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1971, las elecciones más controvertidas de la historia uruguaya

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Juan María Bordaberry y Jorge Pacheco. Foto: Archivo El País

100 AÑOS DE ELECCIONES

Juan María Bordaberry fue presidente con los votos de Pacheco Areco. Aquellos comicios se recuerdan también por la profunda renovación que Wilson Ferreira Aldunate le imprimió al Partido Nacional y por la aparición del Frente Amplio.

Las elecciones del 28 de noviembre de 1971 fueron las más controvertidas de la historia: se realizaron en un país convulsionado por la violencia política, registraron a su vez todo tipo de incidentes e irregularidades e incluso hubo sospechas de fraude en el escrutinio.

Aquellos comicios se recuerdan también por el intento del presidente Jorge Pacheco Areco de lograr la reelección, por la profunda renovación que Wilson Ferreira Aldunate le imprimió al Partido Nacional y por la aparición del Frente Amplio, con gran capacidad de movilización, pero el triunfador resultó Juan María Bordaberry, un hombre sin votos propios señalado por Pacheco Areco para ser su delfín.

Luego de llegar a la Presidencia en diciembre de 1967 tras la muerte de Óscar Gestido, Pacheco Areco ganó gran popularidad por su enérgica respuesta a la acción de los tupamaros, aunque la oposición lo acusó de prácticas autoritarias.

Pese a la prohibición constitucional de postularse a la reelección, el presidente decidió presentar su candidatura, para lo cual se formó la Unión Nacional Reeleccionista, que propuso la reforma de la carta magna en forma simultánea a los comicios de 1971. El pachequismo presentó listas de candidatos por el régimen vigente y también por el régimen propuesto. La reelección necesitaba un alto número de adhesiones, por lo cual Pacheco Areco postuló como alternativa a Bordaberry, un exsenador ruralista que después se desempeñó como ministro de Ganadería, pero era poco conocido por la mayoría de la gente.

El Partido Colorado, muy fraccionado, presentó otras cuatro fórmulas presidenciales, en tanto el Partido Nacional dos: Wilson Ferreira Aldunate-Carlos Julio Pereira, con un programa progresista titulado “Nuestro compromiso con usted” y Oscar Aguerrondo-Alberto Heber, conservadora.

Elecciones nacionales de 1971. Foto: Archivo El País
Elecciones nacionales de 1971. Foto: Archivo El País

La campaña resultó muy dura. Hubo constantes incidentes entre militantes pachequistas y frenteamplistas, así como atentados contra locales de todos los partidos. Un niño murió cuando alguien disparó contra la caravana del Frente Amplio al pasar por el pueblo 19 de Abril, en Rocha. Su candidato Líber Seregni fue atacado con un arma blanca durante un acto. Un diario de izquierda acusó sin pruebas a Ferreira Aldunate de estar financiado por la compañía Esso.

Además, en septiembre de 1971, más de un centenar de tupamaros presos en Punta Carretas se fugaron por un túnel excavado bajo los muros, un hecho con múltiples repercusiones políticas.

La semana previa a los comicios, Pacheco Areco formuló un discurso por cadena nacional, repetido dos veces más, de fuerte contenido político partidario, algo vedado a los presidentes en ejercicio.

Aquel domingo 28 de noviembre fue un día de intenso calor. Para colmo, no pocas mesas abrieron con atraso, por lo cual se formaron largas colas de ciudadanos esperando votar. A las cuatro de la tarde, la Corte Electoral decidió prorrogar el horario de votación en algunos circuitos hasta las 23 horas e incluso hasta las 24 si todavía quedaban votantes dentro del local.

El escrutinio se prolongó durante semanas, siempre con una leve ventaja colorada que al final fue de 12.082 votos, apenas el 0,8% del electorado.

Pacheco Areco obtuvo para su candidatura 490.000 votos, una enorme cantidad, pero para lograr la reelección necesitaba 700 mil. El Partido Colorado perdió votos con relación a 1966 e incluso apenas se quedó con cinco intendencias.El Frente Amplio superó el 18% de los sufragios, menos de lo esperado por su militancia, aunque significó un avance importante con relación a los guarismos de la izquierda hasta entonces. Ferreira Aldunate resultó el candidato más votado, con más de 439 mil, 60 mil más que Bordaberry.

Sin embargo, los votos “transferidos” por Pacheco y la ley de lemas determinaron que el ganador fuera Bordaberry. Sin apoyos propios, sin convicciones democráticas según se comprobó luego, el nuevo presidente se sumó a los militares golpistas en 1973 para derribar la Constitución.

La unión de las izquierdas en el Frente Amplio
Líber Seregni y Juan José Crottogini. Foto: Archivo El País

Las elecciones de 1971 registraron la aparición del Frente Amplio, una coalición de partidos y sectores de izquierda que desafió el tradicional bipartidismo uruguayo. En su primera comparecencia electoral alcanzó el 18,3% de los votos.

El proceso de alianzas de la izquierda tuvo un nuevo empuje en 1970, cuando un grupo de personalidades independientes formuló a través del semanario Marcha un llamado a crear un “frente amplio, sin exclusiones, de carácter antioligárquico y antiimperialista”. Se inició un proceso de acuerdos que involucró a los partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Comunista y otros grupos. A ellos se sumaron fuerzas escendidas de los partidos tradicionales, como la lista 99 de Zelmar Michelini y el grupo del senador blanco Francisco Rodríguez Camusso.

