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Martínez a la oposición: "Tuvieron 70 años de changüí para cambiar el país y no lo hicieron"

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Daniel Martínez junto a Cristina Lustemberg y Alvaro García. Foto: Prensa Daniel Martínez

ELECCIONES

El candidato por el Frente Amplio habló hoy en un acto junto a Cristina Lustemberg y Álvaro García y defendió los logros del gobierno.

El candidato por el Frente Amplio, Daniel Martínez, defendió las políticas del gobierno y criticó a la oposición que plantea que el Frente Amplio no ha logrado avances en 15 años. Ellos, "tuvieron 70 años de changüí para cambiar el país y no lo hicieron", retrucó.

Martínez participó ayer al mediodía de un acto de los sectores PAR, liderado por Cristina Lustemberg y Plataforma, de Álvaro García, quienes presentarán una lista conjunta al Senado.

“Nosotros reivindicamos lo hecho en estos 15 años de gobierno porque realmente hasta parece mentira que se haya logrado instalar esa especie de sensación de que está todo horrible. Ahora en la campaña electoral es como que mucha gente despierta, pero pareciera que estaba todo espantoso”, inició diciendo en su discurso Martínez.

No obstante el candidato frentista hizo autocrítica y planteó que “no alcanza hacer las cosas bien, hay que tener siempre la humildad de reconocer los errores, pero aparte hay que hacer ese trabajo de defender lo bueno que se hace y generar ese clima de contacto y cercanía que a veces en el Frente Amplio nos ha faltado; la cercanía, el ir al lugar, y desmitificar esto que han implantado: primero que era todo facilísimo. A mi me gusta decirlo: ¿por qué no lo hicieron en los 70 años antes?”. Y ahondó: “Más con gente que estuvo decenas de años en el poder y nunca atacó los problemas estructurales del país”.

Martínez planteó que la oposición parece tener el “síndrome de (presidente argentino Mauricio) Macri”. Y explicó: “Cualquiera que administra lo que sea sabe que generar transformaciones profundas es un trabajo. Cuando dicen por qué ‘no lo hicieron en 15 años’ a veces me da la impresión que tienen el síndrome de Macri. Macri creía que era todo fácil y que con gestionar como se gestiona una empresa privada alcanza para ¡opa! cambió todo de un día para otro! ¡magia!’ Y así le fue a Macri”.

Según Martínez el gobierno de Macri “destrozó un país, no entendió como funcionaba una economía de una Nación, no entendió los equilibrios, no entendió que apostar a un proyecto país implica desarrollo económico y centrado en el ser humano y así les fue”.

Por eso el candidato ahondó en las críticas a la oposición: “Creen que cambiar un país es cuestión de que dos más dos es cuatro. A veces digo en broma por qué no lo hicieron en 150 años anteriores, pero creo que no es tanto. Hay que ser objetivos, porque al principio de siglo hubo un cambio estructural impresionante. Pero por lo menos por qué no lo hicieron los 70 años anteriores. Tuvieron 70 años de changüí para cambiar el país y no lo hicieron”.

Según Martínez a la oposición le “falta sensibilidad con los problemas de la gente”. Y dijo que “cuando uno vive en un determinado mundo te aislás vivís en ese mundo y te olvidás que en una Nación hay todo tipo de gente y no hay desarrollo económico si uno no brinda igualdad de oportunidades”.

Cristina Lustemberg, diputada y exsubsecretaria de salud, reconoció en su discurso que al Frente Amplio le queda “mucho por hacer” en un eventual cuarto gobierno y pidió ir hacia “un país con cero pobreza infantil. Nuestro país no es viable si niños y adolescentes viven por debajo de la línea de la pobreza”, sostuvo.

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Patrimonio: “Siempre me puse el overol”

Daniel Martínez fue consultado ayer en Trinidad acerca de la magnitud de su patrimonio, que triplica al de Luis Lacalle Pou según informó Búsqueda, y respondió que lo hizo trabajando y por herencia de la familia de su esposa. “Acá en Trinidad tengo una larga historia porque trabajé once años de ingeniero en Lanas Trinidad, hice unos cuantos proyectos. Recién en uno de los barrios uno se me acerca y me dice ‘yo te conocí de overol, con el traje todo sucio dentro de la caldera’, yo siempre fui un ingeniero que me gustaba no estar sentado en una silla, de la misma forma que no me gusta hacer política desde un escritorio”.

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