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Escepticismo de expertos sobre avances comerciales entre Mercosur y Unión Europea

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Lacalle y Arbeleche en Cumbre del Mercosur. Foto: Walter Paciello | Presidencia

DIPLOMACIA

Aunque no logró suscribir el acuerdo comercial entre el Mercosur y el bloque europeo, Uruguay abrió una puerta para ratificarlo más adelante.

Tras no conseguir su principal objetivo de ratificar el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), el gobierno uruguayo entregó ayer miércoles la presidencia pro tempore del bloque a su par argentino en medio del escepticismo de expertos en cuanto a que se obtengan avances sustanciales en ese sentido en el próximo semestre, cuando se cumplan 30 años de su creación.

En un semestre marcado por la extensión de la pandemia del COVID-19, por la renuncia del excanciller Ernesto Talvi al inicio del mismo -que implicó un cambio de enfoque por parte de Uruguay- y por la reticencia europea para ratificar el acuerdo con el Mercosur, debido a los cuestionamientos a Brasil por la violación de normas ambientales, el presidente Luis Lacalle Pou entregó al mandatario argentino Alberto Fernández, el martillo que simboliza la presidencia rotativa del bloque.

En la apertura de la cumbre presidencial del Mercosur, que se llevó a cabo de manera virtual, Lacalle advirtió sobre los peligros de caer en políticas proteccionistas ante la crisis sanitaria mundial. “El mundo ha tenido gobiernos que deben proteger a sus pueblos y esa protección de los pueblos puede transformarse en un proteccionismo. Debemos tener esa doble mirada de cuidado de los nuestros y no dejar de saber que en este mundo interrelacionado cada vez importa más la vinculación entre países y bloques”, sostuvo.

Lacalle Pou reconoció que este semestre no supuso el avance deseado, en clara alusión a la ratificación del acuerdo entre el Mercosur y la UE, si bien destacó “la vocación regional, la vocación de pertenencia, la vocación de participación de un bloque como Mercosur”.

Pese a que Uruguay no consiguió su objetivo, una gira del canciller Francisco Bustillo por varias capitales europeas consiguió poner en consideración un “texto bidireccional” con deberes recíprocos de ambos bloque para el cuidado del medioambiente.

“Logramos ese compromiso. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dio instrucciones específicas y concretas a su jefe negociador para buscar una rápida conclusión de todos los temas pendientes”, explicó Bustillo.

Ello implica reabrir las negociaciones para la redacción de un protocolo ambiental que obligue a ambas partes, lo que podría destrabar la ratificación del acuerdo entre ambos bloque aunque seguirá alargando el proceso.

El decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica de Uruguay y doctor en Asuntos Internacionales, Ignacio Bartesaghi, valoró también los esfuerzos de Bustillo en avanzar con la UE, aunque aclaró que “cómo evolucionará ese acuerdo tampoco depende de Uruguay” .

Bartesaghi dijo a El País que la UE necesita una señal más de Brasil sobre temas medioambientales y eso llevaría a agregar un nuevo protocolo al acuerdo.

Amazonía de Brasil deforestada. Foto: Reuters
Amazonía de Brasil deforestada. Foto: Reuters

En su opinión “con suerte el acuerdo se firmaría a fines de 2021, después tiene que ser ratificado por los parlamentos de todos los países de la UE y del Mercosur y recién después de eso empezaría un período de desgravación arancelaria que insumiría entre 10 y 15 años”, por lo que se mostró escéptico de que haya avances a corto plazo.

Por su parte, el doctor en Economía Aplicada y docente de la UdelaR, Marcel Vaillant, comentó a El País que la nueva cláusula ambiental va a hacer abrir de nuevo la negociación, por lo que no conjetura “una salida rápida” para esta nueva instancia.

En su opinión era necesario que Uruguay planteara a la UE cerrar un acuerdo “a distintas velocidades y bilaterlizarlo ya y no lo hizo”.

Vaillant recordó que la UE ya ha usado ese tipo de alternativa con los países andinos, por ejemplo. Hizo un acuerdo con Colombia, Ecuador y Perú análogo al que alcanzó con el Mercosur y después bilateralizó su instrumentación.

El experto sostuvo que Argentina y Brasil “son las economías emergentes más cerradas del planeta”. Ambos países emiten declaraciones contradictorias sobre apertura, dijo, pero convergen en los hechos. “No están dispuestos a ceder nada” y defienden un regionalismo cerrado (...) El status quo nos perjudica definitivamente”, dijo.

Progresos concretos

El principal avance que se registró durante la presidencia uruguaya del Mercosur fue la aprobación del protocolo de comercio electrónico. Para Bartesaghi se trata de “un avance concreto en un área importante. Destacó los avances en la reforma institucional para bajar los costos que le implica esa institucionalidad a los miembros del bloque (se achican grupos de negociación, comisiones, etc., y se tiró para adelante la elección por voto directo del Parlasur). No obstante Bartesaghi dijo que sigue pendiente la revisión del AEC, del sistema de solución de controversias, y de las barreras no arancelarias entre otros temas.

Uruguay volvió a reivindicar bilateralidad
Cumbre de presidentes del Mercosur. Foto: Captura

Durante la cumbre, Uruguay volvió a reivindicar la necesidad de que los socios del bloque admitan que a su interior pueda haber “velocidades distintas” y que, en ciertas oportunidades, puedan generarse “grados de bilateralidad” para negociar acuerdos comerciales con terceros mercados. Se trata de un viejo reclamo de sucesivos gobiernos uruguayos que ha sido sistemáticamente bloqueado por los otros integrantes del Mercosur.

El gobierno de Lacalle Pou propuso formalmente la realización, el próximo semestre, de una reunión extraordinaria de ministros de Economía y Relaciones Exteriores para discutir el asunto, lo que sería admitido por el resto de los socios.

Para el decano de la Facultad de Ciencias empresariales de la Universidad Católica y doctor en Asuntos Internacionales, Ignacio Bartesaghi, Uruguay “no logró avances sustantivos” durante su presidencia pro tempore del bloque, aunque valoró positivamente que el país haya vuelto a plantear la necesidad de instaurar la bilateralidad de las negociaciones.

No obstante, el experto dijo a El país que tiene “bajas expectativas” de que se avance en ese sentido, dado que la posición de Argentina y Paraguay es contraria a las negociaciones bilaterales de los países miembros con otros posibles socios. Por su parte, al doctor en Economía Aplicada y docente de la UdelaR, Marcel Vaillant, le llamó la atención que Uruguay haya planteado el tema de la bilateralidad al final de su presidencia, dado que “durante la misma no produjo ningún hecho en esa dirección”.

A su juicio para Uruguay es necesario “lograr resolver esa dificultad” porque el país “estructuralmente enfrenta importantes problemas” para ampliar mercados “y lo seguirá haciendo”.

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