ELECCIONES

El promedio de las encuestas muestra caída del Frente.

Dicen que las generalizaciones no son buenas. Y los técnicos dicen que los promedios tampoco. Mucho menos cuando se ponen en la misma bolsa los resultados de encuestadoras que usan metodologías diferentes e, incluso, fechas de muestreo distintas. Pero hechas todas estas salvedades, la academia también dice que los promedios suelen ser una buena foto, porque los errores de unos se equilibran con los aciertos de otros.

La consultora Grant Thornton, que asesora a empresas, publicó en su informe de junio un promedio de la intención de voto por partido hacia octubre. Pese a que los resultados no toman en cuenta modelos regresivos o algoritmos específicos -que es lo que se está usando hoy día- sí refleja una clara tendencia: el Frente Amplio baja algo más de diez puntos respecto a la votación de 2014 y, a la vez, menos de diez puntos respecto a la intención de voto de mayo de aquel año. Pero la oposición -o mejor dicho blancos y colorados- no están capitalizando ese descenso del oficialismo.

El Partido Nacional sigue planchado entre el 27% y 29%. En cualquier caso está por debajo de su techo de 31% con el que votó en 2014. El Partido Colorado, en cambio, está en promedio un punto por encima de aquella votación, 14% frente a 13%, pero tampoco logra despegar.

No solo eso: el promedio de Grant Thornton, por un tema de fechas, no toma en cuenta la última medición de Opción que, para el caso del Partido Colorado, tira más para abajo el guarismo final.

Ante este escenario se abre la pregunta, ¿dónde están aquellos que pierde la coalición de izquierda? Hace cinco años, había un 17% de electores distribuidos entre otros partidos, votos en blanco, anulado o indecisos. Ahora hay ese mismo porcentaje solo en indecisos.

También se nota el crecimiento de colectividades políticas que no compitieron la elección pasada y que vienen demostrando altas chances de ingresar al Parlamento, como el Partido de la Gente y Cabildo Abierto.