CONECTIVIDAD
El Aeropuerto de Carrasco está afectado por rotura de equipos; continúan negociaciones con la empresa que fabricó el principal radar de la terminal.
El Ministerio de Defensa descartó utilizar un radar móvil que había sido ofrecido por Argentina para mejorar el control aéreo del Aeropuerto de Carrasco, que se encuentra en problemas debido a las averías constantes que sufren sus equipos.
Según informaron fuentes de la cartera a El País, semanas atrás la Fuerza Aérea Uruguaya había iniciado contactos con el país vecino, pero el equipo que se ofreció era de una tecnología que no es compatible con la que se utiliza en Uruguay. Por la misma razón también se descartó otra opción negociada con España, agregaron las fuentes.
Por lo tanto, continúan negociaciones con una empresa italiana, que es la que fabricó el principal radar de la terminal, que hoy está roto, y que se hará cargo de las reparaciones. Asimismo, se trabaja para dejar operativo el radar que hay en la base aérea de Boiso Lanza, y ya se emplea otro que está ubicado en Santa Clara, Durazno.
Los problemas con los radares fueron denunciados en los últimos días por la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo del Uruguay (Actau). En una visita reciente que hizo al Parlamento una delegación de este gremio explicó que debido a las fallas en radares hay demoras en los vuelos, lo que puede incluso repercutir en la conectividad de las aerolíneas.
José Borderre, vicepresidente del gremio, señaló en la comisión de Defensa del Senado, que “el turismo, por ser un sector tan golpeado y relegado en estos tiempos, no puede sufrir otro golpe como el de las demoras”. “Las aerolíneas también se fijan en esto”, acotó.
De acuerdo a lo que denunciaron los controladores, las demoras se producen porque al no contar con la garantía del sistema de radares, que funcionan con intermitencia, los trabajadores de la torre de control deben tomarse “más márgenes de tiempo” para ordenar el tránsito aéreo.
De hecho, dijeron que actualmente los controladores operan “sin ver a los aviones”. “Esto quiere decir que mientras un avión está volando, otro no lo puede hacer al mismo tiempo para que no haya conflicto”, explicó Borderre. Esta dinámica implica tener demoras hasta de una hora en la salida de las aeronaves.
“No es correcto que el controlador trabaje así porque nosotros somos personas y nos podemos equivocar como cualquiera”, dijo por su parte Mario Librán, otro integrante del gremio que concurrió a la comisión del Senado a reclamar por esta situación.