En febrero de 1971 esa alianza se hizo oficial bajo el nombre Frente Amplio, aunque en las elecciones se presentó bajo el lema Partido Demócrata Cristiano para poder acumular votos en diversos sublemas, de acuerdo a la ley.

El candidato presidencial fue el general retirado Líber Seregni, militar de origen batllista, acompañado en la fórmula por Juan José Crottogini, médico de prestigio

Los primeros pasos en el marketing político

Muchos especialistas en el tema consideran que las elecciones de 1971 marcaron los primeros pasos en el marketing político. La publicidad, sobre todo en radio y televisión, fue masiva, con numerosos jingles. Y los publicistas comenzaron a ganar espacio importante en los equipos de campaña. Quedaron registrados en la memoria, por ejemplo, el eslogan de Ferreira Aldunate “¡Wilson gana!”, creado por Raúl Barbero, un hombre de larga trayectoria en los medios. También el aviso televisivo del Frente Amplio que decía “Hermano, no te vayas, ha nacido una esperanza”, o la foto de Pacheco Areco con alto contraste, que se siguió utilizando años después en sus nuevas candidaturas presidenciales.

Paralelamente, una serie de avisos anónimos en varios diarios apelaron a un crudo anticomunismo contra el Frente Amplio, usando por ejemplo imágenes del muro de Berlín.

También fue la primera vez que se difundió una encuesta. Fue de la empresa de origen estadounidense Gallup, que atribuyó ventajas a Pacheco, seguido de cerca por el Frente Amplio.

Wilson: “Debe haber una palabra peor que fraude”

Una campaña duramente polarizada y con episodios de violencia dio paso en 1971 a un escrutinio plagado de irregularidades, con acusaciones de un fraude que no pudo ser probado ni tampoco desmentido en el casi medio siglo posterior a aquellos hechos.

La realización de la elección junto al plebiscito constitucional que buscaba habilitar la reelección presidencial determinó que el oficialismo presentara numerosas hojas de votación para el régimen vigente y para el proyectado, muy parecidas entre sí. Esto originó que el escrutinio, realizado en el Cilindro Municipal, se volviera engorroso y terminaran apareciendo más votos que votantes. Para colmo, el recinto no dio garantías sobre la seguridad del proceso: algunas urnas fueron violadas y aparecieron hojas de votación en un terreno baldío cercano. La gran discusión entonces fue si todo había sido una maniobra deliberada o la simple acumulación de desprolijidades.

Wilson Ferreira Aldunate. Foto: Archivo El País
Wilson Ferreira Aldunate. Foto: Archivo El País

Ferreira Aldunate daba su opinión en una entrevista por esos días.“Si se suman todos los hechos, la palabra fraude quizás no sea la que tenemos que emplear. Debe haber una palabra peor”.

El Partido Nacional denunció la situación ante la Corte Electoral, pero esta desestimó el planteo. El delegado blanco en el escrutinio, Ciro Ciompi, escapó ileso cuando alguien disparó contra su casa. También hubo balazos contra un apartamento de Pocitos desde donde Ferreira Aldunate había saludado a sus correligionarios. En febrero de 1972 la Corte Electoral confirmó el triunfo de Juan María Bordaberry.

En 2002, el gobierno de Estados Unidos desclasificó documentos de la presidencia de Richard Nixon (1969-1974). En uno de ellos, se recoge un comentario de Nixon al entonces premier británico Edward Health: “Los brasileños ayudaron a amañar la elección uruguaya”.

Resultados de las elecciones de 1971

Partido Colorado

Juan M. Bordaberry-Jorge Sapelli 379.515 (22,8%)

Jorge Batlle-Renán Rodríguez 242.804 (14,6%)

Amílcar Vasconcellos-M. Flores Mora 48.839 (2,9%)

Juan Luis Pintos-José María Torielli 5.402(0,3%)

Juan P. Ribas-Ruben Gorlero 4.025 (0,2%)

Al lema 1.039 (0,1%)

Total Partido Colorado 681.624 (41,0%)

Partido Nacional

Wilson Ferreira Aldunate-Carlos J. Pereyra 439.649 (26,4%)

Oscar Aguerrondo-Alberto Heber 228.569 (13,7%)

Antonio Fadol-Alberto Arias 35 (0,0%)

Al lema 569 (0,0%)

Total Partido Nacional 668.822 (41,0%)

Partido Demócrata Cristiano

Líber Seregni-Juan José Crottogini 304.275 (18,3%)

Unión Radical Cristiana

Daniel Pérez del Castillo-Miguel Saralegui 8.844 (0,5%)

Partido de Jubilados y Pensionistas

Alfredo Vázquez Méndez-Inocencio Rodríguez 288

Movimiento Justiciero

Bolívar Espínola-Antonio Álvarez Varela 141

Juventud por el Desarrollo Oriental

Carlos M. Suárez-Juana Irujo 25

Fuente: Una democracia única, de Nelson Fernández y Hugo Machín (Fin de Siglo, 2017)

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