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El gobierno pide diez días para salvar a Pili

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Le pedirá a Conaprole que le entregue leche para procesar.

El gobierno redobla las gestiones para que Conaprole acceda a entregar materia prima a Pili, la empresa láctea de Paysandú que está en serios problemas, y le pidió ayer un poco más de paciencia a los trabajadores y a los tamberos. Concretamente, les solicitó un plazo de diez días para tratar de encauzar una solución. El gobierno quiere que Conaprole le entregue a Pili hasta 100.000 litros diarios. Hoy la planta de la empresa sanducera solamente procesa 70.000 por día, por lo que tiene una gran capacidad ociosa y 40 de sus 130 trabajadores están en el seguro de paro.

En una reunión de una hora y media en el Ministerio de Industria, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro; el de Ganadería, Enzo Benech y los subsecretarios de Industria, Guillermo Moncecchi y de Economía, Pablo Ferreri y el director de Trabajo, Jorge Mesa, les pidieron a productores y trabajadores que esperen unos diez días más. También estaba el intendente de Paysandú, Guillermo Caraballo. Los productores, a los que se les adeuda cinco meses de remisión, habían dejado claro antes de la reunión que si no se les paga algo tendrán que dejar la producción en agosto.

Gerardo de Souza, uno de los productores, dijo a El País que notó "gran voluntad política" y que se les transmitió el involucramiento personal del presidente Tabaré Vázquez para que se encuentre una salida. "En ese sentido tenemos tranquilidad, más no podemos pedir", comentó de Souza.

La solución de que Conaprole asegure materia prima (la planta trabaja hoy solo cuatro días por semana) se barajó hace meses y hay versiones encontradas respecto a los motivos por los que no se concretó. Lo cierto es que Conaprole no accedió hasta ahora porque no quería vincular la decisión a la obligación de contratar más personal como permanente, como pretendía su sindicato.

En la semana próxima se realizará otra reunión en la que debería haber una solución definitiva. Según de Souza, la empresa, a la que envían su producción alrededor de 80 tamberos de Paysandú y Salto, logró concretar ventas a México por lo que la falta de mercados no representaría en este momento un problema. Pili también tiene a Brasil como mercado para sus quesos.

La empresa consiguió en enero pasado un año de gracia para las deudas que mantiene con un grupo de bancos por más de US$ 40 millones. En realidad, la deuda con los productores y los tamberos no es tan alta y se ubica algo por encima del US$ 1 millón. Pero la empresa sufre por la falta de capital de giro. Perdió, como toda la industria láctea, el mercado de Venezuela que pagaba muy bien sus quesos y se endeudó fuertemente por la construcción de una nueva planta, fuera de la ciudad de Paysandú, que tiene la capacidad de procesar 400.000 litros diarios. Según de Souza, para ser viable, la empresa necesita procesar por lo menos 200.000 litros. Pili no logra llegar a esa cifra porque comenzó a perder remitentes aproximadamente a partir de 2015, tras la caída del mercado de Venezuela que pagaba muy buenos precios en un momento de valores deprimidos en la mayoría de los mercados extranjeros. En montos, las exportaciones de lácteos representan alrededor del 7% del total. Dada la pequeñez del mercado interno, el sector lácteo depende de la colocación en el exterior de sus productos. De hecho, Conaprole es el principal exportador individual del país.

Convenio cercano.

Por otro lado, el gobierno parece que va a cerrar el complicado "paquete" de la renovación del convenio salarial del sector lácteo que llegó a poner en riesgo el abastecimiento. El director de Trabajo, Jorge Mesa, dijo a El País que las conversaciones "vienen bien". Se está terminando el análisis de las normas de prevención de conflictos que se incluirán en el acuerdo.

Al final el sindicato de la rama de la industria láctea aceptó que tras negociar un convenio general se discutan acuerdos específicos con las empresas Coleme, Pili, Claldy y Calcar, que están en problemas, para lo cual se abrirá un plazo de alrededor de un mes. Si transcurrido ese plazo de conversaciones bipartitas las empresas no cierran acuerdos, las partes volverán al Consejo de Salarios de la rama. El acuerdo general que se espera cerrar pronto tendrá un plazo de 24 meses, prorrogables por un año, y, al menos para las empresas en situación más compleja, supondrá una virtual congelación salarial. En la industria láctea trabajan alrededor de 5.000 trabajadores. El sector perdió centenas de empleos por el cierre de las empresas Schreiber Foods, en San José y Ecolat, en Colonia.

Conaprole ya está negociando por su lado para terminar con un prolongado conflicto que generó mucho enojo entre los remitentes, que piden que la cooperativa no acceda a dar incrementos en términos reales a los trabajadores. Reclaman una mejora del precio que reciben los productores, que hace cuatro años que no mejora. La cooperativa procesa el 75% de la leche producida en Uruguay.

Conaprole ha acusado al sindicato de obstruir su operativa. El diputado blanco Rodrigo Goñi le pidió ayer al gremio responsabilidad y paz laboral en la Comisión de Cooperativismo de la Cámara de Representantes.

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