Francisco Bustillo. Producto de esto, el ministro de Relaciones Exteriores realiza cuarentena (el mandatario, por recomendación del Ministerio de Salud Pública, no recorrió este camino, afirmaron desde Presidencia).

“Yo me siento bárbaro. Sin ningún tipo de problema. Debo ser el uruguayo más estudiado del país. En los últimos días tengo tres hisopados y ya llevo más de 10”, dijo el canciller a El País, quien ha cumplido varias instancias de cuarentena por haber tenido que salir del Uruguay por viajes inherentes a su cargo.
El ministro explicó que en el caso del presidente el contacto fue muy corto, por eso no se esperan complicaciones. “Lo del presidente (el contacto con la embajadora) fue como dicen los adolescentes, un touch and go, y más bien sin el touch. Fue solo un go, porque se le entregó la bandera y listo”, explicó.