CAMPAÑA

El expresidente se presentará en las elecciones internas.

El expresidente colorado Julio María Sanguinetti anunciará hoy que competirá en la elección interna del Partido Colorado y será precandidato para intentar gobernar el país por tercera vez.

Sanguinetti, presidente al regreso de la democracia en 1985 y luego otra vez en 1995, busca levantar al Partido Colorado, que en la última elección obtuvo apenas el 12,89% de los votos con la fórmula integrada por Pedro Bordaberry y Germán Coutinho.

Sanguinetti competirá en la elección interna con los ya confirmados precandidatos Ernesto Talvi, José Amorín, Edgardo Martínez Zimarioff y Pedro José Etchegaray. Si el próximo presidente es del Partido Nacional, el plan de Sanguinetti es poder tener peso en una coalición de gobierno y por eso encabeza una campaña para unir a los partidos opositores.

El anuncio será realizado a las 11 de la mañana en una conferencia en la casa del exmandatario en la calle Juan Zorrilla de San Martín.

A eso de las 9 de la mañana sonó ayer el teléfono en la casa del expresidente. Del otro lado lo llamaba desde Brasil el líder de la oposición y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

En el inicio de una charla informal que duró unos 15 minutos, Guaidó le agradeció a Sanguinetti el apoyo que ha recibido desde Uruguay, mientras que el expresidente le comentó que la gran mayoría de los uruguayos respalda las “instituciones democráticas” y está en contra del régimen de Nicolás Maduro, según relató a El País.

“La posición del gobierno no representa el sentimiento de la mayoría de los uruguayos”, le dijo Sanguinetti.

“¿Cómo se explica eso?”, preguntó Guaidó. “Muy fácil”, le dijo el líder colorado y precandidato presidencial. “El gobierno del Frente Amplio ha sido siempre chavista”, le explicó. Entonces le comentó que el gobierno de Tabaré Vázquez no representa la “tradición uruguaya” de oponerse a las dictaduras y que lo condicionan los vínculos políticos que tiene con el chavismo desde hace ya muchos años.

A su vez, Guaidó le dijo que está haciendo un “sacrificio grande” y que quiere poder volver a Venezuela para “luchar por la libertad”.

La conversación fue posible gracias a que ambos tienen amigos en común, según contó el expresidente.