EN BUSCA DE FONDOS

Medio siglo cumple el Frente Amplio el mes próximo y como parte de su estrategia para movilizarse lanzará una campaña para captar a nuevos afiliados, algo que le permitirá sanear sus finanzas que vienen golpeadas desde el año pasado. “La idea es con los 50 años dar un empujón a todo: a la política, a la estructura, a la organización y a la economía”, dijo a El País una fuente de la coalición de izquierda.

El 2020 fue un año duro desde el punto de vista financiero. Las consecuencias de la derrota electoral se hicieron sentir con un menor número de aportantes, lo que llevó a cerrar algunos locales de comités de base y enviar personal que trabajaba para el FAal seguro de paro. Con un acuerdo entre sectores -que implicó que cada uno volcara un monto de dinero para mantener la estructura- los números en rojo poco a poco se han ido equilibrando.

El Frente Amplio tiene más de 450.000 afiliados, pero en los hechos son muchos menos. En las últimas dos elecciones se permitió la adhesión a padrón abierto para votar, por lo que muchos pidieron su incorporación. Sin embargo, esa lista no está actualizada: hay personas que fallecieron y otras con las que se perdió contacto porque cambiaron de dirección. El padrón depurado es de 300.000 personas, pero los que realmente “cotizan” o aportan todos los meses al Frente Amplio “son muchos menos”. El aporte es voluntario y va desde los $ 30 en adelante.

Durante los 15 años de gobierno, los que sostuvieron la estructura fueron básicamente los cargos de gobierno, desde ministros hasta asesores y mandos medios, así como legisladores y su personal de secretaría. Todos estaban obligados a realizar sus aportes en una escala similar a la que se aplica para el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

En un nuevo escenario de oposición, el número de senadores, diputados y cargos bajó notablemente por lo que la izquierda debe idear nuevas formas de financiarse y a eso apunta la nueva campaña. Se lanzará formalmente en las próximas semanas y permitirá que los afiliados colaboren por medio del débito automático, con tarjetas de crédito, mercado de pago o redes de cobranza y de ahí el nombre: “Al Frente Amplio lo financia el pueblo”.

No es menor que la campaña de afiliación llegue en momentos en los que también está prevista una elección interna que tendrá lugar el 23 de mayo, luego del Congreso (previsto para marzo), en donde se cerrará el proceso de balance y autocrítica tras la derrota electoral en 2019. Si se habilita la elección a padrón abierto con adhesión simultánea, los nuevos adherentes tendrán en sus manos la responsabilidad de elegir al nuevo presidente que reemplazará a Javier Miranda.

Además, la campaña de afiliación servirá para ubicar a cada uno de los frenteamplistas, lo cual permitiría idear un mecanismo de voto virtual en la eventualidad de que la pandemia impidiera una instancia presencial. Fuentes del FA dijeron a El País que en febrero se analizará si desde el punto de vista sanitario hay condiciones para realizar la elección que se celebra en los comités de base. Informalmente, los dirigentes señalaron que el objetivo es que voten 100.000 personas, casi lo mismo que en 2016 cuando concurrieron a las urnas 94.183.