Marihuana no muy legal

Junta Nacional de Drogas inició investigación por varios casos denunciados.

Un cajoncito de madera u2014el típico de las frutas y verdurasu2014 oficia de mostrador. El pequeño puesto no tiene más de tres tortitas de chocolate envueltas en nailon.

"¿Postres divertidos? ¿Postres locos?", ofrece el joven vendedor cuando algún curioso se acerca al improvisado local. La mayoría sigue de largo. Pero si alguno demuestra mayor interés el comerciante le pide que se acerque y le cuenta la "fórmula mágica" con la que fueron fabricados los dulces.

"Es maruja de la buena. Yo mismo la planté. Todo sano, todo natural. Y el pegue es bien divertido. Tranqui. Intenso pero muy bueno", aclara el vendedor y de inmediato comenta la gama de productos. Brownie de marihuana, barritas de dulce de leche con cannabis y "lo que más se está llevando" u2014diceu2014 son las trufas y el salchichón de chocolate con marihuana autocultivada.

El improvisado puesto está ubicado sobre la calle Tristán Narvaja, en la tradicional feria de los domingos, a menos de una cuadra de la Avenida 18 de Julio. El fabricante produce los alimentos con marihuana la noche anterior para que estén "frescos", comentó.

"Me los sacan de las manos. Tampoco hago muchos", dijo y explicó que no es la idea "levantar polvareda". Los productos cuestan entre $ 100 y $ 150, y para identificarlos tienen un sticker con la hoja verde de marihuana, y otros con la foto del fallecido cantante jamaiquino Robert Nesta Marley; más conocido como Bob Marley.

Este vendedor no es el único. A una cuadra de ese puesto, casi llegando a Mercedes, también sobre Tristán Narvaja hay otro pequeño puestito. Este está "camuflado" con un local de libros y venta de sahumerios.

El aroma a palo santo quemado llama la atención. Se mezcla con un porro que fuman un par de jóvenes que atienden el local. Allí también venden alimentos fabricados con marihuana, y tortas para veganos.

El puesto está ubicado a pocos metros de donde se observa una guardia policial. Sin embargo no parece haber ningún tipo de problemas. Las chicas lo ofrecen de forma más directa que el otro comercio. "Tenemos brownie de marihuana si les interesa", comentó a un señor de unos 35 años que se acercó a preguntar por sahumerios.

La oferta de alimentos en la típica feria dominguera de Tristán Narvaja ha cambiado en los últimos años. Un vendedor de diarios, que trabaja desde hace años en el arranque de la feria sobre 18 de Julio, comentó que con la llegada de inmigrantes venezolanos muchos de los viejos puestos de panchos y chorizos perdieron terreno.

Ahora la venta de "arepas" y "tequeños" son parte del paseo, comentó el comerciante. El diariero también resalta que es "muy común" ver venta de alimentos elaborados con ma- rihuana.

Estos casos están en conocimiento de las autoridades que iniciaron una investigación sobre la venta de la droga en estos espacios públicos.

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En Uruguay está prohibido comerciar cualquier tipo de alimentos sin un registro y autorización de bromatología. "Ni que hablar que cualquier producto de uso humano que contenga cannabis, psicoactivo o no psicoactivo, tiene que estar registrado", dijo a El País el Secretario General de la Secretaría Nacional de Drogas, Diego Olivera.

El jerarca explicó que de constatarse casos donde se esté comercializando alimentos con marihuana, "como mínimo es una falta". "Y quizás se esté ante un delito, pero eso lo tiene que determina la Justicia", dijo.

La ley que regula el mercado de marihuana no permite la venta ni comercialización de marihuana a particulares o a empresas. Solo las farmacias están autorizadas a vender el cannabis estatal y bajo estrictas normas de control.

También pueden comercializar productos a base de marihuana con fines medicinales, pero para eso se requiere una autorización del Ministerio de Salud Pública.

Fuera de esas excepciones la venta de la droga supone un delito penado en el Código Penal.

Olivera confirmó que están al tanto de algunos casos de venta de alimentos con marihuana en las ferias vecinales. Sin embargó se excusó de dar detalles sobre los casos porque aún se está en investigación.

"Cuando suceden estas cosas se envía un equipo de fiscalización, se toman muestras y cuando se considera que es necesario se pide apoyo de las fuerzas públicas. Y luego se envían los antecedentes a la Fiscalía", relató el jerarca de gobierno.

El jerarca que además de estar en la Junta Nacional de Drogas también forma parte del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) dijo que los casos detectados son puntuales.

"No ha sido algo demasiado frecuente. Algún caso ha habido y se ha trabajado. Y puede haber algún caso donde se tenga que iniciar una investigación un poco más profunda y estar más presente. Tenemos capacidad de fiscalizar", explicó.

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El consumo de marihuana mediante alimentos dulces y postres es común entre los usuarios de esta droga. En el partido inaugural de Uruguay en el Mundial de Rusia un joven que ingresó como pasante en el Ministerio de Vivienda intoxicó a sus compañeros con brownies elaborados con marihuana. Los funcionarios no fueron alertados que el postre de chocolate contenía cannabis y al rato de la ingesta se sintieron mal, al punto que fueron atendidos por una emergencia móvil.

Las autoridades de la Junta Nacional de Drogas manifiestan su preocupación por esta forma de consumir marihuana, ya que explican, es más difícil de controlar el efecto que genera en el organismo. Diego Olivera, de la Junta, explicó que cuando se aspira el humo del cannabis, uno de los principales riesgos es la afectación de las vías respiratorias y pulmonares por la combustión. Pero cuando se fuma la marihuana se logra controlar el efecto (pegue) ya que los usuarios van regulando la cantidad de humo inhalado de a cuerdo al efecto que desean sentir.

Sin embargo recordó que cuando se ingiere un alimento de marihuana por vía oral los efectos de la droga son más fuertes.