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"El FA busca soluciones más para sí que para el Uruguay"

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Juan Martín Posadas. Foto: Darwin Borrelli

JUAN MARTÍN POSADAS

El dirigente Juan Martín Posadas, exsenador, asumió como vocal en el directorio nacionalista en sustitución del senador Luis Heber, que dejó la presidencia del cuerpo.

Posadas, quien también fue director de canal 5 y dirigente de Por la Patria, cree que el Frente Amplio se encamina a la derrota, que los partidos políticos deben ser duros con la corrupción y que hay un exceso de injerencia

—Las encuestas muestran al Partido Nacional estabilizado, sin crecer. ¿ Qué cree que está pasando y que debería hacer el partido para cambiar eso?

—Yo creo que es una pregunta que está atada a las estadísticas. Las voluntades electorales se concretan mucho más cerca de las elecciones. En el período interelectoral las cosas quedan casi congeladas. Va a haber una modificación en esos porcentajes cuando nos aproximemos al momento en que el ciudadano tiene que elegir.

—¿ Y qué tiene que hacer el partido para crecer? ¿Reforzar el perfil opositor o volver a "la positiva" de 2014.

—Esto lo definirán los candidatos pero tiene que estar atento a lo que muestra la realidad política del momento. Hay un cuarto menguante del Frente Amplio que tuvo un período incuestionablemente de identificación muy importante con la mayoría de la población. Esa comunicación la ha estado perdiendo. Es visible que ahora el Frente Amplio no mira al Uruguay al cual se dirigió sino que se mira hacia adentro porque está enredado en sus problemas, en sus complicaciones. Está buscando soluciones más para sí que para Uruguay.

Esto acompaña una situación general de la región. Uruguay mucha veces se cree una excepción pero no es tan excepción. Los procesos en la región son muy paralelos. Vinieron las guerrillas en todos lados. Vinieron los golpes de Estado en todos lados. Las recuperaciones democráticas vinieron en todos lados; vinieron los gobiernos de izquierda y ahora se van todos los gobiernos de izquierda.

—¿Es tan así? ¿No hay realidades nacionales diferenciadas?

—Por supuesto que hay. Pero lo que le nombré son hechos. Hay olas que abarcan la región. Hay una ola de salida de los gobiernos. Sale el gobierno de PT, el de Cristina Kirchner, el de Michelle Bachelet. Es muy previsible que salga el gobierno del Frente.

—¿Por qué? Ganó tres períodos consecutivos con mayoría absoluta.

—Mucha gente del Frente se resiste a verlo pero hay un proceso clarísimo de descomposición interna. Hay gente del Frente que se va, gente importante, viejos fundadores del Frente. Hay una situación interna en desmedro del Frente, que son los episodios de (Raúl) Sendic y de (Leonardo) de León.

Otra cosa importante que tiene que hacer el Partido Nacional, además de lo que ha hecho el Directorio con una gestión muy importante para el mantenimiento del calor partidario, es tener la habilidad para ver las cosas que aparecen inesperadamente en el ámbito político o no político, en la sociedad. Una de las cosas que ha sucedido este año fue la aparición de los "autoconvocados" que para mí es una cosa muy significativa. Fue un movimiento que nace casi espontáneamente, impulsado por cinco personas que no tenían antecedentes de organizar nada, que citaron a una convocatoria en medio de enero, con 40 grados de calor y va la gente y dan un panorama de crítica a ciertas situaciones que hay en el país. Y eso prende y ha sido recogido por mucha gente que no está en el ámbito rural. Hay que percibir la importancia de los nacimientos espontáneos, de los que produce la sociedad.

—¿El Partido Nacional está haciendo una buena tarea en definir cuál es su propuesta de cambio o hay que definirla más?

—Naturalmente hay que definirla más en la medida que se aproxime la campaña electoral. Hoy el Partido Nacional tiene dos corriente grandes que tienen diferencias. La propuesta del partido no se puede especificar mucho en la medida que haya dos corrientes. Pero eso se resuelve cuando haya que ir a una elección interna. Queda un ganador y ahí sí se concreta lo que es el perfil del Partido Nacional.

—¿ No será medio tarde?

—Esa será la propuesta definitiva. La propuesta fundamental es histórica, el Partido Nacional no es un partido que se improvisa, es un partido que tiene antecedentes, que tiene un perfil adquirido que conoce todo el Uruguay. En la medida que los dirigentes actuales beben de esa tradición, hablan, se exponen, escriben, etcétera, esa postura está clara.

En este momento el sistema político entero está sacudido por casos de corrupción que afectan a todos los partidos, en mayor medida al de gobierno porque es más grande y está en el gobierno. Hay que ser duro e intransigente con estos temas porque hay una sensibilidad popular legítima que se ha exacerbado y hay que atender. Pero creo que hay que mantener eso dentro de ciertos carriles. En esto los directorios de los partidos tienen una función especial en la medida que funcionan en ellos las comisiones de éticas. La conducta tiene que estar regida por la ley. Ningún ciudadano está obligado a hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que la ley no prohíbe. Un país, en un sistema democrático, no puede tener el Ministerio de la Ética. La ética política la tienen que manejar los partidos políticos y sus tribunales de ética que llaman a rendir cuentas. En lo general hay que atenerse a lo que dice la ley.

—¿Eso implica un reparo a la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep)?

—No hay que darle tanta importancia a la Jutep, que es un organismo asesor y no es un tribunal. No puede dar fallos. Hay que dar importancia a los tribunales de ética, que sí son tribunales que tienen obligación de controlar la ética y facultades para sancionar. Esa distinción es muy importante.

—¿El Partido Nacional mane-jó bien el caso del intendente de Soriano, Agustín Bas-cou, acusado de beneficiarse con la venta de combustible a vehículos municipales en estaciones de servicio de su propiedad?

—Yo escribí, antes que nadie, que tenía que pedir licencia y renunciar el diputado Wilson Ezquerra (N de R: atropelló alcoholizado a una mujer). Otros casos se tienen que manejar en los términos que dije.

—¿Cómo debería ser un gobierno del Partido Nacional? ¿Liberal en lo económico?

—Sin duda, liberal. La intervención del Estado, naturalmente, no desaparece. Cualquier extremo de las concepciones económicas es irrealizable. El mercado libre no existe porque siempre hay tipos que se avivan y tienen ventajas y no es más libre pa-ra los otros. La economía planificada cae presa de la burocracia. Lo que Uruguay tie- ne delante es un exceso de intervención del Estado que ha ahogado la iniciativa de la gente. Se manifiesta en cosas no económicas, horribles, como el uso que hace el Estado de la información confidencial para contrarrestar la crítica de un pobre ciudadano que no tiene más que su voz. Eso es el Estado exagerado que el Partido Nacional no quiere.

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